Este martes 18 de marzo se llevó a cabo el sepelio del cantante panameño de música urbana Chamaco.
El artista fue asesinado de varios impactos de bala...
El panorama laboral se vislumbra aún más complicado que el tratamiento del virus. Se estima que más de 20% de la población asalariada perderá su empleo debido a la falta de liquidez en los negocios y la falta de demanda de productos y servicios causada por la pandemia. La situación requiere de liderazgo, de un diálogo profundo sobre cómo enfrentar el problema socioeconómico. Las partes discuten las posibles opciones en la mesa económica tripartita convocada por el Ejecutivo, en la que trabajan tres comisiones donde participan sindicalistas, empresarios y el gobierno. Pocos han sido los avances. Los primeros reclaman que no se sentaron para consentir cambios al Código de Trabajo, una postura casi inamovible, de la que no pretenden ceder una coma. En cambio, los empresarios alegan que serán necesarios algunos ajustes temporales para poder salir adelante de la crisis y salvar la mayor cantidad de empleos. De no llegar a un acuerdo, los sindicalistas amenazan con protestas en las calles, como ya lo han hecho frente al Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral. El asunto es delicado en la medida en que los intervinientes mantengan posturas distantes, pues lo único que causará es la profundización de una crisis en la que todos deben poner de su parte para poder superarla. ¿Hay voluntad para hacerlo? El sindicalista Abelardo Herrera, secretario general de la Confederación Unificada de Trabajadores de Panamá (CUTP), organización fundada en 2018, nos brinda un panorama de los retos que enfrenta el gobierno y la sociedad para superar la devastación de la pandemia en materia laboral.
Nosotros desde un principio dijimos que ese no era un tema de discusión, ni siquiera un apoyo para el diálogo. Es una norma que se estableció para regular las relaciones de trabajo obrero-patronales. No es como dicen muchos que la salvación está en reformar el Código, porque eso no está en discusión en estos momentos.
Nosotros, como Central Obrera, hemos planteado muchas opciones para conservar los empleos sin tocar el Código de Trabajo.
Las empresas en este país, incluyendo las transnacionales, tienen inversiones basadas en seguros y reaseguros; se preparan a futuro para cualquier situación que se dé, inclusive de crisis, ellos tienen un seguro para solventar la situación. Yo pienso que en Panamá hay que hacer frente a esta situación sin reformar el Código, aunque sea temporalmente. Hemos propuesto que el Ejecutivo, a través de las empresas de construcción y los proveedores, les pague y les dé incentivos para que se puedan salvar los empleos. No es que las reformas van a salvar a las empresas. Ese tiro, como movimiento sindical, nosotros no lo queremos en este momento.
Como movimiento sindical, nuestra posición es que el diálogo es una salida para buscar consenso, para que la crisis no la cargue el movimiento obrero. Estamos en la mesa porque creemos en el diálogo y podemos sustentar las propuestas para que se salven los empleos y sea menos traumático para los trabajadores, porque ya han pasado tres meses sin que recibamos algo, ni siquiera el bono digital del mes de abril, y los trabajadores ya han puesto su cuota de sacrificio. Quisiera plantear a la faz del país, ¿dónde está la cuota de los empresarios? El gobierno ha planteado a través de un préstamo extraordinario otorgar a la microempresa, por lo menos una parte para que pueda retornar a sus actividades y pueda asegurar los empleos en la micro y mediana empresa.
Ya hemos sacrificado estos tres meses sin sueldo.
Por algo estamos en la mesa, pero al Código laboral no le queda mucho que dar al movimiento sindical. Si hacemos historia, al Código se le han hecho cinco reformas, ya propiamente lo que le queda al movimiento sindical para cambiar es poco, qué vamos a dar si ya no le queda más al Código. Además, con esta reforma no sacamos un solo empleo, la empresa privada está planteando hacer una reforma transitoria para contratar gente en este periodo de suspensión, pero ya el gobierno está planteando que, según las estadísticas, el desempleo se elevará a un 20%.
Los empresarios, todo lo que hacen es un negocio; sino lo hacen a través de préstamos y reaseguran la inversión que hacen. Deben hacerle frente a la prestación de los trabajadores.
No. Le reitero que la gran mayoría de empresarios que trabajan con préstamos tienen un seguro y reaseguro para trabajar. Hay recursos e incentivos que el gobierno les puede permitir para tratar de salvaguardar los empleos y que se normalice la situación. No es necesario cambiar el Código porque ya no queda casi nada, sino el décimo y las vacaciones, eso es lo que queda, es poco.
Bueno, parecen posiciones radicales, pero al final llegan a un punto de encuentro que nos podemos poner de acuerdo con los empresarios.
Bueno hemos propuesto al gobierno, porque también tiene la responsabilidad como mediador, que tiene que permitir a las partes llegar a consenso, y permitir a las partes dialogar, pero no cargar a los trabajadores la crisis del Covid-19. Aquí hay muchas maneras que a través del diálogo podemos llegar a acuerdos de propuestas viables.
No, yo no lo considero un problema. Somos personas que hemos trabajado; somos personas que no tenemos puestos eternos.
Bueno, cada organización tiene su método de trabajo.
Eso no es cierto, jamás. Eso lo trabajé en un momento, eso jamás pasó. En un momento el gobierno pasado se entrometió en las decisiones internas de los movimientos sindicales, lo hizo con varias. Eso motivó que los que no estábamos de acuerdo con eso, nos separáramos. Los miembros sindicales tienen que ser aparte y no tienen que tener relación con el gobierno, el manejo de la misma organización trastoca los intereses de los trabajadores.
