Después de la silla, el impacto de la presidencia en sus protagonistas

Actualizado
  • 18/03/2024 13:57
Creado
  • 17/03/2024 17:26
La presidencia de la República de Panamá es un puesto de gran responsabilidad, que puede ocasionar desgastes de salud. ¿Cómo lucían los presidentes del país antes y después de dejar su mandato?

Desde la invasión de los Estados Unidos, Panamá ha tenido siete presidentes, los cuales, pese a ser elegidos por un período de cinco años, poseen tantas responsabilidades, que parecieran trabajar por mucho más tiempo.

“Toda situación estresante tiene un importante costo en salud. Y la responsabilidad que conlleva ejercer el cargo de presidente es de gran importancia y, por lo tanto, puede tener efectos negativos en ella”, dijo el analista político, José Stoute, a este medio.

Ya lo mencionó José 'Pepe' Mujica, expresidente de Uruguay, tras culminar su mandato. “El poder es como cuando tienes unos zapatos nuevos que aprietan, cuando llegas a casa y te lo quitas, sientes un gran alivio”.

Los artículos 179 y 180 de la Constitución Nacional de la República, plantean que un presidente en Panamá debe realizar 24 funciones distintas, las cuales van desde el nombramiento de los ministros de Estado, hasta la sanción y promulgación de leyes.

En consecuencia, es común ver importantes desgastes físicos en los gobernantes, una vez que dejan el cargo, producto tanto de su trabajo presidencial, como de dolencias y enfermedades personales.

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El estudio 'La salud del presidente y de los candidatos presidenciales: el derecho del público a saber', desarrollado por George Annas, en 1995, alega que “mantener el equilibrio adecuado entre la privacidad médica y el derecho del público a saber puede resultar complicado cuando el paciente es el presidente”, esto porque, la medicina posee un principio legal y ético central que plantea que los médicos no deben revelar información médica privada a personas que no participen en la atención de un paciente sin la autorización del paciente.

A juicio de Stoute, cuando se habla del presidente de un país, la situación cambia “la salud de un mandatario, e incluso la de un aspirante, debe ser de conocimiento público, en especial en un país como Panamá, en que el presidente es casi un Monarca por los poderes que constitucionalmente detenta”, reflexionó.

El doctor Audiey Kao, en su estudio 'Salud y competencia mental de los presidentes' (2000), apuntó que esto debe tener ciertos límites “con el tiempo, la privacidad ha cedido terreno al derecho a saber, y ha evolucionado la expectativa de una mayor y más completa divulgación sobre la salud tanto del presidente como de los candidatos al cargo. Algunos afirman, sin embargo, que debe haber límites a la divulgación médica, argumentando que el presidente y los candidatos a la presidencia merecen un grado razonable de privacidad en lo que respeta a sus registros médicos”, agregó Kao.

En Panamá, tenemos el caso del aspirante presidencial Ricardo Lombana, quien dijo, a mediados de enero, que padece cáncer de próstata, aunque aclaró que se trata de uno “totalmente curable”, que no implica mucho riesgo. “Estoy con ganas y más fuerza que nunca”, sentenció el candidato, a través de sus redes sociales.

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