El cuco de la privatización

Cuando las cosas no funcionan, no funcionan. Insistir en lo mismo es ser necio. Por años, los asegurados y beneficiarios tienen problemas para que se les suministren sus medicamentos, pese a que la Caja de Seguro Social destina millones de dólares a este rubro. A ciencia cierta, lo que hay hoy y desde hace años, es unas compras de medicamentos a precios onerosos y una escasez a la hora de despacho a los asegurados. Lo que se está haciendo es quedar bien con quienes venden, que se llevan millones de dólares y mal con quienes deben recibir las medicinas. Una fórmula de solución es que las medicinas se adquieran en las farmacias privadas, donde se da un precio tope por medicamento, de manera que si la persona quiere uno más caro que pague la diferencia. De esta manera se elimina la corrupción que hay con la venta de medicamentos a la Caja y la escasez de medicinas para los pacientes. Además, se fomenta la competencia entre las diferentes casas farmacéuticas. Decir que esto es privatización es sacar un ‘cuco' que ya no tiene cabida y, eso sí, seguir engordando a los pillos que por años han esquilmado las arcas de la Caja. Hay que fomentar la eficiencia en la Caja e ir eliminando los focos de corrupción. Seguir como va la Caja, en el caso de los medicamentos, es prolongar el martirio de los asegurados y seguir con la corrupción interna.