Hospitales contaminan la quebrada San Cristóbal

Actualizado
  • 01/04/2015 02:00
Creado
  • 01/04/2015 02:00
Los expertos advierten que el río registra niveles de contaminación por encima de los valores permitidos

La quebrada San Cristóbal, en David, Chiriquí, hace recordar la imagen del río Matasnillo unos años atrás, cuando todavía no estaba en marcha el proyecto de Saneamiento de la Ciudad y la Bahía de Panamá..

Los expertos advierten que el río registra niveles de contaminación por encima de los valores permitidos.

El biólogo ambiental Virgilio Espinoza publicará un libro sobre la calidad microbiológica del agua de esta quebrada.

Espinoza afirma que el daño es reversible y que un plan de limpieza del cauce costaría cerca de $3 millones.

El investigador señala que el mayor foco de contaminación se ubica debajo del puente elevado, en la entrada de la Universidad Autónoma de Chiriquí (Unachi).

DERRAME

Los malos olores y el color de la quebrada, según el científico, podrían deberse al derrame de la planta de tratamiento del hospital regional ‘Rafael Hernández’.

‘Todo indica que es una contaminación por agua residual, pero hay que practicar una prueba para confirmarlo’, indicó.

‘Este es un problema ambiental que está afectando a toda la población. Se requieren acciones puntuales’, dijo el catedrático Enrique Caballero.

El profesor de botánica Demetrio Miranda indicó que los residenciales ubicados en la cuenca alta vierten aguas residuales a los pequeños afluentes de esta quebrada, lo cual ha contribuido a su contaminación.

Por esa área, destaca Miranda, estaba el antiguo crematorio, donde lixiviados y aguas contaminadas iban directo a la quebrada.

Según Miranda, las aguas de los hospitales materno- infantil y Rafael Hernández continúan vertiéndose en la quebrada.

El docente considera que el saneamiento de la quebrada debe ser un esfuerzo conjunto: ‘Como ambientalista, estamos trabajando en conjunto con entidades municipales y nacionales para lograr la recuperación de este cuerpo de agua’, dijo.

HISTORIA Y NIVELES

A la fecha, no se ha podido determinar cuándo comenzó la contaminación de la quebrada San Cristóbal; no obstante, los entrevistados afirman que podría ser por los años 50, cuando se estableció, por decreto alcaldicio, un lugar denominado ‘La Otra Orilla’, destinado al depósito de la basura.

Según los cálculos de Espinoza, los niveles de contaminación son crecientes: aumentan entre 5 y 10 veces, lo que representa hasta 10 mil unidades.

En cuanto a los programas, la Vicerrectoria de Investigación y Postgrado de la Unachi aprobó la ejecución de un plan de tratamiento para las aguas residuales del centro universitario.

También se solicitó la posición de los directivos del Rafael Hernández y, en dos semanas, no hubo respuesta.

Los especialistas coinciden en que, en esta quebrada hay alta concentración de nitrato, hierro y materia orgánica (heces, amoniaco).

Los expertos advierten que la quebrada es un reservorio de bacterias resistentes a los antibióticos.

Gastroenteritis aguda, diarreas crónicas y enfermedades de la piel son algunos de los daños a la salud que traerá el contacto humano con las aguas.

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LOS DAÑOS AMBIENTALES AUMENTAN

El plan de saneamiento del cauce costará cerca de $3 millones.

La Unachi pondrá un plan de tratamiento para sus aguas residuales.

La contaminación aumenta hasta 10 mil unidades por año.

El foco más agudo de afectación esté cerca de la Unachi, sostienen docentes de ese centro de estudios. Los daños son reversibles, asegura el experto

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