Incumplir los términos

No resulta insólito de la administración de Juan Carlos Varela; lo que resulta insólito es que los panameños no lo previeron a la hora de elegirlo. Desde que ejerció como vicepresidente y canciller, el hoy presidente Varela indicaba cómo es su forma de actuar, pero los panameños, una mayoría que le votó como presidente, no le importó. Hoy vemos las consecuencias de una forma de gobernar muy alejada de los tiempos y los compromisos de un mandatario de la Nación. Cuando tenía que designar a dos magistrados, se encaprichó que fuesen las que él proponía. No hubo manera de que reconsiderara, aun cuando la mayoría de la población no concordaba con las escogidas. Al final; Varela provocó fue una gran decepción de las propias nominadas y un desgaste innecesario para esas mujeres y sus familias. Pero en lugar de proponer otros dos nombres inmediatamente, jugó al cálculo político porque se juzgaba a su enemigo. No importaron los términos, así ha quedado hasta hoy con uno de los magistrados, el que sirvió para sus propósitos en su momento. Decidió nombrar al reemplazo de uno de los magistrados y lo consiguió, aun cuando este venía de las filas del panameñismo. Ahora, a pocos días de dejar el poder, quiere que se le ratifiquen magistrados, miembros de la junta directiva del Canal, fiscal y otros cargos más. Y si la Asamblea se niega, entonces es la culpa de los diputados o que el nuevo mandatario va a tener en sus manos el control de muchos cargos. Ojalá que se legisle sancionando severamente cuando un presidente no cumpla con las funciones encomendadas, para que la experiencia con Varela jamás vuelva a pasar.