Jornada única, alternativa a la violencia escolar

Actualizado
  • 18/02/2016 01:00
Creado
  • 18/02/2016 01:00
Desde las aulas de Udelas

El inicio de un nuevo año escolar nos impone a toda la sociedad nuevos retos tanto en el orden académico como relacional de los niños y adolescentes panameños. La Universidad Especializada de las Américas contribuye con un análisis científico de las alternativas más relevantes para enfrentar la violencia en la sociedad.

La situación de la violencia es cada día más crítica y los educadores tienen ante si grandes retos para lograr disminuir los niveles de exposición de nuestros niños y adolescentes a una sociedad cada vez más sumida en este flagelo.

El reto principal es el de mantener al estudiante motivado para permanecer en las aulas escolares a fin de alejarlo de las pandillas y malos estímulos de la calle. En las escuelas se respira un oasis de paz que la sociedad debe valorar adecuadamente. La supervisión que brindan nuestros docentes en las escuelas es actualmente suficiente, aunque puede mejorar, para prever un mejor futuro a las próximas generaciones de panameños. Es a esta educación a la que los niños y adolescentes de todo el país tienen derecho, sabiendo que es necesario insistir en la necesidad de una reforma que aumente la calidad de la educación en todos los sentidos posibles.

En este orden de ideas, es oportuno citar al Dr. Juan Bosco Bernal, Rector de UDELAS quien señaló que ‘en los directores de la escuela se encuentra una de las columnas fuertes del soporte de una buena escuela. Esta función a diferencia de la supervisión que es menos continua, es la responsable por cohesionar el cuerpo profesional de educadores, homologar buenas prácticas, orientar el diseño de actividades que estimulen los aprendizajes, evaluar continuamente los procesos y resultados de los estudiantes, identificar las debilidades, intervenir de modo organizado y oportuno en su atención y crear confianza en los alumnos y sus familias acerca de los productos del aprendizaje.'

La principal propuesta es invertir los recursos del Estado en aumentar la atención de los estudiantes, que no se queden solos, sin la presencia de un adulto en ninguna actividad del horario escolar. Que no tengan tiempo de ocio para caer en tentaciones. Mantener una disciplina asertiva y elevar la autoestima de los alumnos para que no se dejen llevar por las presiones sociales de su entorno.

El cambio de la jornada única en 156 colegios desde el primer trimestre de 2016 es una alternativa validada por la práctica de los colegios particulares y es una muy buena opción para mantener a los estudiantes el mayor tiempo posible en la escuela. Otro incentivo ha sido el mejoramiento de la beca universal para mantener a la familia más al tanto de sus hijos.

La alternativa real para la disminución del flagelo de la violencia en nuestra sociedad está en la permanencia del niño y el adolescente en la escuela, tanto en las tareas académicas como de las actividades culturales y deportivas. Es importante impulsar las nuevas tecnologías, el idioma inglés, las matemáticas, el español, las ciencias sociales y naturales entre otras asignaturas y las actividades extracurriculares para que el estudiante se forme de manera integral de acuerdo al potencial individual.

La violencia está afectando de forma alarmante a nuestra sociedad y debe ser atendida adecuadamente desde el hogar, la comunidad, la sociedad y el aula de clases con el fin de forjar un mejor futuro para las nuevas generaciones. Sin embargo, es en las escuelas (en todos los niveles) donde podemos institucionalmente, observar la actitud de cada estudiante y brindarle el apoyo requerido para una evaluación, modelación y/o modificación de su conducta en forma temprana.

Si se enfocan los esfuerzos en vigilar la conducta de los alumnos individualmente se le podrá ofrecer orientación a cada uno sobre qué hacer para tener un mayor control de sus emociones y cómo solucionar los conflictos que se les van a presentar a lo largo de toda su vida. También es importante predicar con el ejemplo y mantener como docentes siempre el control de las emociones para mejorar el clima del aula. Esto último es significativo pues el docente debe estar lo más actualizado posible de los métodos de autocontrol no sólo para apoyar al alumno sino para estar él mismo al control de sus emociones.

DECANA DE VIDA ESTUDIANTIL

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