Ricaurte Vásquez: ‘La administración pública debe mejorar los procesos para hacer negocios en Panamá'

Actualizado
  • 13/09/2019 02:01
Creado
  • 13/09/2019 02:01
En 2016 Ricaurte Vásquez, administrador del Canal de Panamá, ofreció una entrevista a nuestro grupo editorial compartiendo su visión sobre las alternativas de crecimiento sostenible para el Istmo

El pasado 5 de septiembre, Ricaurte Vásquez tomó posesión como nuevo administrador del Canal de Panamá. El ejecutivo que fungió como ministro de Hacienda y Tesoro, luego de Planificación y Política Económica durante los ochenta y posteriormente ministro de Economía y Finanzas en 2004, fue también el primer panameño director de finanzas del Canal y posteriormente subadministrador y presidente de la Junta Directiva de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP). En 2016 y desde nuestro grupo editorial, abrimos las páginas de la revista Portada para una entrevista exclusiva con el economista, para quien, en aquel entonces, los retos en materia de educación representaban ‘una necesidad urgente e impostergable para permitir que panameños aspiren a mejores oportunidades de empleo'. Compartimos la reproducción fiel de aquel encuentro.

¿Para qué porcentaje de la población es buena noticia el crecimiento del 6% que se prevé para Panamá en el 2016?

Sin duda que 6% de crecimiento para la economía panameña es una buena noticia especialmente si lo comparamos con situaciones en las que economías como la de Brasil o Venezuela presentan tasas negativas. Sin embargo, el crecimiento del producto interno bruto de un país hay que verlo dentro de un contexto más amplio. No todos tenemos los mismos requisitos de alimentación para mantener nuestra actividad diaria; unos necesitan más que otros, lo mismo sucede con las economías de los países, de las empresas o nuestra economía personal: para mantener nuestro estándar de vida, para generar más empleo algunos países requieren tasas de crecimiento muy altas para lograr nuevos puestos de trabajo. Consideremos por un momento la generación de empleo como un camino para generar bienestar. Panamá viene de doce años de crecimiento superior al 7.5% anual. Es sin duda la economía de mayor crecimiento en el continente durante este período. En estos doce años la población ocupada ha aumentado en más de 550,000 personas y por ello el desempleo en Panamá disminuyó a sus niveles más bajos registrados en los últimos 50 años al disminuir el desempleo a casi 4%. Pero el crecimiento económico no es un objetivo por sí mismo, es el vehículo a través del cual se debe lograr el mejoramiento social de todos los panameños. La otra cara de la moneda es el hecho de que uno de cada cinco panameños vive en condiciones de extrema pobreza, con lo que 6% de crecimiento no le llega a poco más del 22% de la población panameña, particularmente en las áreas rurales y zonas indígenas del país. Rendir culto al crecimiento económico como el propósito esencial es ignorar la razón misma de las ciencias económicas. El crecimiento es el vehículo idóneo para generar bienestar humano y es ese bienestar el verdadero fin, mientras que el crecimiento es uno de los caminos para alcanzarlo.

Es común decir que Panamá tiene una economía en crecimiento, pero la riqueza está muy mal distribuida. Somos un país rico con muchos pobres. ¿Estamos condenados a esa paradoja?

Parece una pregunta de filosofía económica. Sin embargo, la respuesta corta es que ningún país está condenado a esa paradoja de la misma manera que en principio ningún individuo está condenado a la pobreza y a la marginalidad. Todo ser humano aspira al bienestar, al éxito y a la superación. La superación individual es más probable en un país con crecimiento económico donde existan las oportunidades para una vida decorosa. Las personas que migran de sus países o lugares de origen nos ofrecen un testimonio de esta realidad. Sin embargo, es necesario establecer normas que permitan la superación personal, preserven oportunidades de crecimiento y mejora social como económica. Hay empresas, organizaciones y países que han sido exitosos en hacer crecimiento participativo. Panamá es un país líder en infraestructura portuaria o de transporte marítimo, cada panameño tiene en promedio más de dos celulares. Pero conjuntamente con estos indicadores de modernidad, Panamá ostenta uno de los niveles más bajos de educación, de hecho, una tercera parte de su fuerza laboral no ha terminado educación secundaria. El problema de la educación no es electoralmente atractivo y, por tanto, no es prioritario en los planes de gobierno que se presentan de tiempo en tiempo. Los panameños demandamos salud y educación, pero lo que se suministra son hospitales y escuelas que sin personal quedan como monumentos a la mala gestión y el desgreño. La educación es por sí un tema más amplio que lo que la presente entrevista permite. En términos de países significa que el Estado tiene la responsabilidad de velar porque todos sus ciudadanos tengan las oportunidades, que las leyes se cumplan de igual manera para todos, que los sistemas de mérito sean parte integral de la cultura y la conducta de todos. Pero si, por el contrario, la sociedad está encaminada al oportunismo, al ‘juega vivo' o al corto plazo, los resultados vendrán por accidente y los beneficios serán también de corto plazo.

