¿Quién le cambió el libreto al FAD?

Veían la supervivencia segura; sin embargo, el colectivo que tenía a Genaro López como su candidato solo logró el 0.59% de los votos 

El domingo 4 de mayo iba a realizarse una fiesta en la avenida Perú. Y no era la del Partido Panameñista ni del Partido Popular para celebrar que Juan Carlos Varela sería el próximo presidente de Panamá. El festejo sería en la casa que está entre calle 32 y calle 33, la sede del Frente Amplio por la Democracia (FAD). Desde días antes, la cúpula de ese partido ya confiaba que su colectivo iba a obtener el 4% para sobrevivir por los próximos cinco años.

Pero las cosas no se dieron como en el libreto: Mientras Juan Carlos Varela empezaba a mostrarse como el más votado y Juan Carlos Navarro y José Domingo Arias se peleaban el segundo lugar (lucha que, con el pasar de las horas, se decidiría a favor del oficialista), Genaro López, el candidato presidencial del FAD, se batía con Juan Jované, candidato independiente, para quedarse en el cuarto lugar de las preferencias.

Esa noche todo salió mal: Con apenas el 0.59% de la preferencia, la batalla por el porcentaje de la supervivencia se perdió desde antes de la caída del sol y Juan Jované, un candidato sin partido, con el 0.60% y 198 votos más, sepultó al FAD al quinto lugar, solo por delante de Esteban Rodríguez y Gerardo Barroso.

¿UN PAÍS DE DERECHA?

‘No, no es un rechazo. Hubo mucha expectativa. Las participaciones de Genaro y Jované en los debates recibieron mucha aprobación’, opina el sociólogo Olmedo Beluche, al preguntarle si la desaparición del FAD se puede interpretar como un rechazo de los electores a los grupos de izquierda.

El periodista Paco Gómez Nadal, en un artículo recientemente publicado bajo el título ‘¿Qué le ha pasado al FAD en Panamá?’, comenta: ‘La ciudadanía en Panamá recibe de forma permanente un discurso hegemónico que genera una antipatía endémica a los sindicatos, a los movimientos obreros y a los partidos proletarios... Este odio a la clase propia (la obrera), la desconfianza a los líderes que no vienen de arriba y el clientelismo político como práctica cotidiana (en el que el voto busca un beneficio material directo) conforman una ecuación compleja, pero palpable’.

–Dificulto que la población en su alto porcentaje entienda qué es la izquierda– comenta el analista Edwin Cabrera–. En Panamá no hay un debate ideológico político, lo que hay es un rechazo al accionar político de las que se consideran izquierdas. Ese discurso duro y la acción política, evidentemente, no son bien vistos por la población– opina el comentarista de Radio Panamá .

Quizás por lo que comenta Cabrera, dentro del propio FAD no les agrada que los llamen izquierdistas. El presidente del colectivo, Fernando Cebamanos, al respecto indica: ‘Nosotros siempre hemos planteado que nuestras propuestas no son de izquierda en el término ideológico Nosotros somos antineoliberalismo, que es una economía, como dice el papa Francisco, que ‘mata’. Nosotros apoyamos el pleno respeto a los derechos humanos y la participación ciudadana. No es un pensamiento de derecha, claro está; pero no es exclusivo de la izquierda’.

¿QUÉ FALLÓ, ENTONCES?

El periodista Pablo Solana estuvo en la sede del FAD cuando se empezaron a revelar los resultados. En su reportaje ‘Panamá, sin lugar para los héroes’, difundido por la ‘Agencia de Comunicación de los Pueblos Colombia Informa’, el periodista retrata el sentir de los partidarios del colectivo en esos momentos y cita a un miembro del FAD, quien analizaba la situación de la siguiente forma: ‘Nunca se me olvida cuando dijimos que íbamos a desafiar a los poderosos en su terreno; bueno, estamos pagando esa osadía. Reconstruir el tejido social sigue siendo el carácter estratégico del proyecto que hemos levantado como parte de este pueblo, no hay que perder esa perspectiva’.

