Cuestión de lógica

Cada cierto tiempo los estamentos de seguridad exhiben la captura de toneladas de droga. Y no es para menos; Panamá es un punto de conexión entre los países productores y los consumidores, amén de ser un país que facilita las transacciones de todo tipo, lícitas e ilícitas. Sin embargo, Panamá está gastando sumas muy fuertes de dinero evitando que esa droga llegue a su destino. En pocas palabras, gran parte de nuestro presupuesto para la seguridad nacional se destina para el control del tráfico de droga, que en la práctica no es nuestro problema, porque somos un país de tránsito. Urge que el Gobierno llegue a acuerdos con los países que se ven beneficiados de las acciones panameñas frente a la droga. Ayuda en equipos, en dinero, en logística, son algunos de los aspectos en los que se puede llegar a acuerdos y lograr que estos países ayuden a pagar lo que dichas acciones representan. No es poco dinero; se habla de más de 500 millones de dólares al año que bien Panamá podría destinar a la construcción de escuelas, medicinas, carreteras, en fin a un sinnúmero de problemas que enfrenta la población. Las autoridades tienen la obligación de hacer los acercamientos y llegar a los acuerdos. El tráfico de drogas es un negocio muy rentable, controlar este negocio también cuesta y quienes realmente se benefician tienen que ayudar a Panamá a pagar por estos gastos. ¡Así de simple!