Orden urbano

En la ciudad de Panamá, cualquier aguacero causa una inundación. Para nadie es un secreto que la urbe creció vertiginosamente en los últimos años, pero el crecimiento inmobiliario no estuvo en concordancia con la adecuación de los alcantarillados. Así, vemos que por los alrededores de ATLAPA las calles se transforman en piscinas con cualquier lluvia. ¡Qué decir de la avenida Nacional a la altura de Cabo Verde! Aunado a los alcantarillados —que fueron buenos hace 50 años pero hoy son ineficaces— está la irresponsabilidad de muchos constructores que vierten sus desechos en los tragantes, obstruyendo aún más los desagües. Igual, los restaurantes tiran sus desperdicios sin tratar al alcantarillado. Eso mismo ha pasado en Londres, donde una capa de grasa yace bajo las calles y cuesta una fortuna limpiarla. Podemos vernos en ese espejo. Bien hacen las autoridades del IDAAN y de Salud en sancionar a los culpables.