• 04/08/2013 02:00

Una luz en el camino

Si de algo debemos sentirnos orgullosos los panameños es de los grandes logros que nuestros atletas han obtenido en el ámbito internacio...

Si de algo debemos sentirnos orgullosos los panameños es de los grandes logros que nuestros atletas han obtenido en el ámbito internacional. ‘Panamá, tierra de campeones’, era el letrero con el que le dábamos la bienvenida a los turistas o ‘Bienvenido a Panamá, cuna de los mejores jinetes del mundo’. Ese orgullo no ha mermado. El béisbol juvenil nos ha traído preseas doradas, lo mismo que el olimpismo. A Panamá se le conoce en el exterior por Roberto Durán o por Mariano Rivera, el mejor cerrador de todos los tiempos. El basquetbol nos llenó de gloria y, ahora, la extraordinaria actuación de nuestros futbolistas en la última Copa de Oro nos indica que el semillero está en ebullición. La contratación del joven Roberto Chen de apenas 19 años por el Málaga ha sido un salto de gigante. Lo llamativo es que somos un país con poco más de 3 millones de habitantes y con un débil apoyo oficial. Si hasta allá hemos llegado por esfuerzos propios, ¿dónde estaríamos si el Estado orientara sus recursos en la estimulación deportiva temprana? Adelante muchachos, son nuestro orgullo. Ignoren esas plumas cuyo norte es la crítica destructiva. La sociedad los apoya.

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