• 10/01/2016 01:00

Comunidad Latinoamericana, “hub” financiero

Dedicado a dos meritorias compatriotas, Isabel de Saint Malo y Ana Matilde Gómez

DDedicado a dos meritorias compatriotas, Isabel de Saint Malo y Ana Matilde Gómez. Comencemos por asumir que nuestros problemas son más políticos que económicos y que, comparativamente, los segundos son menos severos gracias a nuestra posición geográfica, al Canal y al haber ‘casado' nuestra moneda con el dólar desde el inicio de la República.

Pensemos, además, que podemos ser incluso un verdadero modelo para el mundo contemporáneo si enrumbamos nuestra educación pública a base de una estricta selección y capacitación de nuestros futuros educadores y una más justa distribución de la riqueza futura del Istmo.

Convengamos igualmente que Bolívar no estaba equivocado cuando hace doscientos años, exactamente, en La Carta de Jamaica, visualizaba que ‘el Istmo de Panamá fuera para nosotros lo que el de Corinto para los griegos'. Y, que todavía en el siglo XXI no resultará probable alcanzar el aún más ambicioso sueño del Libertador, cuando manifestó en 1815: ‘Acaso sólo allí podrá fijarse algún día la capital de la tierra, como pretendió Constantino que fuese Bizancio la del antiguo hemisferio'. ¿Por qué, entonces, no considerar una ambiciosa iniciativa continental por parte de la presente Administración Varela-de Saint Malo, a base de buenas relaciones y sana amistad con todos los países, ya que el mayor problema de nuestro país no es económico? ¿Acaso no ha sido la posición geográfica, aunada a nuestra vocación internacional y la estabilidad financiera, lo que ha permitido el exitoso ‘hub' aeronáutico de COPA? Con ese ejemplo edificante, redoblemos ahora el apoyo financiero internacional.

Abracemos proyectos necesarios y aprobados conjuntamente con nuestros hermanos Iberoamericanos. ¡Con la debida investigación científica, a base de la Ciudad del Saber y la natural factibilidad económica, pongamos manos a la obra! Se trata de otro ‘hub', esta vez científico-cultural. Estudiemos las mejores fórmulas para un trato preferencial en Hispanoamérica primero, con la posible inclusión después de Brasil, a la producción de todos los países del área. Se trataría de eliminar o reducir al mínimo el impuesto de introducción, como una aproximación a la integración. ¿Acaso no ha sido esto, precisamente, el ideal de nuestros padres fundadores?

Desde cuando ya exilado escribí mi libro, bajo el título de Los Estados Unidos del Norte y los Des-unidos del Sur (Paralelismo Histórico y Lecciones en Teoría Política), expresé en las conclusiones del Capítulo IX, lo que ahora traigo a colación:

A) Cuando se vislumbraba el final de las campañas militares en pro de la Independencia, el 6 de mayo de 1821, se instaló el trascendental Congreso de Cúcuta, para adoptar la Constitución que regiría la Gran Colombia, lo que constituyó un paso definitivo hacia la integración latinoamericana.

B) Ya a la hora de la Independencia en el Sur de América, uno de los objetivos básicos era la Libertad de Comercio.

C) Las ambiciones caudillistas y la dificultad de las comunicaciones, al igual que las diferencias entre quienes preferían el federalismo o un gobierno central fuerte, darían al traste con el ideal de la integración.

D) Se fraccionarían, igualmente, los territorios que en el extremo Sur vinieron a ser Argentina, Uruguay y Paraguay.

E) Y, se pospondría para una época más civilizada, políticamente, el ideal de Miranda, Bolívar y San Martín de una Hispanoamérica unida, política y económicamente. Esto, evidentemente, de cara a un futuro cuajado de promesas y bonanza.

F) Se hace indispensable e inaplazable inculcar en la mente de nuestro hombre común del Sur del Continente, el deseo ferviente de elevarse espiritual y materialmente.

ABOGADO Y ESCRITOR

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