Prevén que la economía global sufrirá en 2023 el crecimiento más débil en 40 años; Panamá lo resentirá

  • 15/02/2023 00:00
Tras la pandemia, los países todavía están pasando por un proceso de ajuste, y parte de ello ha sido un aumento en las tasas de interés que tiene un efecto de contracción en la economía
Personas caminan por la peatonal, en la ciudad de Panamá.

Los países del mundo sufrirán “en 2023 el crecimiento económico global anual más débil en 40 años”, exceptuando la crisis financiera mundial y los cierres por covid-19, arroja el informe Wealth Outlook 2023 (Outlook) en Panamá, titulado 'Roadmap to Recovery: Portfolios to Anticipate Opportunities' (Hoja de ruta a la recuperación: carteras para anticipar oportunidades), publicado por Citi Global Wealth Investments (CGWI).

¿Qué se espera en 2023? El líder de Estrategia de Inversiones y economista jefe para Latinoamérica, Jorge Amato, explicó que a nivel macroeconómico se espera una desaceleración del nivel de actividad económica relativo a 2022, generada directamente por el ajuste monetario, pero una vez que esté “cumplido” el objetivo de desacelerar la inflación, los bancos centrales deberían “volver a reducir” sus niveles de tasa de interés y eso debería generar un nuevo proceso expansivo para la economía global.

Indicó que lo expresado anteriormente es parte de todos los ciclos y no debería ser muy distinto a lo que se ha visto en el pasado, pero advirtió que como venimos de tres años de pandemia, de “reacomodamiento”, el proceso expansivo de la economía global “puede tomar algo de tiempo”.

Amato se refirió al respecto en la presentación del informe de Citi, este martes 14 de febrero, como parte de una gira de presentaciones que realiza a sus clientes privados por todo el mundo, donde expone sus expectativas para la economía global, los mercados, las recomendaciones y el posicionamiento de las carteras de sus clientes.

De acuerdo con el informe es probable que en 2023 se experimente una recesión “poco profunda” en Estados Unidos y algo peor en algunos otros lugares, como la Eurozona. También se espera una recuperación del crecimiento de la República Popular China, a medida que se relajan las restricciones por la pandemia.

Prevé que la inflación estadounidense continúe aliviándose, con un valor aproximado de 3,5% hacia fines de 2023 y que la Reserva Federal de Estados Unidos deje de subir las tasas en el primer trimestre y comience a recortarla en la segunda mitad del año. Del mismo modo se espera una baja del 10% en las utilidades por acciones globales.

Mientras que para Latinoamérica se espera podría crecer alrededor del 1% en 2023, en medio de una economía global que se desacelera; además, ven las inversiones de renta fija de Latinoamérica como un “mercado de selección de bonos” en este momento; y las condiciones para las monedas regionales pueden ser favorables en 2023, especialmente si el dólar estadounidense se debilita.

“Como los bancos centrales de la región han hecho la tarea en combatir la inflación en 2022, nuestro foco está en las políticas fiscales de cada país, así como en la dinámica sociopolítica. Las valuaciones de las acciones son atractivas en todos los ámbitos, pero el alza podría verse limitada por la incertidumbre acerca de las políticas de gasto público”, explicó Amato.

Así como la agitación del mercado global de 2022 reflejó estas condiciones de pronóstico para el próximo año, es probable que durante 2023 los inversionistas comiencen a enfocarse en la recuperación, según el estudio. Para 2023 reiteró “la sabiduría fundamental de mantener las carteras totalmente invertidas, para anticiparse a las oportunidades que esperamos sucedan”.

