• 05/03/2011 01:00

Laxante que sanea al PRD y... ¿panameñistas congos?

Si hay elementos de juicio que acreditarle al mandatario Martinelli, o a los que se creen verdaderos genios del matraqueo politiquero, e...

Si hay elementos de juicio que acreditarle al mandatario Martinelli, o a los que se creen verdaderos genios del matraqueo politiquero, es el reconocer que en un par de años han contribuido a que este pueblo tome conciencia de lo que es la doble moral y el total irrespeto por la voluntad popular.

Entre otras cosas la demostración de una indolencia ilimitada y la convicción de que hay que generalizar en el sentido de que todo mundo es susceptible de degradarse a cambio de prebendas o unos dólares más, sacuden el ánimo de muchos hombres dignos que hay en nuestra sociedad, tal como lo sentenció Martí al decir que ‘cuando hay muchos hombres sin decoro, hay otros que en sí tienen el decoro de muchos hombres’.

Si bien es cierto que el festín de tránsfugas que vergonzosamente muestran aquellos que, precisamente, carecen de principios de integridad, patriotismo y lealtad hacia las clases mayoritarias, causa alarma entre la gente sensata de incuestionable probidad; también es cierto que este hecho constituye una especie de laxante que cura de impurezas el organismo, tal como ocurre con el cuerpo enfermo del ser humano.

El purgante aplicado por quienes detentan el poder está librando de células inservibles al partido mayoritario y se anticipa una victoria pírrica de los compradores. A la hora de la verdad los electores, como siempre ha ocurrido sin que llegue el escarmiento, votarán en secreto, no por los que se han puesto en la lista de los mercaderes, sino por aquellos que escrupulosamente toman distancia de la maledicencia.

Y si el Partido Revolucionario Democrático (PRD) ve mermar de sus filas a la escoria oportunista que contribuyó a su desastrosa debacle en las últimas elecciones, otro partido multitudinario con raíces de un caudillismo carismático, el Panameñista, también ha sido tocado por la avaricia de aquellos que creen llegada la hora de perpetuarse en las alturas, premunidos del enorme caudal monetario que ha comenzado a despertar suspicacias de su procedencia, a raíz de las sensacionales revelaciones que, gracias a la magia cibernética, ha regalado al mundo el famoso WikiLeaks de Julián Assange. Para perfeccionar el control absoluto de un cuerpo legislativo que cada vez más se empantana más en el desprestigio, el mismo ardid de mercadeo ha estado pasando filas de ese colectivo, otrora poderoso, hacia el padrón partidista del mandamás de turno.

Pero lo sucedido con el panameñismo tiene de vuelta y media a los analistas que no atinan a responder las interrogantes que plantea una conducta, supuestamente tozuda, o puerilmente ingenua, que fluye de labios de quien muchos creyeron que tenía dotes de liderazgo, por figurar como tal, a nivel de mandos superiores de dicho partido.

La conformación de una pareja boboré que viaja por el mundo como gemelos siameses, vendió la idea de la desconfianza y/o el temor de ‘mejor tenerlo a mi lado, no vaya a ser que por irme para Sevilla, pierda la silla’. Una alianza pegada con saliva, emanada de las directrices imperiales y consumada en los aposentos de la embajada, supuso para los que jamás acabarán mentalmente de destetarse o descolonizarse, una especie de seguro de vida eterno o garantía de que este pueblo se aguanta todo lo que se le ocurra a quienes lo creen incapaz de levantarse frente a sus opresores.

Declarar públicamente que no hay la intención de los aliados, que tienen la sartén por el mango, de desconocer el compromiso pactado en la sede yanqui y, que se respetará el acuerdo de no reelección del ungido, ha sido interpretado por panameñistas de vieja data, como la evidencia irrefutable de que realmente aquellos que ya orquestaron toda una maniobra politiquera, con el fin de seguir siendo cabeza de león, ven, en sus compañeros de viaje a unos verdaderos ‘congos’, destinados a continuar ‘per sécula seculorum’ como cola de ratón.

*PERIODISTA.

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