• 23/02/2017 01:00

En defensa del maestro

Ser maestro es una vocación y un derecho es que se les pague bien

Ser maestro debe ser un honor. La realidad en Panamá, empero, es que a los maestros se les ha estigmatizado como personas que solo pelean por salarios, en lugar de luchar por la buena educación. La base de toda sociedad está en la familia y los maestros son, después de la ella, quienes forman a los profesionales del futuro. Entonces, ¿por qué no pagarles bien y entrenar de la mejor manera a quienes se dedican a la enseñanza? La lógica elemental es que, en lugar de desincentivar la carrera docente y estigmatizar a quienes se dedican a la enseñanza, lo que debemos es elevar a lo más alto a quienes deciden ser maestros. Que los padres se sientan orgullosos cuando un hijo le dice que quiere ser maestro, igual que cuando lo hacen si quieren ser ingenieros, médicos o arquitectos. Ser maestro es una vocación y un derecho es que se les pague bien. La baja paga de los docentes desincentiva que gente brillante se dedique a esta carrera, aunque tenga la vocación, y la sociedad ha permitido que quienes estudian para maestros sean personas de bajos recursos y no necesariamente la más apta. Pero, ¿tienen la culpa? La culpa de esta realidad son las autoridades. Si realmente queremos elevar la educación en el país, necesitamos, más que adecuar planes de estudio, adecuar a los maestros, pagarles bien e incentivar que más panameños estudien esta noble profesión.

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