• 01/06/2018 02:00

Los ejemplos abundan

Todo indica que quienes han regentado el poder no lo supieron hacer y la desigualdad crece

México tendrá elecciones presidenciales en un mes y el candidato de la izquierda, quien públicamente se ha manifestado admirador de Fidel Castro, está liderando las encuestas y probablemente resulte triunfador. Andrés Manuel López Obrador tiene a los empresarios mexicanos nerviosos y no es para menos. Personajes del mismo corte que López Obrador que han asumido Gobiernos, ya tienen su huella en América Latina: Daniel Ortega en Nicaragua y Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela. Pero, ¿cómo llega un país a estos extremos, donde la población se vuelca a votar por mesías? Todo indica que quienes han regentado el poder no lo supieron hacer y la desigualdad crece, sin que a esos gobernantes les importe. Ahora los empresarios y los grupos económicos hacen ingentes esfuerzos para evitar que López Obrador llegue a la Presidencia de México, porque se ven en el espejo de Venezuela y ahora, más reciente, de la Nicaragua de Ortega. Panamá ha experimentado una ventana de oportunidades por los últimos 29 años, pero, en lugar de hacer lo que tenían que hacer, sus gobernantes se dedicaron a trabajar con sus compinches empresariales, sin atender las grandes desigualdades de la sociedad. Hoy, el país tiene un Ejecutivo que quiere seguir controlando el Legislativo y maneja a su antojo el Ministerio Público, cuyas investigaciones selectivas ya marcan una línea de preocupación. Panamá necesita poner un alto y reorganizar su sistema político. Al paso que va y de no hacerse nada, no hay duda de que el López Obrador criollo emerja en el país. Necesitamos construir un país justo y equitativo, y, quien gobierne, siempre debe hacerlo por el bien común.

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