Nosotros no estamos en Conato, la representan 6 organizaciones que están en el diálogo. Por primera vez hemos conciliado las posturas, a pesar de las diferencias que hay. El movimiento sindical se ha unificado colectivamente y mandó el mensaje de que llegó la hora, porque no podemos estar divididos en esta situación porque va afectar al movimiento sindical.
Conato la tiene, tiene seis organizaciones en las que hay representantes de Conato.
Bueno, a la hora de tomar decisiones...
Bueno lo que pasa es que este es un diálogo ampliado, hay fuerzas sindicales en nuestro país, a nosotros nos invitaron y nosotros participamos. Tienen 6 representantes en diferentes sindicatos.
Eso es parte del movimiento sindical, ha conseguido las cosas en la calle. A la gente no le gusta que le digamos esto, pero la historia del movimiento sindical ha sido pelear en la calle porque nadie nos ha regalado nada. Si no hay alternativa...
Sí, pero usted sabe que la gente sale a la calle cuando se siente ignorada. Nosotros hemos discutido, tenemos un mes hoy y ni una coma la acepta el sector empresarial. Nuestras propuestas no son aceptadas.
Bueno, lo que pasa es que en el movimiento sindical hay organizaciones que sí hacen ese tipo de prebendas, pero en este diálogo nosotros no estamos negociando prebendas ni nada de eso. Yo no sé si habrá sindicatos en esa dirección, pero estamos en diálogo para salvaguardar los empleos de los trabajadores, no estamos para que nos den prebendas, eso no está en negociación en esta mesa.
No, y si lo tratan de insinuar nosotros seremos los primeros en salir a denunciarlo, porque con las conquistas de los trabajadores no se puede negociar; nada que ponga en peligro un solo interés de los trabajadores.
Yo no puedo aseverar eso, sé que la mesa no ha avanzado porque hay falta de voluntad y el sector empresarial ha dilatado también esto, y el gobierno los ha complacido. El sector empresarial con la Resolución 154 que los afectaba en el retorno laboral en el comité de higiene y salud se quejó, y de una vez el gobierno los llamó; el presidente (Laurentino Cortizo) y la ministra de Trabajo (Doris Zapata) se reunieron con ellos y a la semana hicieron una modificación a la resolución. Nosotros hemos planteado que por lo menos los decretos que están haciendo, pasen por la mesa, y no hemos sido escuchados.
Aquí se ha protestado desde que se decretó la cuarentena; la gente no ha parado de protestar. Y el movimiento sindical no descarta salir a protestar no solo por el diálogo, sino por los bonos. Aquí van para tres meses los trabajadores sufriendo en carne propia esta carencia.
Hasta lo que podemos nosotros; lo poquito que tiene la organización es limitado, y ante las perspectivas que tiene el gobierno, los trabajadores tienen que salir a protestar.
Si el gobierno no da respuesta, porque ha venido con bombos y platillos diciendo que dará el bono digital y hay en todo el país más de 600,000 contratos suspendidos. Cuando no escuchan las propuestas. Mira, acabo de ver a un abogado que representa al sector empresarial, planteando que para salir de la crisis de la pandemia es con la reforma al Código de Trabajo, donde se plantea reducir el ejercicio de los trabajadores y suspender las convenciones colectivas. Esas no son cosas serias. En eso el trabajador tiene dos opciones, o quedarse en su casa muriendo de hambre o salir a protestar. El trabajador va a salir a las calles, eso no lo dude.
De la Confederación no verá eso, tenga la seguridad.
Nosotros continuaremos en la mesa siempre y cuando escuchen las sugerencias que estamos haciendo, porque al momento en que sigamos siendo ignorados e irrespetados, como lo ha venido haciendo el gobierno, tenga la plena seguridad que no estaremos ahí, porque ¿para qué estar ahí si no nos toman en cuenta?
No, es para debatir las ideas, pero no se puede llamar a una mesa de diálogo y que por fuera se hagan decretos. Si yo pongo una mesa es para debatir la situación del futuro de los empleos de los trabajadores, pero si yo hago otra cosa ignorando a los que están en la mesa, no tiene sentido seguir ahí.
Nosotros no estamos de acuerdo, eso precarizaría más a los trabajadores. Estadísticamente las reformas que se le han hecho al Código han sido así. Hay trabajadores que no tienen seguridad social y no tienen prestaciones. Estamos hablando del 49% de los trabajos que son informales que no generan ningún impuesto. A nosotros nos llamaron a un diálogo, pero no para reformar el Código. Lo primero que dijimos es que no íbamos a reformar el Código.
La propuesta la hemos presentado en los cinco ejes distintos. Es una propuesta integral, pero no se puede cargar la crisis a los trabajadores. Hemos presentado propuestas viables en la mesa, pero no las toman en cuenta. Sobre los incentivos por parte del gobierno, por lo menos vemos que se ha destinado dinero para ayudar a las microempresas. Eso es una propuesta del movimiento sindical.
Los pequeños empresarios son trabajadores...
Al final son trabajadores, son microempresarios, pero son trabajadores.
No, yo considero que si alguien hace eso, sería para nosotros una traición al movimiento sindical; o todos en la cama o todos en el suelo. En el evento que eso pase, sería una traición.