Democracia, libre expresión y topes de campañas

La Organización de las Naciones Unidas declaró el 15 de septiembre de cada año como el Día Internacional de la Democracia. Tratándose de un valor universal en el que los pueblos determinan su destino en base a la selección libre de sus autoridades mediante el sufragio, la democracia se erige sobre una sociedad civil fuerte; capaz de exigir cuentas a los Gobiernos. La democracia exige algunos elementos básicos, como plena participación ciudadana con libertad y respeto, la realización de comicios donde la voluntad popular se exprese genuinamente. Panamá registra cinco procesos electorales consecutivos desde 1994, ponderados positivamente a nivel internacional; y, tras cada uno de ellos, se revisan las reglas del juego democrático del país. Sin embargo, hay asuntos que aún laceran esta democracia panameña. El financiamiento de las campañas electorales a base de ‘donaciones privadas' sigue siendo una tarea pendiente en la Comisión de Reformas Electorales, así como la adopción de un tope para las campañas políticas. No hacerlo, a nuestro juicio, es convertir a la democracia panameña en rehén de quienes ‘invierten' en una opción política para ver los réditos en cinco años de Gobierno. Celebrar la democracia también es cuidarla, preservarla y fortalecerla; evitando que su fin supremo de bienestar social sea socavado por quienes, a través del dinero, compran espacios dentro del poder estatal, gracias a las grietas que el sistema electoral les ha permitido. En esto, la Comisión de Reformas Electorales es quien tiene la palabra... y corresponde a la Asamblea Nacional darle credibilidad y sustento, mediante un voto sin la influencia del poder económico.