- 05/03/2010 01:00
PANAMÁ. La inusual calma que reina en el Palacio Justo Arosemena se rompió ayer y hasta lágrimas hubo.
La noticia corría por los pasillos de la Asamblea Nacional y todos hablaban de destituciones injustificadas.
La Asociación de Funcionarios legislativos denunció que “comenzó la botadera con más de 30 servidores que tenían más de 15 años de servicios”.
Franklin Rivera, presidente del gremio, dijo que hay mucho temor y convocar a una acción de fuerza es imposible porque "los trabajadores están presos del miedo".
Todo se da en medio de la reciente aprobada reforma a la Carrera Legislativa, que le da poderes al presidente de la Asamblea, José Luis “Popi” Varela, para despedir a mil 200 funcionarios acreditados entre 1998 y 2008.
En el paquete de destituidos se fueron ayer 3 altos funcionarios con más de 16 años de laborar en la Asamblea Nacional y que pertenecían a la Carrera Legislativa, pero fueron desacreditados por Varela.
Se trata de Diana Arosemena, directora de Protocolo; Yali Pittí, periodista jefe de la Dirección de Medios de la Asamblea y Reina Urriola, jefa del departamento de Relaciones Públicas.
Los funcionarios cuentan que Urriola cumpliría 29 años de laborar en el Legislativo y tenía un expediente “impecable”.
Pero Varela también botó a Elena Miró, directora de Documentación y al discapacitado Pedro Brin.
El diputado opositor Leandro Ávila cuestionó que el gobierno había dicho que no botaría, pero “tiene a los funcionarios asustados”. En cambio, su colega oficialista, Víctor Juliao, opinó que los panameños tienen derecho a trabajar en el gobierno.
“El presidente decide lo que el quiere hacer, él tendrá sus razones”, alegó el diputado. En los pasillos del Palacio Legislativo se rumoraba que para hoy se entregarían 25 cartas en la Dirección de Comunicación.