Nombramiento de última hora en la Corte Suprema

PANAMÁ. Faltan trece días para que finalice el año y el Ejecutivo todavía no ha anunciado el nombre del abogado que reemplazará al magistrado Aníbal Salas en la Corte Suprema de Justicia.

Y aunque el Consejo de Ministros se reunirá hoy, si no hay pronunciamiento al respecto, otra salida sería que los ministros convoquen a un Gabinete Extraordinario, tomando en cuenta que en los últimos dos martes del año se celebrarán las fiestas de Navidad y de fin de año, respectivamente.

Lo que sí es indudable es que la carrera es contrarreloj, ya que la ratificación del nuevo magistrado debe ser sometida a un proceso burocrático y el tiempo se agota.

UN LARGO Y COMPLICADO PROCESO

Es que después de que el Gabinete designe a la persona, deberá llamar a la Asamblea Nacional a sesiones extraordinarias.

Primero le corresponderá a la Comisión de Credenciales revisar si la persona designada por el Ejecutivo cumple con los requisitos establecidos por la Ley. Posteriormente, esta Comisión deberá abrir un periodo de consultas para que los interesados puedan expresar la conveniencia o no de esta designación.

Culminado el periodo de consultas en manos de la Comisión de Credenciales, los integrantes de esta instancia legislativa deben entrar en un periodo de evaluación para determinar si la persona seleccionada es idónea para ocupar el cargo al que fue designada.

En caso de ser acogida la nueva designación, la Comisión de Credenciales remitirá al pleno legislativo la documentación para entrar en el periodo de consideración, hasta que se apruebe o se rechace la persona designada por el Ejecutivo para desempeñar el cargo.

El panorama se podría complicar si se llega a concretar lo que hasta ahora parece un secreto a voces; es decir, que el Gabinete nombre a José Ayú Prado, actual procurador de la Nación.

En otras palabras, la Asamblea tendría que entrar en una nueva corredera, porque además de ratificar al magistrado de la Corte, tendría que ratificar a un nuevo procurador.

UN MAL REGALO DE NAVIDAD

Lo cierto es que de cumplirse este vaticinio, ya muchos sectores de la sociedad civil se han expresado en rechazo de esta posible designación, la que —coinciden— vendría siendo un mal regalo de Navidad de parte del gobierno a la población, tomando en cuenta que desde su campaña política hacia la Presidencia de la República, Ricardo Martinelli prometió nombrar al frente de la CSJ a personas independientes.

NUEVAS SUSPICACIAS

En esto coincide el abogado Martín González, quien asegura que ‘la rotación de Ayú Prado no es más que un acto de gratificación por las labores realizadas hacia el Órgano Ejecutivo’.

César Ruiloba, presidente del Colegio Nacional de Abogados, afirmó que el Ejecutivo tiene hasta el 31 de diciembre para dar a conocer el nombre del nuevo magistrado; sin embargo, sería conveniente que tal designación se conozca pronto para que ‘‘haya oportunidad de evaluar a la persona’’.

Para Angélica Maytín, de Transparencia Internacional, el no someter con suficiente anticipación el nombre del elegido genera mucha suspicacia, en especial porque la decisión se dará en vísperas de Navidad, momento en que la ciudadanía suele desvincularse de la agenda pública para dedicar tiempo a sus familias.