Diabetes, obesidad y presión, males que afectan al panameño

Actualizado
  • 26/03/2016 01:01
Creado
  • 26/03/2016 01:01
El estudio que adelanta el Gobierno Nacional no es alentador, pues no solo refleja la condición y las afecciones que sufren los panameños

El censo de salud que realiza la Presidencia de la República, con el apoyo del Ministerio de Salud (Minsa) y la Caja de Seguro Social (CSS), no solo ha diagnósticado la condición de salud de los panameños mayores de 40 años, sino también la condición del sistema nacional de salubridad.

Los resultados no son alentadores.

El 90% de la población mayores de 40 años sufre de alguna enfermedad, ya sea aguda o crónica y el propio sistema de salud ha sido una ‘barrera' para los ciudadanos, especialmente los que residen en las áreas rurales.

En Panamá existen un millón 300 mil personas mayores de 40 años de edad y el programa ha logrado censar 35 mil en los primeros en 12 meses de trabajo. Las cifras ya marcan una tendencia, lo cual preocupa a los encargados.

Julio García Valarine, coordinador del programa, explicó que este año la meta es llegar a las 100 mil personas, pero el programa busca cubrir el 80% del total de la población.

Durante el primer año, el censo se realizó en las provincias de Bocas del Toro, Coclé, Veraguas y Panamá Oeste, así como en el distrito de San Miguelito. Este año se cubrirá el resto del país y ya se inició en Colón, Herrera y Los Santos y en el segundo semestre en las provincias de Chiriquí, Darién, luego las comarcas y la ciudad capital.

Hasta el momento lo que se ha detectado es que el 90% de la población mayor de 40 años sufre de una enfermedad, ya sea aguda o crónica, dijo García. ‘Lo más preocupante es que el 50% sufre de una enfermedad crónica', recalcó el médico. Las enfermedades más detectadas son hipertensión, diabetes, dislipidemias y obesidad.

Al mismo tiempo que el Gobierno desarrolla este programa, la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá también lo hacía, por separado, un diagnóstico de las principales causas de muerte en el país y el resultado arroja coincidencia entre las enfermedades más comunes y las principales causas de muerte.

El estudio de la facultad, coordinado por el director del Departamento de Salud Pública Carlos Brandaris, determinó que los tumores malignos son la causa principal de muerte, seguido de los accidentes, suicidio, homicidio y otras causas violencias. Las enfermedades relacionadas con el corazón y cerobrovasculares ocupan el tercer, cuarto y quinto lugar.

FALTA DE PREVENCIÓN

García Valerine explicó que estas enfermedades ‘potencian' que las personas tengan problemas cardiovasculares, que engloban varias enfermedades y al unirse es la causa número uno de muerte.

Sin embargo, cuando se hace el desglose por causa los tumores malignos quedan en el primer lugar. La dislipidemia, que es alto grado de grasa en la sangre, es una de las causantes de los tumores malignos, indicó

El informe de los académicos resalta el hecho de las inversiones que han hecho tanto el Minsa y la CSS en infraestructuras para la atención de salud, en recurso humano especializado y tecnología. Sin embargo, cuestiona, que este esfuerzo ha sido más para el desarrollo de acciones curativas para la ‘salud perdida' y poco énfasis en las acciones a la prevención de la salud.

El censo de salud que desarrolla el Gobierno ha puesto en manifiesto esta realidad planteada por los teóricos y García Valarine lo reconoce sin matices.

‘Muchas de estas personas no tienen acceso al sistema de salud, es decir a medicamentos y laboratorios', indicó el médico al referirse a las personas censadas.

Citó de ejemplo las personas no aseguradas que viven en áreas rurales. Acuden a los centros de salud y los médicos logran detectar algunas de estas enfermedades y le ordenan exámenes y medicamentos, pero resulta que deben pagar por estos servicios y si no tienen dinero optan por no hacerlo.

‘Son pacientes que no presentan síntomas porque la enfermedad aún no se ha desarrollado y eso hace que ellos piensan que están bien', remarcó. Esto provoca que la enfermedad se agudice.

FALTA POLÍTICA SANITARIA

‘El sistema está diseñado de que si no eres asegurado y no tiene dinero, los centros hospitalarios no te hacen los exámenes, sino no pagas', se quejó García Valarine.

Pero hay otra realidad, determinada en el censo de salud, que ocurre en la que ni los asegurados se salvan. En muchos de los centros de salud y policlínicas carecen de los medicamentos que recetan los médicos y los pacientes no tienen dinero para comprarlo en las farmacias privadas.

Todas estas realidades, alega García Valarine, ocasionan una carga económica mayor al Estado. ‘Los resultados son que cuando esos pacientes tienen la enfermedad avanzada, le cuesta al Estado 100 veces más de lo que le podía haber costado si lo atiende a tiempo', dijo.

García Valarine enfoca esta realidad más en las áreas rurales y del interior del país porque es allí donde han realizado, hasta ahora, el censo. Para los académicos de la Facultad de Medicina el tema es complejo y los resultados negativos han sido diversos.

‘La situación compleja que atraviesa el sistema público de salud se exacerba en materia de seguridad del paciente y de la calidad de la atención, proceso que han sufrido un desmejoramiento progresivo, que se traducen en incidentes penosos con consecuencias fatales', señala el informe.

En las siguientes líneas hace referencia a las muertes de pacientes en la CSS por el envenenamiento masivo con Dietilene glycol, las muertes por la bacteria KPC y los fallecimientos de neonatos por ingerir medicamentos contaminados con heparina.

Garcia Valerine quiere revertir esta realidad y apuesta al censo de salud. ‘El objetivo al final es conocer el estado de salud de la población mayor de los 40 años y poder intervenir de manera oportuna', dijo.

El médico habla de dos primeras acciones que ya empiezan a desarrollarse. La primera es la creación de un sofware con la Autoridad Nacional para la Innovación Gubernamental con el listado de los pacientes diagnosticados que sea de acceso para todo los centros médicos públicos y así mantener un control de su salud.

La otra iniciativa que se adelanta es que las personas que forman parte del programa 120 a los 60, es decir la población no asegurada, deben presentan como requisitos para cobrar el subsidio, que hayan sido censado por el programa.

La medida, explicó García Valarine, es porque hasta el momento el programa no garantiza una atención integral médica de las personas, como tampoco si está tomando los medicamentos.

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‘El consumo de una dieta balanceda y un régimen de ejercicios es fundamental para mantener un buen estado físico'.

JULIO GARCÍA VALERINE,

COORDINADOR DE PROGRAMA DE SALUD

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