El ático

¿ Por qué siempre los mismos? ¿Será que no saben vivir de otra manera o... de otra ‘cosa’? Ver siempre a los mismos candidatos a puestos de elección, elegidos y reelegidos, que han recorrido diferentes cargos de elección popular, despierta algunas incógnitas. ¿No saben hacer más nada que vivir de la política? ¿No hay nadie más, quizás más apto, que pueda ocupar esos puestos? ¿A parte de las dádivas de campaña y las promesas de nombramientos, becas y ‘salves’ si ganan, y que olvidan una vez ganan, qué más evalúan los electores? Todas las respuestas son tristes, desoladoras y llaman a la reflexión y a exigir, si alguien escuchar, que se desista de los eternos candidatos, cuya presencia en ciertos casos resulta, además de ofensiva, desalentadora para las nuevas generaciones... y para todos.