Cincuenta años de Sociología Institucional en Panamá

Actualizado
  • 11/12/2022 00:00
Creado
  • 11/12/2022 00:00
La sociología panameña ha construido desde sus inicios, las armas de la crítica científica que le han permitido proponer y orientar la búsqueda de un orden de cohesión social y de participación inclusiva.
Cincuenta años de Sociología Institucional en Panamá

En un clásico de la sociología contemporánea –Cuestiones de Sociología—, Pierre Bourdieu manifestaba que, “cada descubrimiento de la ciencia (sociología) desencadena un inmenso trabajo de 'critica' retrógrada, que tiene a su favor todo el orden social y cuyo objetivo es volver a cubrir lo que había sido descubierto”. Inmenso contexto teórico político, que nos permite colocar los 50 años de la Sociología y de los Sociólogos en Panamá. No obstante, dual ha sido la trayectoria histórica de una ciencia que desde sus orígenes (Durkheim, Weber, Parsons, et al.) “juega” al orden; pero que también es “una ciencia que molesta” (Marx, Wallerstein, Bourdieu, et al.).

El 12 de diciembre, los sociólogos panameños celebran su día. Es el día de la sociología como disciplina científica y de su expresión profesional; es el día en Panamá de la sociología como ciencia, de la sociología como academia y de sus prácticas de intervención social desde la política pública. Una fecha que nos permitirá evaluar en adelante lo que han sido estos 50 años. Sin embargo, qué es la sociología, cómo se nos muestra, es lo que nos interesa presentar hoy.

De sociología y política

La sociología en su aproximación al conocimiento de la sociedad, no puede desconocer que este proceso instala también la política. La política como componente específico del orden social. La política como el espacio privilegiado de las instituciones que reproducen legitimando, jerarquías, identidades, prestigios y creencias. Es de cara a esta muralla de “sentidos comunes”, que la sociología panameña se ha enfrentado desde sus inicios con las armas de la crítica científica, proponiendo y orientando la búsqueda de un orden de cohesión social y de participación inclusiva.

Hacer ciencia en sociología no solo significa transformar hechos sociales en objetos de conocimientos en vínculo programático con las políticas públicas; hacer ciencia sociológica es también, producir conocimientos válidos, aun cuando no exista en la inmediato un requerimiento programático para la acción institucional o colectiva.

Los Congresos Nacionales de Sociología

En diciembre de 1975, en el marco del II Congreso Nacional de Sociología, Ricaurte Soler presentaba lo que él llamó la versión con “mayor extensión y autonomía” del artículo, “Panamá: Nación y Oligarquía. 1925-1975”. Artículo que marcaría por sus claves metodológicas, diferencias sustantivas en cómo debe entenderse científicamente, nuestro proceso de construcción Estatal-nacional. Momentos históricos que no puede ser entendidos, al margen de procesos de largo plazo que sociológicamente vinculan a los individuos, clases sociales y acontecimientos con las dinámicas estructurales de nuestra sociedad.

Este proceso de largo aliento tiene como momento constitutivo la instalación y posterior consolidación del enclave militar comercial extranjero en nuestro territorio, la “Zona del canal”. De 1904 hacia delante, según Soler, están esas tres grandes inflexiones de naturaleza Estatal-nacional encarnadas en las presidencias de Belisario Porras y la primera de Arnulfo Arias; el torrijismo (1972-1977) es según Soler, el tercer elemento que forma parte de ese desarrollo, que cierra el ciclo pre invasión de construcción estatal, con los tratados Torrijos-Carter.

Tres años después de producida la invasión de 1989, se realiza el IX Congreso Nacional de Sociología, que se convoca bajo el tema “Los Caminos de la Sociología y la Democracia”. Acontecimiento académico que intenta procesar desde la interdisciplinariedad el significado sociológico de ese evento devastador que aniquiló el Estado nacional hasta ese momento existente, e instala otro acuerdo político de naturaleza estatal.

El IX Congreso de Sociología marca una inflexión muy en importante en muchos sociólogos en el reflexionar nacional, en la medida en que afirma en la sociología académica la necesidad de desarrollar capacidad de incidencia en el imaginario colectivo e institucional sobre los temas de la agenda nacional. Es la necesidad de repensar la cuestión nacional, social y política del país, en un esfuerzo de reflexión orientada al pensamiento integrado y total, reflexión impensable sin la acumulación teórica.

