Este evento que se vio fundamentalmente desde América, empezó sobre la medianoche de este viernes 14 de marzo y llegó a su máximo sobre las 3 de la mañana,...
- 10/12/2008 01:00
- 10/12/2008 01:00
PANAMÁ. Pese a haber transcurrido más de medio siglo de haber sido aprobada la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aún “persisten el hambre, la pobreza, la discriminación, la falta de acceso a la salud, a la educación, a poseer una vivienda digna y, más recientemente, las amenazas a nuestro medio ambiente”, dice el Defensor del Pueblo Ricardo Vargas en su mensaje de conmemoración de este histórico acontecimiento.
Este instrumento constituye, según esta autoridad, “la razón de ser de la figura del ombudsman, pues es a través de la visión de su grupo de redactores sobre la que transita nuestra labor y nuestro compromiso: la defensa y protección de los derechos humanos, conscientes de que el respeto de estos derechos aún no llega a todos los ciudadanos, ya que todavía existen personas a quienes no les son reconocidos”.
Para Vargas, muchas de las preocupaciones cotidianas de los sectores más vulnerables de la sociedad están consignadas en la Declaración, así como lo están en nuestra Constitución y en nuestra legislación.
El ombudsman se declara firmemente convencido de que el espíritu de la Declaración Universal de Derechos Humanos “toma cuerpo en la medida en que nuestra labor de protección se transfigure en labor de promoción, pues sentimos que allí está una de las debilidades de nuestra conducta actual. A través de la divulgación y la capacitación en derechos humanos es como lograremos una efectiva protección de los mismos”.
A su juicio, la Declaración es un instrumento de extraordinaria vigencia hoy, y constituye el fundamento para la edificación de toda la normativa legal, para la defensa de estos principios y aunque por sí misma no tiene carácter vinculante, ha logrado encarnar en instrumentos legales nacionales que sí lo tienen y es el elemento inspirador de nuestras acciones cotidianas.