Ser felices, el gran reto

El panameño es divertido y alegre, lo que se demuestra con claridad en el último informe del Índice Global de Felicidad, que es una publicación anual de las Naciones Unidas en la que el país logró el puesto 39 entre los 143 países que participan en la medición anual. El resultado es muy bueno, pero si se compara con años anteriores deja ver que los panameños ya no son tan felices como en el 2015 o en el 16 cuando el país logró el puesto número 25, o en el 2013 cuando ostentó el lugar número 15. Estos números dejan ver que los panameños cada año son menos felices, ya que según el índice, los países cuyos números que están más cercanos al uno son los más felices y los más alejados son los menos. Es imperante que la sociedad panameña analice en conjunto qué pasa en el país, en el que aun sin tomar en cuenta el índice, se percibe un descontento ciudadano cada vez más evidente. Es importante solucionar problemas como el desempleo, la falta agua, mal servicio de electricidad, insuficientes carreteras, problemas de transporte público, escuelas en mal estado o servicios médicos deficientes, por ejemplo; que hacen más difícil la vida diaria del panameño. Son problemas que requieren más que de recursos, de la atención y dedicación de los que dirigen el país. Este año inicia un nuevo período de gobierno en el que el ganador está obligado a convocar a toda la sociedad para buscar en consenso la manera de cómo mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos que habitan en este bendecido país, lo que sin duda nos dará un ciudadano cada vez más tranquilo y feliz.