- 25/08/2011 02:00
Hábitat y los límites del planeta
ROTARIO E INGENIERO.
E ntre más la gente conozca acerca del hábitat natural, más entenderá su abrumadora dependencia y los efectos en su entorno. A través de la historia, las personas han intentado darle forma a la naturaleza para acomodarla a las necesidades humanas. Estos esfuerzos fueron originalmente dirigidos a proteger a los individuos y las comunidades de los estragos de la naturaleza. Ahora la situación ha cambiado: la alteración del hábitat natural amenaza la naturaleza y a su vez, a la Humanidad misma.
Los seres humanos, en todas partes, deben apreciar plenamente que ellos son parte de la naturaleza. Equipada con esta conciencia, la Humanidad puede —y, desde mi punto de vista, debe— tomar los pasos para preservar y restaurar los ecosistemas naturales y crear ambientes que sean sostenibles y satisfactorios. La administración del uso del suelo es una herramienta clave para este fin. Poner esto en ejecución no es fácil. Los empresarios y los profesionales, amparados con sus derechos de propiedad privada, van siempre a darle el uso a la tierra que más convenga a sus intereses económicos.
Desarrollos habitacionales, centros de compras, carreteras y una gran cantidad de otros desarrollos han procedido sin respeto alguno por el medio ambiente y la relación humana con el mismo. Como resultado, la contaminación ambiental continúa creciendo y es cada vez más difícil de controlar; la diversidad biológica se destruye en la medida en que los hábitats son fragmentados o eliminados; una interminable y caótica expansión de urbanizaciones empaña la belleza escénica.
La escala del impacto humano sobre el globo terrestre es cada vez más aparente; hemos extinguido especies a una tasa que rivaliza con las grandes extinciones de pasados tiempos geológicos; hemos contribuido a una rápida acidificación oceánica. Todo esto se vuelve parte de nuestra responsabilidad social.
No es tarea fácil encontrar una solución, pero estoy seguro de que una nueva dirección tendrá que ser encontrada. Un más amplio entendimiento de la naturaleza y de la propiedad privada será necesario.
El público tiene un interés legítimo en prevenir usos de propiedades privadas que puedan hacer daño a la base del recurso natural.
Nuestro país debe articular claramente los valores de la tierra, o propiedades, que son de interés público y que puedan trascender los intereses de la propiedad privada. Hemos llegado a una etapa planetaria insostenible, donde jugamos con procesos duramente alambrados a la escala del sistema global de la Tierra.
La Humanidad ha traspasado los límites de seguridad, por lo menos en dos áreas: pérdida de biodiversidad y la disponibilidad de nitrógeno gracias a los fertilizantes modernos. Y, desafortunadamente, muchos de los procesos afectan a otros también, porque cruzando una frontera hacemos más vulnerable a otras.
Colaboración del Club Rotario de Panamá.