Transporte pirata

Desde hace años viene produciéndose el fenómeno del servicio de transporte de pasajeros que se presta al margen de lo dispuesto en las leyes de la República. Los que iniciaron el desorden fueron los taxistas, que de hecho y sin que se contemple en ninguna disposición legal, instauraron el servicio de taxi colectivo y las piqueras brujas.

Luego fueron los taxis piratas desde y hacia Panamá Oeste, para suplir la escasez de transporte en la creciente región. A raíz de la ineficiencia de la empresa Mi Bus en la prestación del servicio de buses metropolitanos, han surgido los busitos piratas, que reciben hasta el apoyo de la policía en los horas pico en las que recogen a los desesperados usuarios.

Que en la segunda década del siglo XXI prolifere en nuestro país el servicio de transporte pirata, sin ningún tipo de regulación y con la tremenda inseguridad que representa para los pasajeros, es un signo lamentable de atraso.

El nuevo director de la Autoridad de Tránsito y Transporte Terrestre, tiene frente a sí un tremendo reto, porque resulta inadmisible que en las narices de las autoridades se esté ejerciendo la prestación de un servicio público al margen de la Ley. El Gobierno Nacional debe poner todo su empeño en resolver este problema cuanto antes.