José Luis Lacunza y Francisco, en abrazo de viejos amigos

Un cardenal Lacunza evasivo, entre la risa nerviosa y el paso veloz, como quien escapa de un peligro, fue el que salió de la sala Pablo VI al mediodía de ayer en Roma, tras su primer participación en el más alto foro de debate de la Iglesia católica.

El papa Francisco había decretado el primer receso del consistorio en el que el colegio cardenalicio analiza las recomendaciones iniciales para la reforma de la Curia Romana.

Antes de que comenzara el consistorio, en horas de la mañana de ayer, el cardenal Lacunza se encontró con el papa Francisco, y se dieron un abrazo de viejos amigos.

La Estrella de Panamá fue testigo del intercambio de palabras y sonrisas afectuosas entre el papa argentino y el cardenal panameño.

Francisco, quien se acercó a su nuevo cardenal con confidencias al oído, demostró sin tapujos que la suya es una amistad tejida de antaño y que ahora da sus frutos.

Al momento de su abrazo, el papa pareció acordar con el cardenal panameño un encuentro posterior en privado. Todo fue captado en video por el conjunto de periodistas de Rome Reports, con el que este diario prepara un especial de televisión que será transmitido por FETV y las páginas web del Grupo Editorial La Estrella y El Siglo.

Testigo del espontáneo encuentro entre el papa y Lacunza, el cardenal de Managua, Leopoldo Brenes, quien hizo de catalizador para eliminar las distancias físicas y acercar al obispo de David y al sumo pontífice en la sala en la que coincidieron .

El gesto cómplice entre ambos fue desenfadado y sin protocolos, marcado por la risa franca de quienes comparten pasado y futuro.

A LA SALIDA

Una batería de periodistas, al menos diez de ellos panameños, estuvo esperando la salida de los cardenales y, por supuesto, esperanzados en obtener imágenes y palabras del papa Francisco.

Pero quien salió no fue Francisco, sino José Luis. Ni siquiera miró hacia el corral donde por costumbre hacen guardia los reporteros. Saludó al oficial de la Guardia Suiza que le quedó al paso, y siguió derecho hacia la Casa Santa Marta, donde se le hospeda.

José Luis Lacunza ocupa la habitación 326 de la casa, donde también duerme el papa.

El también obispo de David todavía viste de fucsia, el color episcopal, y sobre la indumentaria episcopal lleva su inseparable hábito monacal de agustino recoleto.

No será hasta mañana cuando el papa le invista con los atuendos rojos de cardenal, confeccionados a medida solo en Roma.

INVITADOS

Entre los invitados de excepción a la ceremonia, que arranca a las 11:00 de la mañana (hora local) del sábado, 16 miembros de la familia Lacunza, originaria de la periferia de Pamplona, en el norte de España, y el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela.

En un comunicado oficial, se anunció ayer el viaje del presidente Varela a Roma, en vuelo comercial, acompañado de la primera dama, Lorena Castillo, y uno de sus hijos.

Además de participar en el Consistorio Ordinario Público de elevación de los nuevos cardenales, 20 en total, presidido por el mismo papa Francisco, Varela será recibido por el primer ministro de la República Italiana, Matteo Renzi, con el que ‘abordará los principales temas de la agenda bilateral entre ambas naciones’, según la nota divulgada sobre el viaje.

Varela se reunirá también con el secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolín, y con el papa Francisco, en audiencia privada, para tratar asuntos de la próxima Cumbre de las Américas, que se celebrará en Panamá el próximo mes de abril y que ‘gracias a las gestiones del Sumo Pontífice, contará con la participación de Jefes de Estado y delegaciones oficiales de todos los países del hemisferio, para unir esfuerzos a favor de la consolidación de la paz social y el bienestar de los pueblos, a través de la cooperación enfocada en la generación de prosperidad con equidad’, recuerda el comunicado.

El presidente Juan Carlos Varela será recibido por el papa emérito Benedicto XVI, en el monasterio Mater Ecclesiae, su residencia oficial.