Ineficiencia

Mucho se habla sobre corrupción en la esfera gubernamental. También de ineficiencia y burocracia, etc. Pero el problema es general, salvo excepciones, porque ocurre, y con mucha frecuencia, en la empresa privada. Hay un problema que nos atañe a todos, en especial ahora que está de moda el teletrabajo y la educación virtual. Se trata del servicio de internet. Hay un engaño brutal con la cantidad de megas que se le vende al consumidor y la realidad de la velocidad de ese servicio. No es una ni dos, son miles de personas que ven interrumpidas sus comunicaciones y sus reuniones virtuales, porque el internet “falla”. Tampoco la autoridad competente, la ASEP, se pronuncia al respecto. El problema es similar a la sobreventa de billetes de avión, donde al final el cliente es el que queda sacrificado. Lo peor es que ni hay explicación ni hay compensación ni hay autoridad que resuelva. Hay hogares que se han visto obligados a contratar el servicio a dos compañías diferentes, para poder trabajar, pues a la hora de una interrupción, que es constante, está el respaldo. La ineficiencia en este servicio es abismal y es una forma de corrupción privada, porque la mensualidad sigue corriendo pese al mal servicio. Hay que corregir y la autoridad tiene que apretar clavijas. ¡Así de simple!