La situación de los productores de tierras altas

  • 14/05/2017 02:00
Investigación realizada con un grupo de estudiantes en tierras altas de la provincia de Chiriquí tiene el objetivo de conocer las condiciones de los productores

La realidad del sector primario en Panamá tiene muchas interrogantes que aclarar, por lo cual un grupo de estudiantes de maestría de la Universidad Interamericana de Panamá (sede de La Chorrera), emprendieron un proyecto de investigación que implicó conocer los siguientes tópicos:

1- Determinar los niveles de oferta y demanda de la producción de productos sensitivos, ya sea por las importaciones o el control de precio (papa, cebolla, tomate, etc.), que son producidos en tierras altas.

2- Conocer los costos operativos de las distintas producciones, con la finalidad de evaluar la fijación de los precios.

3- Evaluar los diferentes canales de distribución, considerando el acceso y el posicionamiento de dichos productos en el mercado (entrevista a comerciantes del mercado de abastos (20 en total) y a comerciantes del mercado público de La Chorrera (9 en total).

4- Considerar los gustos y preferencias, como también la conducta de los consumidores de estos productos (esta medición se hizo a los consumidores, o sea unos 239 encuestados cara a cara, ubicados en los principales supermercados seleccionados en las ciudades de Arraiján y La Chorrera (el Xtra de Arraiján, El Tajonaso de Vacamonte, el Rey de Vista Alegre, el 99 de Juan Demóstenes Arosemena, El Pueblo de Avenida Libertador, el Rey vía Nicolás Solano, el 99 de El Coco y el Xtra de El Coco), además a 68 consumidores ubicados en abarroterías de distintos corregimientos de estos dos distritos.

LA INVESTIGACIÓN

La investigación se inició el pasado 12 de enero, con el diseño de la investigación cuyo proceso metodológico incluye obtener información primaria de productores, comercializadores y consumidores, como también información secundaria en textos, informes y estadísticas nacionales.

En el cronograma del estudio se estableció la visita a tierras altas del 27 al 29 del mes de enero, con la finalidad de evaluar la oferta, los costos y la fijación de los precios del productor a los intermediarios.

Esta visita integró a los estudiantes y a productores de Cerro Punta y Caisán, en donde se conocieron los aspectos antes expresados de productos como tomate, cebolla y poroto, entre otros.

El estudio confirma las apreciaciones vertidas por parte de los productores, los cuales consideran que debe mantenerse la ley de oferta y demanda como el instrumento de política económica de mercado para garantizar el proceso, ya que productos como la papa y la cebolla tienen una demanda elástica, lo cual hace que cuando se disminuye el precio de ambos productos, se tiende a incrementar los ingresos de los productores; lo contrario se observa en el caso del tomate y el poroto, al tener una demanda inelástica, al disminuir el precio, los ingresos de los productores se reducen.

LOS EFECTOS DE LAS IMPORTACIONES

Otro tema planteado por los productores es el viacrucis que deben sufrir por las invasiones de productos importados que distorsionan el mercado, afectando sus rentabilidades y la oportunidad de hacer negocios, premisa que se valida con un dato relevante en el cual del total de los comerciantes entrevistados, el 41.4% solo compran productos importados, dejando claro que la producción nacional tiene cada vez menos importancia, considerando que estos mercados son una pequeña parte del sistema de comercialización de productos agrícolas en Panamá.

LAS OPINIONES DE LOS ACTORES

Para el jefe de operaciones de la ANEF, Raúl Quiel, este sector debe tener las políticas claras para mantener al productor en el campo. Solo esta empresa ofrece trabajo a más de 200 personas, que reciben en promedio $12 por día, con sus respectivas prestaciones. Producen una variedad de productos, tales como papa, lechuga, apio, etc., que compiten con los importados o que están dentro de los regulados, lo cual afecta el buen desenvolvimiento de la empresa agrícola, ya que los costos cada día crecen y hacen insostenible esta producción.

Uno de los elementos importantes a destacar es lo expresado por Ariel Ríos (director de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Chiriquí, en el momento de la entrevista), en su rol como productor, es que los pequeños productores o minifundistas no tienen recursos para aplicar tecnologías que mejoren los rendimientos económicos durante todo el año (sistema de riego, invernaderos, etc.) y al vender los productos no cuentan con contratos que fijen los volúmenes y solamente se fijan los precios, lo cual es una desventaja para los mismos.

EL CASO DE LA PRODUCCIÓN DE TOMATES

Ahora bien, también se entrevistó a Cornelio Guerra, el cual utiliza tecnología para producir el tomate en la Finca de Boquete y que trasladará a Cerro Punta, donde tiene infraestructuras de invernaderos, pero no a ese nivel.

Él produce tomate todo el año, en consecuencia de tener un sistema de riego que es controlado por una computadora que dosifica la cantidad de agua a la planta, considerando el nivel de iluminación que se obtiene del sol. Cuenta que al iniciarse en este tipo de producción, no logró información de ningún ente estatal y que ha tenido que experimentar con variedades de tomate para obtener los rendimientos económicos aceptables y mejor calidad del producto. Su principal fuente de información proviene de productores en Guatemala.

Los beneficios obtenidos por el productor de tomate con alta tecnología representan alrededor de 19 veces más que los obtenidos por los productores tradicionales, considerando la fijación de precio a $ 0.30 en marzo pasado por el IMA, lo cual manifiesta que, de no tener apoyo del gobierno, los productores minifundistas, para mejorar tecnológicamente, la crisis continuará hasta que los mismos dejen de producir, considerando que al pasar el tiempo los costos seguirán aumentando y lo único que garantiza la optimización de los mismos es el mejoramiento en el proceso productivo. (Estas son las ecuaciones de maximización del beneficio del productor con alta tecnología, IT=2,539.3q+53.571q2+42,900 y CT=677.15q+14.285q2 + 27,280; mientras que las ecuaciones de los productores tradicionales son las siguientes; IT= 901.71q+445.71q2+30, 816 y CT=781.49q+386.29q2+26, 707).

LAS LECCIONES APRENDIDAS

Como economista y al analizar estos aspectos productivos en conjunto con los estudiantes, permitió conocer que los productores desean seguir aportando a la oferta de alimentos del país (conduce a tener una cadena de valor significativa entre proveedores y clientes), mantener la empleomanía en el área para evitar la emigración a las ciudades y que requieren de estrategias nacionales bien definidas por parte del gobierno para satisfacer la demanda agregada que se ha dado con el incremento de la población y sus ingresos, en los últimos años.

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