‘No hay otro tema más importante hoy que el cambio climático'

Actualizado
  • 27/05/2016 02:00
Creado
  • 27/05/2016 02:00
Para Líder Sucre, el cambio climático es como un enorme y peligroso monstruo cuya inminente llegada todos conocen

Para Líder Sucre, el cambio climático es como un enorme y peligroso monstruo cuya inminente llegada todos conocen. El problema es que su paso es tan aparentemente lento que, en lugar de prepararse, la gente se ha ido acostumbrando a la amenaza y ha vuelto a sus actividades regulares, atiende incluso urgencias, pero nada tan importante.

Hasta que un día... Tun... tun tun.... ¡Zas!... Ya es demasiado tarde.

‘Así nos pasa. Nos hemos enfocado en las cuestiones de importancia inmediata, como las guerras, la economía, y no hemos puesto atención a lo más importante que tenemos sobre la mesa'.

Porque, sostiene Sucre, es seguro que ‘nada va a afectar más a las cien generaciones de humanos que vienen por delante que el cambio climático; nada va a hacer su vida más difícil o más fácil que lo que hagamos o dejemos de hacer hoy para combatir el efecto de invernadero', sostiene el ambientalista graduado de la Universidad de Harvard y ex director ejecutivo de la Asociación para la Conservación de la Naturaleza (Ancon) y ex director ejecutivo del Biomuseo.

Sucre, quien actualmente trabaja como como director para América Latina de WWC, compañía líder en la creación de proyectos de conservación y desarrollo comunitario. cultiva su amor por la naturaleza y las aventuras desde niño, cuando su abuelo Toño Sucre le hablaba de sus recorridos por las selvas del país o de un tío que era un conocido botánico que trabajaba en Brasil.

Al mismo tiempo, sus padres lo dejaban explorar los bosques cercanos a su casa en Veracruz, especialmente Cerro Cabra, algo ‘inimaginable' hoy, pero que a él le permitió desarrollar una afinidad e interés especial por los bosques, su fauna y flora.

Es este cariño el que le lleva a afirmar que ‘los niños recién nacidos, o los jóvenes de diez y quince años, no merecen que los adultos de hoy no estemos dispuestos a sacrificarnos para mejorar la salud del planeta o para dejarles como legado al menos una parte de esa naturaleza espectacular que ha tenido Panamá.

‘Digo ‘una parte' porque ya es inevitable que vayamos a perder recursos naturales, pues las proyecciones para los próximos 35 años son imparables', afirma, reconociendo, no obstante, que ‘sí podemos evitar que la situación sea peor' .

¿POR DONDE EMPEZAR?

Creo que lo básico es formar a la gente, informarse, generar opinión, exigir que la asamblea, los reguladores, vayan buscando mecanismos para que en los próximos 15, 20, 30 años, vayamos creando un esquema que impulse a los ciudadanos, a las empresas, al sector privado, a reformular nuestros usos y costumbres de manera que nuestra huella de carbono sea lo más baja posible.

El acuerdo de París incluye la aspiración de que hacia el 2050, o el 2100 , el planeta llegue a un punto de equilibrio entre las emisiones que salen a la atmósfera y las que captura.

Panamá podría alcanzar esa meta mucho antes, pero para ello lo que haga la Asamblea resulta clave.

Me refiero a los incentivos que se logre establecer para reforestar, para proteger los bosques, para incorporar las energías renovables a nuestra matriz energética, para usar el transporte colectivo en lugar del automóvil particular.

¿QUÉ REFORMULACIONES HABRÍA QUE HACER?

Utilizar los mecanismos de mercado es fundamental. Los precios de las cosas deben establecerse de manera que tú quieras escoger algo que consuma menos combustible, que tenga menos impacto en el cambio climático y esos incentivos de competitividad los tiene que poner el Gobierno.

¿CÓMO EVALÚAS LOS COMPROMISOS CONTRAÍDOS POR PANAMÁ ANTE LA CONVENCIÓN DE PARÍS?

Los compromisos que Panamá ha entregado a las Naciones Unidas, que son voluntarios pero vinculantes, me parecen acertados. Estan básicamente relacionados con la conservación de bosques y con ir caminando hacia una matriz de energía renovable.