¿Qué áreas de la economía necesitan atención prioritaria?

La administración pública puede mejorarse por lo menos en tres aspectos específicos: la cantidad de procesos requeridos para hacer negocios en Panamá va en aumento y muchos de estos procesos son manuales, con lo que se encarece hacer negocios en el país. Un segundo aspecto guarda relación con el riesgo país y la situación de las finanzas públicas, particularmente el método de contabilidad del sector público y el registro de ciertas inversiones públicas de bajo retorno económico y el endeudamiento relacionado con los mismos. Y el tercero, el deterioro de la infraestructura, que es responsabilidad del Estado, particularmente la de transporte, agua potable y alcantarillado. Finalmente, la atención al adulto mayor representa una demanda creciente de servicios sociales diferentes a los necesarios para atender una población más joven. En 2003, el 5.7% de los panameños tenía 65 años o más. Estos grupos dependen de pensiones calculadas con un costo de la vida significativamente inferior al actual. En otros casos no tienen el beneficio de pensiones para lo cual se ha diseñado un programa de subsidio como ‘100 a los 70'. Este tipo de subsidios, como la mayor parte de los subsidios, es un indefinido e ilimitado, por lo que se espera que represente un monto creciente del presupuesto por el simple hecho de que la población adulta mayor está en crecimiento. Lo segundo es que se trata de un incentivo a favor del trabajo informal.

Los subsidios en Panamá son mayores que los aportes directos del Canal. ¿Es posible cargarle a los ingresos del Canal el programa de IVM de la Caja de Seguro Social?

De conformidad a la Ley Orgánica que organiza a la Autoridad del Canal de Panamá, el Gobierno Nacional no puede comprometer los ingresos para garantizar ningún compromiso financiero del Gobierno Central o de ninguna de las entidades del Estado. Los aportes que el Canal de Panamá debe hacer al Tesoro Nacional están definidos en la ley y representan ingresos del Gobierno Central. En este momento se constituyen en patrimonio del Estado que éste puede asignar a la sostenibilidad del programa de IVM de la Caja de Seguro Social.

¿Perspectivas para 2016?

Los sectores de la economía panameña vinculados con el exterior tendrán que enfrentar un mercado de menor crecimiento: por un lado, se espera que China siga creciendo, pero a un ritmo más lento; para Brasil y Venezuela se pronostica contracción económica y se mantiene el impacto de la reciente devaluación en Colombia. Por lo tanto, el tráfico de viajeros por Panamá, las exportaciones y el cobro de las ventas hechas por las empresas en la Zona Libre de Colón demandarán un esfuerzo mayor con posibles reducciones en las ventas y un aumento en la morosidad. Las ramificaciones internas se verán en otras inversiones locales, los créditos con la banca y un posible aumento en los inventarios. La terminación de macro proyectos como la expansión del Canal y otros proyectos de infraestructura tendrán que ser reemplazados por la construcción de nuevas plantas de generación eléctrica, la nueva terminal de LNG en el Caribe y la segunda línea del metro, inversiones de infraestructura importantes para el país. La sequía que afecta el país puede modificar la matriz de generación eléctrica sustituyendo hidráulica por generación térmica, pero a los actuales costos de combustible. El sector agropecuario se verá afectado por la falta de lluvias y en consecuencia la presión a incrementar los precios de los comestibles y otros artículos de la canasta de consumo familiar. Con un pronóstico como el indicado, 6% de crecimiento para 2016, es posible que el desempleo aumente, con lo que se puede afectar el consumo y el crédito asociado con éste. Los retos en materia de educación representan una necesidad urgente e impostergable para permitir que panameños aspiren a mejores oportunidades de empleo en Panamá o en el exterior. El tema de capital humano sigue siendo una limitante importante para las empresas que operan desde Panamá como una plataforma regional. Año con dificultades, pero su balance debe ser positivo.

‘El crecimiento es el vehículo idóneo para generar bienestar humano y es ese bienestar el verdadero fin, mientras que el crecimiento es uno de los caminos para alcanzarlo'.

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