Para el también candidato a la alcaldía de Panamá, Fernando Cebamanos, el problema que llevó a su colectivo a la extinción fue que eran ‘un partido recién formado y, a pesar de eso, participamos en el torneo con dos meses de campaña nada más. Teníamos una estructura no puesta a prueba, débil, con escasos recursos, con la que teníamos que competir con partidos con dos años en campaña’.

Además de lo ya dicho, para Paco Gómez Nadal afirma, ‘es en la creatividad donde ha fallado el FAD’. El español considera que ‘hay mucha gente valiosa en la organización, cuadros muy bien formados políticamente, gente con probada valía en la lucha por los derechos de las panameñas y panameños. Pero orgánicamente hay una mirada muy tradicional’.

Olmedo Beluche considera que los elementos que llevaron al partido a la tumba son varios; sin embargo, ‘algunos factores dependen de ellos y otros no’. Beluche comenta : ‘Tal como se hacen las elecciones en Panamá es muy difícil entrar a ese juego del clientelismo político, compra de votos, y campañas millonarias. La izquierda no tiene esa ideología’. Empero, el catedrático también destaca ‘la falta de unidad’. Desde su perspectiva, ‘lo que hicieron mal (en el FAD), fue la falta de una propuesta unitaria entre ellos y Jované y otros sectores a los que no se nos invitó a participar y que no se sentían representados en ellos’.

Desde la óptica de Edwin Cabrera, hay una serie de elementos no electorales que incidieron en las votaciones: Las huelgas. ‘El Suntracs afectó al FAD. Más que la huelga, fue el haber paralizado las obras de ampliación del Canal’. Cabrera añade: ‘También los afectó la dirigencia educativa, a la que la gente vincula con este partido’.

¿AHORA QUÉ?

–Primero deben invitar a todos los sectores progresistas a hacer una evaluación– opina Beluche–. Un proyecto que incluya a todos los sectores de izquierda. Hay que hacer lo que no se hizo: Mostrar fuerza y lograr la unidad– indica el catedrático.

Aunque en su momento lo consideraba algo que ‘no está en nuestro panorama’, Saúl Méndez, miembro del FAD y líder del Suntracs, indicó que, de desaparecer su colectivo, tendrían que ‘hacer un balance y ver dónde estuvieron las debilidades’.

Fernando Cebamanos comenta que, hasta el momento, el tema de qué pasara con el partido ‘todavía no ha sido discutido; pero la mayoría está manifestando eso, que hay que continuar con el proyecto. Yo opino que sí’. El médico resalta que, de haber una segunda oportunidad, podrían hacer las cosas mejor, con ‘ mayor celeridad y eficacia’.

Pablo Gómez Nadal opina: ‘Sería demasiado fácil –y ridículo- achacar toda la responsabilidad del fracaso electoral a las perversidades del sistema (que tiene su cuota), a la mafiocracia (que también la tiene), o a la falta de tiempo o medios. La autocrítica sería un buen primer paso, sumar otras mentes al debate y apostarle a la osadía rebelde’.

Edwin Cabrera resalta el importante papel que tiene el FAD en la democracia y acepta que le gustaría verlos nuevamente formados: ‘ Yo sí creo que, bajo el nombre de FAD u otro, es saludable que exista un partido que represente a la izquierda. Para mi gusto, el país necesita sectores, tanto de izquierda, como de centro, y derecha. Yo tenía la esperanza de que sobrevivieran’; sin embargo, a pesar de sus deseos, el analista reconoce que el FAD tiene una situación difícil, pues, ‘pareciera que la sociedad tiene un ángulo muy diferente al respecto’. Ante esto, acepta el conductor radial que ‘ si siguen con su modelo seguirán siendo rezagados’.

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