Uno de los puntos más importantes es el compromiso de la llamada ‘Alianza para el millón', que es un plan del gobierno y organizaciones no gubernamentales como Ancon y gremios como el de los reforestadores, para recuperar un millón de las 7.5 millones de hectáreas que tiene Panamá en bosques.

¿ESTAMOS PREPARADOS PARA ESA RECUPERACIÓN?

No tenemos las capacidades, pero estamos adquiriéndolas, que es lo más importante y más, si consideras que desde el año 2000 la ANAM había identificado que una quinta parte de los terrenos del país eran entonces tierras degradadas, es decir, tierras que habían perdido sus bosques o tierras arruinadas por el mal manejo de la agricultura, por el pisoteo del ganado, el sobrepastoreo o terrenos que nunca fueron buenos. La Alianza para el Millón intenta revertir esto a través de la aforestación (dejar que las tierras se recuperen solas) o la reforestación activa.

¿COMO PODEMOS APOYARLOS PANAMEÑOS A ALCANZAR ESTAS METAS?

Lo fundamental es que Panamá tiene una huella de carbono muy alta, bastante más alta por persona que la de Costa Rica, por ejemplo, que es un país comparable en nivel de ingreso por persona y en población. Si mi economía genera la misma cantidad de bienestar por persona que la de los ticos, produciendo mucho más gases de efecto invernadero, por deforestación, por quemar combustible fósil, hay algo que podemos aprender de los ticos. De eso se trata, de ver qué podemos hacer mejor y a nivel de país qué medidas se pueden implementación.

¿Cuál es el peor de los escenarios?

Mira, por una parte, están las olas de calorque ya estamos sufriendo pero que se van a hacer peor. Eso significa que en algunas partes del planeta la gente va a tener que vivir en espacios cerrados durante largos periodos de tiempo, porque el metabolismo humano no podrá resistir las temperaturas. Eso está pasando ya : la gente se muere, literalmente, de calor. En Panamá, vamos a sufrir eso en parte, a la vez que vamos a estar más sujeto a fluctuaciones excesivas en las lluvias o grandes sequías. También seguirá incrementándose el nivel del mar y se verán con más frecuencia inundaciones y derrumbes.

ES UN PANORAMA TÉTRICO, PERO, ¿NO HAY MÁS OPTIMISMO EN RELACIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO, DESPUÉS DEL RECIENTE ACUERDO DE PARÍS...?

Si. Después de Kioto, hubo cierto desánimo, que ha disminuido con este acuerdo último, que marca una nueva etapa. La diferencia es que Kioto era un arreglo en el que los países ricos se comprometían a actuar y los pobres hacían algo sí los ricos les daban el dinero. El acuerdo de París, en cambio , fue firmada por 196 países del mundo, desde los más pobres hasta los más ricos. Cada uno de estos países se compromete a hacer algo, de acuerdo a sus posibilidades y situación particular.

Lo que se ve como positivo es que el país que más emisiones de carbono genera, que es China, es uno de los más convencidos de que el cambio climático es real y que hay que hacer algo para irlo aminorando. China, que es un país más pobre que Panamá en ingresos per cápita, está decidido a llevar adelante acciones muy dramáticas, porque ya está sufriendo por la desertización, los tifones, cambios de climas y contaminación extrema.

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‘Las emisiones de dióxido de carbono se han duplicado en los últimos 150 años, lo que hace que el calor se acumule entre la atmósfera y la superficie del planeta',

LÍDER SUCRE

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LÍDER SUCRE

Fue director ejecutivo de Ancon y del Biomuseo. Ahora trabaja para WWC

Nombre completo: Líder Sucre.

Ocupación: Ambientalista

Resumen de su carrera: Trabaja actualmente para Wildlife Works Carbon, como director regional de proyectos de conservación y desarrollo comunitario. Anteriormente fue director ejecutivo de Ancon, del Biomuseo, y gerente ‘senior' de KPMG.

Estudios: Graduado de la Escuela de Negocios de Harvard, en Boston, Massachusets, con una maestría en en administración de empresas. Obtuvo una licenciatura en Finanzas y Economía de la Universidad de Pennsylvania.

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