• 06/03/2013 01:00

Objetivos del Milenio, tareas pendientes

Durante las últimas décadas los Estados de la región han disminuido el número de personas que vivían en la pobreza. La extrema pobreza d...

Durante las últimas décadas los Estados de la región han disminuido el número de personas que vivían en la pobreza. La extrema pobreza disminuyó en casi 10 puntos, mientras que el empleo aumentó en cantidad y mejoró en calidad. Sin embargo, persisten rémoras que perpetúan desigualdades y mecanismos de exclusión, tal como se revela en la rigidez de las brechas productivas con poca movilidad social en grupos de baja productividad.

El cumplimiento de los Objetivos del Milenio (ODM) en el 2015, implica la reducción a la mitad la proporción de personas que viven en la indigencia y padecen hambre, así como lograr la educación primaria universal, promover la igualdad de género, reducir la mortalidad infantil en dos tercios y la mortalidad materna en tres cuartos. Desafortunadamente la cantidad de personas que viven en la indigencia sigue aumentando, mientras persiste la sensación de incertidumbre y falta de consensos relevantes para enfrentar la erradicación de la pobreza.

El desafío implica lograr un crecimiento sostenido a tasas elevadas para cerrar brechas estructurales y generar empleos de calidad; cambiar los patrones de consumo y producción con sostenibilidad ambiental, y garantizar la igualdad sobre la base de una estructura productiva más convergente. Por tanto, el Estado precisa recuperar su rol en la promoción de la inversión para impulsar el crecimiento, la redistribución y la regulación mediante políticas industriales, macroeconómicas, sociales y laborales.

Consultores de organismos internacionales coinciden en que la desigualdad es uno de los mayores obstáculos para que los países de América Latina y el Caribe logren cumplir con los ODM. La alternativa sigue siendo canalizar los recursos en las políticas públicas, con la mayor eficacia posible hacia el logro de las metas, a modo de asegurar que aquellos sectores más vulnerables participen del bienestar que ofrece la democracia.

Para Navi Pillay, Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, las nuevas metas de desarrollo deben incluir los derechos políticos y civiles. Los derechos universales incluyen no solo estándares esenciales mínimos de servicios para todos, sino también libertad de disfrutar de garantías de seguridad personal, participación política y acceso a la justicia. La inclusión de los derechos políticos implica acabar con la discriminación, asegurándose que el desarrollo sea inclusivo, y que todos los resultados del proceso de desarrollo refuercen la posición de los menos aventajados.

No hay que ser gurú del Banco Mundial para concluir en que la reducción de la desigualdad debe ser una prioridad política, precisamente porque conduce a la inestabilidad, no podrá existir un verdadero y pleno desarrollo sin igualdad. No es posible potenciar el avance del país sin una propuesta que promueva el cambio hacia una redistribución progresiva del ingreso. De acuerdo a CEPAL el empleo es la llave maestra para salir de la pobreza y lograr la igualdad, como pilar fundamental para conseguir el progreso económico y social de los países de nuestra región.

Para enfrentar los déficits institucionales es necesario que funcionen las políticas económicas y sociales adecuadas con instituciones fuertes; que haya capacidad de gobernabilidad, de gestión, de eficacia del Estado, un estado de derecho y transparencia en las reglas del juego. Pero también inversiones en salud para fortalecer la protección social y robustecer la institucionalidad social como estrategia para alcanzar los ODM con igualdad. Sin progresos visibles en materia de salud difícilmente habrá avances en el resto de los Objetivos.

Panamá es uno de los países de la región latinoamericana con mayor dinamismo en su economía, pero a pesar de sus elevados niveles de crecimiento, la generación de riqueza no ha repercutido con intensidad en el mejoramiento de las condiciones de vida de la población pobre. El PNUD ha destacado que Panamá tiene posibilidades de avanzar en el cumplimiento de los ODM a través de la integración de políticas sociales, económicas y ambientales, incorporando los principios de desarrollo sostenible con estrategias y acciones relacionadas con cada objetivo. El examen de los indicadores revela que el país está en una trayectoria positiva hacia el logro de las metas. No obstante, persiste la desigualdad en zonas rurales y comarcas indígenas para lo cual el Gobierno, la sociedad civil y demás actores económicos deben trabajar conjuntamente en estrategias adecuadas para alcanzar los ODM.

Disfrutamos de una democracia madura y según pronósticos del FMI y CEPAL seguiremos creciendo gracias a las actividades del Canal de Panamá, la zona de libre comercio de Colón y el sector de la construcción. Sin embargo, como otros países de la región nos enfrentamos a la paradoja de tener ingresos altos con mala distribución de la riqueza. En la antesala de las elecciones del 2014, el principal desafío de las propuestas electorales será impulsar intercambios en múltiples frentes, políticos, económicos y de cooperación para afianzar la prevención de conflictos internos. Los ODM han sido un compromiso global para sacar a mucha gente de la pobreza, pero se precisa tomar en cuenta los derechos políticos y civiles.

ABOGADO-ANALISTA INTERNACIONAL.

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