En términos generales se prevé una secuencia probable de oportunidades potenciales, que incluyen: renta fija estadounidense de grado de inversión a corto plazo en el contexto actual de tasas de interés más altas; posición defensiva en acciones, tales como pagadores de dividendos resilientes a medida que el mercado bajista continúa por el momento; las acciones de crecimiento no cíclico tocarán fondo antes de las cíclicas una vez que la Reserva Federal gire hacia el recorte de tasas; un punto de entrada posterior hacia acciones más cíclicas; “valor profundo” en ciertos activos y monedas no estadounidenses, una vez que el dólar estadounidense alcance su punto máximo; y ciertas estrategias alternativas para posicionarse para dificultades y otras oportunidades que surjan después de la recesión.

Perspectivas para Panamá

Según Amato, Panamá está sufriendo un poco la misma dinámica que muchos otros países del mundo. Hay un proceso de desaceleración de actividad económica, un proceso de normalización que nos debería llevar a niveles de actividad económica, demanda, consumo y producción más cercanos a los de prepandemia. “Todavía estamos pasando por todo ese proceso de ajuste, y parte de ello ha sido un aumento de la tasa de interés y esa subida tiene un efecto de contracción típicamente en la economía, eso es un poco lo que esperamos para la economía global durante 2023: desaceleración. Cada economía va a tener su dinámica, pero es difícil ver que los niveles de actividad de 2022 se han mantenido hacia 2023”, apuntó Amato.

Inflación

Sobre la inflación, dijo que ya están viendo un proceso de desaceleración, aunque todavía “no es adecuado a los ojos de la Reserva Federal”, por lo que estiman que va a “continuar durante todo este año, y eso debería darles espacio hacia fines de año para comenzar a bajar ya las tasas de interés”.

Según el economista, dado el esquema económico y monetario que tiene Panamá, que es de dolarización, la economía panameña básicamente “importa política monetaria de Estados Unidos” y esta es “restrictiva”, por lo que “esa subida de tasa de interés va a tener ese mismo efecto de desaceleración de consumo, de producción, de inversión”.

Sin embargo, esto debería ser un efecto cíclico, o sea que “no es un impacto permanente. Es una desaceleración relativa a dos años de mucho crecimiento, de rebote de la pandemia, y que en algún momento se va a nivelar cuando se estabilicen las tasas de interés en Estados Unidos y comiencen a bajar, algo que esperamos en los próximos meses; y eso también va a beneficiar de alguna forma los niveles de costos de financiamientos en Panamá y debería ayudar también a recomponer ese nivel de actividad económica”.

Amato mencionó, además, algunos aspectos para mantener la senda del crecimiento. Precisó que típicamente las recetas de crecimiento tienen que ver principalmente con una serie de condiciones generadas por los gobiernos, seguridad jurídica, estabilidad económica etc., pero también más estructuralmente de mercados laborales flexibles, inversión en educación, inversión en infraestructura.

Comentó que todos esos son factores de largo plazo que son fundamentales para el crecimiento de cualquier economía. “Esta no es una receta solo para Panamá, y son cosas que a veces políticamente son difíciles de lograr porque requieren mucho tiempo”, expresó Amato.

Finalmente, Amato se refirió a la reapertura de la economía de la República Popular China, señalando que esta “debería favorecer o amortiguar la desaceleración” no solo de Panamá, sino también del resto de las economías globales, puesto que “el comercio internacional es muy importante para Panamá, y también ayudaría continuar viendo esos flujos de comercio, de movimiento marítimo”.

El estudio también actualizó su concepto de “tendencias imparables”, señalando que los poderosos fenómenos de varios años que continúan transformando los negocios y la vida cotidiana, así como las carteras de inversión, incluyen tendencias como la digitalización, el envejecimiento de la población, la rivalidad entre Estados Unidos y China, y la transición a fuentes de energía limpias y seguras. CGWI destaca formas de buscar exposición a estas fuerzas transformadoras en las carteras.

El informe, que se publica dos veces al año, proporciona perspectivas profundas sobre la economía global y los mercados financieros para el año que comienza y más allá. El título de la última edición refleja la travesía de inversión que CGWI prevé y los pasos que en general los inversionistas deberían considerar para diversificar sus carteras.

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