El Transitismo

La sociología ha acuñado el término “imaginario social” para describir la manera como imaginamos el orden social, y a él se remiten en parte las explicaciones teóricas de las acciones sociales tanto individuales como colectivas. Es otra manera de hablar de ideología. En este sentido, cada sociedad elabora un conjunto de concepciones, creencias o definiciones que reflejan orientaciones y acciones que la instituyen como colectivo social. La política y su cultura pueden ser consideradas como parte de ese imaginario social. Descifrar las claves de nuestro imaginario político —esto es, de la ideología dominante—, es el esfuerzo sociológico que nos permite entendernos como una sociedad, cuyas instituciones modelan una forma particular de subjetividad, en temas de sociedad, poder y Estado.

Desde esa perspectiva, la sociología panameña ha intentado captar la especificidad del movimiento histórico social y político de la sociedad panameña, que como en muchas sociedades transitan desde una contradictoria modernidad dependiente, de naturaleza desigual y combinada. Las últimas décadas han acelerado procesos que abren y profundizan antiguas contradicciones y desatan nuevas.

No obstante, desde esta relación de contradicciones, la sociología panameña ha llamado la atención de una compleja imbricación de procesos, donde el “transitismo” como matriz histórica del ordenamiento social, político e inserción internacional, ha condicionado el poder, el estado, la política y el imaginario social-cultural de nuestro país; naturalizando profundas desigualdades y exclusiones.

Siendo una categoría analítica propuesta por el historiador Alfredo Castillero Calvo, la sociología panameña ha asumido el “transitismo” como la articulación económico social con predominancia comercial y financiera, orientada a la exportación de bienes y servicios, y que sirve como apéndice dependiente en distintas épocas, a diferentes polos económicos de dominación a nivel global. Sin embargo, el transitismo como cultura y prácticas se extiende más allá de su condición de “patrón de acumulación de capital”, en tanto; además de ordenar una determinada matriz económica, configura una modalidad de Estado, un determinado bloque de poder y una cultura hegemónica que conforma identidades y subjetividades.

Esa especificidad se encuentra en el “transitismo”, como la condición que fundamenta y explica la estructura económico-social, organiza el régimen político acorde a sus necesidades de reproducción interna; y hace viable y sostenible sus relaciones externas de dependencia. Hacer avanzar el conocimiento de nuestra realidad, requiere desafíos de entendimiento y de acción: Requiere asumir los “hechos sociales”, como realidades susceptibles de ser transformadas en conocimientos; conocimientos científicamente producidos con capacidad de modificar estructuras asimétricas y opresivas, fundamentos perennes del conflicto social; y, por último, dispositivos participativos que articulen, conocimientos con políticas públicas.

La colonialidad transitista

El concepto de “Colonialidad” propuesto por el sociólogo peruano Aníbal Quijano (1928-2018), caracteriza esa parte invisible de la modernidad que reproduce en lo material y lo simbólico, formas de interacción social, que organizadas por determinadas relaciones de poder; imponen modalidades de entendimiento y explicación del mundo. La “colonialidad transitista” como perspectiva conceptual para nuestro país, permite en tanto desafíos, darle sustento epistemológico a la compleja relación de componentes de nuestra realidad, que desde grandes líneas de investigación pueden organizar el conocimiento sociológico a futuro:

- Estado, Política y Democracia

- Nación, Cultura e Institucionalidad

- Sujetos, Clases y Movimientos Sociales

- Desigualdad, Poder y Política Pública

- Derechos Humanos, Diversidad e Identidades

- Sociedad, Ambiente y Desarrollo

- Modelos Teóricos, Epistemología y Tipos de Investigación

Corolario

Desde la acumulación institucional de 50 años de academia sociológica en Panamá; y con XVII Congresos Nacionales realizados, rescatamos lo que Immanuel Wallerstein (1930-2019)—expresidente de la Asociación Internacional de Sociología (1994-1998)— propone como objetivos que impulsan las tareas de la sociología a futuro.

“Pienso que nuestra tarea consiste en tres objetivos básicos e ineludibles, y en cuyo desarrollo todos debemos participar: tratar de comprender las realidades claramente; tomar decisiones morales sobre el futuro que queremos construir; y percibir las opciones políticas óptimas para obtener el resultado deseado”

El autor es Sociólogo. Docente e investigador de la Universidad de Panamá

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