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Estalla la rebelión en el Molirena; bases exigen la salida de la cúpula
- 21/11/2025 00:00
El gallo está ronco. Y dentro del Molirena, muchos aseguran que no es casualidad. El partido que históricamente ha jugado a ser bisagra en la política panameña atraviesa una crisis interna que amenaza con partirlo aún más.
Tras cosechar apenas 7,000 votos presidenciales en las elecciones de 2024 —una caída estrepitosa para un colectivo que alguna vez fue decisivo— un sector de sus bases exige que el liderazgo actual “rinda cuentas y se haga a un lado”.
Y mientras el voto se desploma, también lo hace la membresía: el partido llegó a 2024 con 84,863 inscritos, pero el último corte del Tribunal Electoral, al 13 de noviembre de 2025, registra 81,090. La caída, aunque paulatina, es sintomática de un mal mayor.
Entre ellos, Arturo González Baso, figura histórica del partido, quien lanzó duras críticas contra la actual dirigencia, a la que acusa de haber “enquistado” al Molirena en el inmovilismo y en prácticas que califica como antidemocráticas.
En conversación con este medio, González Baso no se contuvo al describir el estado actual del colectivo.
“¿Qué buscamos? Primero, enderezar la línea política del partido. Democratizar el partido, sacarlo del marasmo en que se encuentra, del silencio permanente”, afirmó.
Para el dirigente, la falta de autocrítica tras la debacle electoral revela una dirigencia aferrada al poder.
“Fuimos derrotados rotundamente. Y esa es una responsabilidad del presidente y de la junta directiva. Pero pasadas las elecciones jamás hicieron una convocatoria a los organismos internos para analizar las causas de la derrota. Una dirigencia derrotada tiene que dar paso a nuevos dirigentes”.
González Baso alude a un ejemplo deportivo para ilustrar la necesidad de asumir consecuencias:
“Si Christiansen no hubiera ganado hace dos noches el partido contra El Salvador, hoy estaría votado. Lo mismo debe pasar en las dirigencias partidarias. Cuando fracasan, deben dar paso”.
Sin embargo, según el dirigente, lejos de asumir responsabilidades, el liderazgo actual habría maniobrado para asegurarse su permanencia. Señala directamente una supuesta reforma a los estatutos del partido que, asegura, nunca fue aprobada por los convencionales.
“Dentro de esas cosas para quedarse, hicieron una modificación al estatuto y presentaron una solicitud al Tribunal Electoral diciendo que en la Convención Nacional Ordinaria del 5 de marzo de 2023 se había aprobado una resolución que autorizaba la modificación. Eso nunca se vio”, sostuvo.
González Baso explica que, de acuerdo con el estatuto vigente en el 2023, cualquier reforma debe ser aprobada por el 80% del total de los convencionales. En esa convención asistieron 495. Pero, según él, no existen pruebas de que la votación haya ocurrido.
El grupo que lidera solicitó al Tribunal Electoral (TE) el boletín correspondiente con las resoluciones de aquella convención. “El Tribunal nos certifica que jamás se emitió un boletín con resoluciones donde conste que se aprobaron reformas al estatuto”, aseguró.
La situación se complica más: tampoco existe un acta formal de esa convención en poder del Tribunal Electoral, según la documentación mostrada por González Baso. Y cuando los dirigentes opositores solicitaron la documentación al partido, lo que encontraron fue un laberinto de evasivas.
“El presidente del partido respondió que no era su responsabilidad emitir actas, sino del secretario general. Le pedimos al secretario general, Miguel Fanovic Tijerino, que las certificara. Y él nos certifica, como secretario general, que nunca firmó, nunca elaboró ni nunca vio un acta de esa convención”.
El conflicto tendrá un nuevo capítulo este martes, cuando el movimiento interno encabezado por González Baso acuda a la sede del Molirena a las 11 de la mañana para presentar formalmente una solicitud dirigida a la dirigencia del partido.
Según los organizadores, no se trata de una protesta, sino de un mecanismo formal para exigir que el gallo recupere su institucionalidad.
La solicitud incluye documentación proporcionada por el propio Tribunal Electoral y busca que el partido rectifique lo actuado. En concreto, el grupo pide que la dirigencia “enderece las cosas”, deshaga la supuesta reforma estatutaria presentada sin aval de la Convención Nacional y que su presidente, Francisco “Pancho” Alemán, “eche para atrás lo que edificó a espaldas de las bases”. Para los denunciantes, el partido cometió un “foul” y mintió a funcionarios del TE, por lo que ahora corresponde devolverle legitimidad a sus decisiones internas antes de que el conflicto escale a terrenos mayores.