El Omar que conocí

Actualizado
  • 13/10/2015 02:00
Creado
  • 13/10/2015 02:00
A partir del 16 de diciembre de 1969, se consolida el proyecto político-militar bajo la dirección del designado general, Omar Torrijos.

A partir del 16 de diciembre de 1969, se consolida el proyecto político-militar bajo la dirección del designado general, Omar Torrijos. Torrijos siempre estuvo convencido de que había surgido una real posibilidad de cambiar de raíz el status de las relaciones con los EE.UU. El tema era cuánto estaban dispuestos a ceder los norteamericanos. Torrijos pasó revista a sus fuerzas, y a partir de allí estableció un plan para la liberación nacional; la descolonización y la construcción de una nación libre y soberana.

Para ello era necesaria la plena democratización del país, entendida por el nuevo acceso de vastos sectores de la población que se habían mantenido marginados.

El Estado pasó a reflejar esa composición de fuerzas. Se creó un sistema de movilización social basado en la inclusión, en la participación y las oportunidades, y un método que a su vez permitía educar políticamente a la sociedad. Hacerla partícipe y que entendiera que ese proyecto era de ellos, con ellos y para ellos, y que sin ellos no sería posible un final feliz. El papel más importante, el punto de apoyo fundamental de masas, eran las juventudes y sus organizaciones.

El proyecto político-militar transforma los cuarteles en centros de organización popular para lo que serían los representantes de corregimiento y el Gobierno organiza un complejo y costoso aparato de consulta entre las autoridades y la población. Los intentos de crear un movimiento de masas llamado ‘Nuevo Panamá' no se concreta cuando sus dirigentes ambicionan proponer un candidato presidencial al margen de los militares. Se crea un sustituto ligado al Gobierno, similar a las movilizaciones de masas, llamado DIGEDECON, como apoyo político.

Por razones que sería largo enumerar que tenían que ver con mi dirección política dentro de la izquierda social, no estuve en la lista de los exiliados. Un día recibí comunicación que Rómulo Escobar —una figura ligada a los militares— y un representante de Torrijos querían verme. Nos citamos en el antiguo Hotel Colón frente al parque Bolívar. Allí me recordaron aquella conversación —que había olvidado por completo— sostenida en 1963. Poco después volvía a conversar con Manuel Antonio Noriega y me planteó ir a Cuba con un mensaje a Fidel. Fui en la delegación de los Juegos Centroamericanos y del Caribe como masajista del equipo de natación. A mi regreso me reuní con Noriega y Torrijos y les presenté la plena disposición cubana en ayudar al proyecto de descolonización. Seguidamente Porcell, del Buró del Partido del Pueblo, inició una gira por los países latinoamericanos para explicar a la izquierda del continente lo que ocurría en Panamá. Ñan Castillo, a la sazón Director de la Caja del Seguro Social , se encargó de apoyar a los líderes estudiantiles para la reorganización de la Federación de Estudiantes de Panamá. Conrado Gutiérrez, del Instituto Nacional, muerto en accidente de tránsito en 1973, fue el principal impulsor de esa nueva relación.

El proyecto político-militar buscaba reclutar del seno de la vieja burocracia liberal a sus mejores cuadros técnicos y negocia con los principales empresarios locales un campo de relaciones y de mutuas ventajas. Se construye un consenso nacional sobre el tema de la descolonización y el recobro del Canal.

Para 1972 se ha concretado la alianza de fuerzas con el proyecto político-militar encabezado por Omar Torrijos. La Asamblea de Representantes, la Comisión Legislativa, un nuevo Gobierno, una nueva Constitución. Profundos cambios estructurales a favor de las masas populares y las capas medias y un extenso movimiento encabezado por las juventudes. Las posiciones económicas y financieras se mantienen en manos del aparato tecnócrata con capacidad de manejar buenas relaciones con los organismos internacionales. Pero Torrijos encuentra en su viejo amigo de la CEPAL, Rubén Darío Herrera, el pensador, para organizar un programa paralelo dirigido a fortalecer la participación de la población pobre y de capas medias, y al mismo tiempo robustecer la imagen de un Estado productor y participativo.

Torrijos da pasos importantes para sentar las bases de las futuras negociaciones con los Estados Unidos que se concretan primero en la reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y luego con la declaración conjunta Tack-Kisinger. Destrabado el tema de la seguridad y defensa con las autoridades militares norteamericanas, el camino se va ampliando. Empero, los acontecimientos internos en los Estados Unidos, el escándalo político del Watergate y juicio al Presidente Nixon en 1974, aminoran la marcha de las negociaciones.

Por nuestra parte, para ese entonces habíamos creado una coordinadora de organizaciones sociales de las juventudes (teniendo como fuerza principal al movimiento estudiantil y que abarcaba a las mujeres, los intelectuales, federaciones sindicales, frentes barriales, etc.) que con el transcurso del tiempo se unificaron para crear la ‘Tendencia' como corriente política dentro del proceso de descolonización.

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‘A mi regreso me reuní con Noriega y Torrijos y les presenté la plena disposición cubana en ayudar al proyecto de descolonización'.

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