Los muertos se olvidan, los mosquitos llegan

Los cementerios cada vez se quedan más solos. Así lo constatan a diario los trabajadores de estos espacios destinados a la última morada...

Los cementerios cada vez se quedan más solos. Así lo constatan a diario los trabajadores de estos espacios destinados a la última morada. Los que van son los mismos, dicen, y ya son personas en edad avanzada los que se acuerdan de sus muertos. ‘Ya ni siquiera vienen a los entierros, salvo si es una persona muy conocida’, lamenta un sepulturero, que intenta limpiarle un poco la cara al cementerio Amador. Pero no visitar a los difuntos no es lo peor en este negocio. ‘Tampoco vienen a pagar, tenemos que sacar cada tres años los restos. La única manera de que vengan es cuando sacan los permisos para utilizar las tumbas y ahí aprovechamos para cobrarles’, relata el administrador. Otro trabajador piensa que es porque desde que somos pequeños, los padres nos hablan de los cementerios como lugares tenebrosos, y la gente se queda con esa leyenda. Sin embargo, quien sí visitó algunos cementerios capitalinos fue el doctor Jorge Hassan, director de la Región Metropolitana de Salud. En el cementerio de Pueblo Nuevo, durante un operativo de fumigación, se detectó criaderos de mosquitos Aedes aegyptis, transmisor del dengue, que ya ha causado la muerte de 16 personas en este año. El médico recomendó que se utilicen flores artificiales y maceteros llenos de arena para cubrir las tumbas y —en caso de que comprar flores naturales— éstas deben ser puestas en floreros llenos de arena húmeda. El ministro de Salud, Franklin Vergara, ordenó la colocación de letreros en todos los cementerios del país donde se advierta del mosquito.

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