Uno que es el grupo de Bohuslan Big Band fue en el Centro de Convenciones de Ciudad del Saber
En la plaza toca:
Porque Puma Zumix Grupo juvenil que interpreta...
PANAMÁ. Con la reelección de Sergio González Ruiz y el estreno de su nueva junta directiva, dominada por los ‘pavipollos’, el panorama del Molirena queda frente a una nueva disyuntiva en la que los ‘gallos de la vieja guardia’ o fundadores quedarían por fuera: sobrevivir o convertirse en tabla de salvación del oficialismo.
Es que sumado al cambio de directiva y las modificaciones que abren el compás para que una persona no inscrita en el Molirena pueda ser la abanderada del partido en el 2014, hay quienes se preguntan si estas movidas realmente forman parte de una ‘reingeniería’ política que apunta al próximo periodo electoral.
PRONÓSTICO DESALENTADOR
Jorge Rubén Rosas ve ‘incierto’ el futuro del partido que él ayudó a crear, en vista del frágil nicho de poder que acapara la actual dirigencia.
Con algo de nostalgia y recordando cómo se gestó en 1982 aquella iniciativa que logró inscribir un partido con miras a luchar contra la dictadura militar e ir en busca de una democracia participativa, Rosas lamenta hoy que de aquellos ideales no quede nada. ‘La dirigencia del partido se ha olvidado de los postulados para rendirse a las imposiciones de esta administración gubernamental y a lo mejor servir a una estrategia oculta de Cambio Democrático’.
De allí que presagia que en el 2014 recibirán el voto castigo por haberse apartado de los lineamientos originales.
Pero el hijo de Rosas, el diputado Jorge Alberto, tiene una postura más crítica: ‘el voto presidencial del Molirena en 2014 no llegará al porcentaje mínimo para subsistir y por eso poco pueden aportar en el caso que postulen un candidato a la alianza oficialista’.
Para el Movimiento Molirena Vive, que encabeza Lisímaco López, todo forma parte de una componenda política en la que usarían al Molirena para servir a intereses que no son los del partido: ‘los pavipollos’
serán postulados y buscarán salir por vía del residuo. Es decir, que como se postularán en alianza con CD no podrán competir por el cociente ni por el medio cociente, sólo podrían optar por el residuo en los circuitos plurinominales.
EL ‘PLAN VALLARINO’
En medio del diseño de la estrategia y la falta de un candidato presidencial contundente por el CD, el panameñista Alberto Vallarino parece convertirse en el candidato presidencial oficialista y sigue tomando fuerza ante la falta de un miembro de CD que marque en las encuestas o supere a los de la oposición.
Osman Gómez, uno de los tránsfugas que ha estado promoviendo al exministro como candidato presidencial y como la mejor opción, lo describe como ‘un hombre de una trayectoria transparente, capaz, inteligente y exitoso’.
Esta idea de candidatizar a Vallarino es interpretada por algunos gallos originales, entre ellos el diputado Jorge Alberto Rosas, como ‘la tabla de salvación de CD’. Aunque ellos (CD) se jactan de tener un abanico de aspirantes, las encuestas demuestran que no tienen propuesta sólida y capaz de medirse a los de oposición.
Pero para López, Vallarino es una opción improbable, pues es ‘un hombre meritorio que no se va a prestar a estas componendas’.
Por ahora, esta posibilidad solo son rumores. Aunque Vallarino no lo ha confirmado, tampoco lo ha desmentido.
En reiteradas ocasiones, La Estrella ha intentado comunicarse con él vía telefónica y por correo electrónico, pero no ha respondido.
Lo cierto es que a lo interno del panameñismo, el vicepresidente de este colectivo, Alcibiades Vásquez, coincide en que todo descansa en especulaciones, pues Vallarino sigue activo en el panameñismo.
MOLIRENA: ¿BARCO INSIGNIA?
Pero lejos de los puntos de vista expuestos, Arturo González Baso, del Sector Jurídico del Molirena, no comparte lo que denomina ‘premoniciones infundadas’. ¿Acaso el diputado Rosas es Walter Mercado o Madame Kalalú?, se pregunta el jurista, quien asegura que el Molirena en el 2014 será ‘uno de los partidos más votados’, y pensar en su extinción es ‘una locura’. ‘¿Cómo va a desaparecer un partido con 120 mil miembros?’. Esto —agrega— simboliza que ‘el músculo de la membresía está dándole forma a un esqueleto que existía hace dos años’ y ‘será el barco insignia’ de la alianza oficialista más que una tabla de salvación del partido gobernante.