- 31/10/2012 01:00
Hasta la madrugada del martes, todo ha ido bastante mejor de lo que imaginaba. Aquí, en el Fort Greene de Brooklyn, a unos 20 minutos de Manhattan, aún tenemos electricidad y agua, aunque perdimos conexión de cable e Internet. Por suerte el domingo fui al supermercado y conseguí comprar lo básico, claro, tuve que esperar mucho más que de costumbre por las largas filas. Igual, NY es una ciudad muy resistente: todavía están abiertos los ‘delivery’ chinos y mexicanos. Las calles ahora están completamente vacías y se oyen unas sirenas a lo lejos. Hay rumores de que están evacuando algunos hospitales por falta de electricidad. El lunes, cerca de las 4:00 p.m. todo se volvió negro y empezó a soplar un viento terrible que hacía que los faroles de la calle se mecieran como cipreses. Vibraban las ventanas y había un silbido permanente entre los edificios. Pero bueno, lo tomamos con buen humor.