Las 13 acciones de la verdad en el lenguaje no verbal

  • 07/08/2021 00:00
Conozco personas detallistas y observadoras que, sin entrenamiento previo, pueden conectarse y comprender las emociones de los demás; esto se debe a que son empáticos y conscientes del rol que juegan en la sociedad como agentes de cambio, comunicación e interacción
El lenguaje corporal dice más que mil palabras.

Cuando hablamos de lenguaje no verbal, se nos viene a la mente un gesto en particular o acciones puntuales del cuerpo, sin embargo, queramos o no, somos un libro abierto para los ojos de quienes estén entrenados o para todo aquel que está consciente del poder que tiene la comunicación asertiva, en especial si sabe observar y escuchar los detalles correctos.

Conozco personas detallistas y observadoras que, sin entrenamiento previo, pueden conectarse y comprender las emociones de los demás; esto se debe a que son empáticos y conscientes del rol que juegan en la sociedad como agentes de cambio, comunicación e interacción.

Ahora bien… ¿realmente somos un libro abierto para el mundo? En general sí, aunque hay algunos a los que, para leerlos correctamente, se necesita un nivel de concentración casi de monje budista y tener los cinco sentidos bien aplomados. Aun así, hay 13 factores que, de conocerlos y estudiarlos a profundidad, nos llevan a comprender mejor las emociones propias y de quienes nos rodean. Permítame, amigo lector, revelarle las 13 acciones que desvelan la verdad, solo la verdad y nada más que la verdad.

La postura general: en el mundo hay líderes y seguidores, dicho técnicamente: alfas o betas y, según sea el grupo donde se encuentre, sus acciones serán claramente visibles de acuerdo con la postura que adopte en momentos clave. Estar recto, encorvado, con los brazos cruzados, relajado o tenso, genere movimientos espontáneos o actuados, inmediatamente delatarán sus emociones, quiera o no.

La expresión facial: siendo el primer lugar que solemos observar en otras personas, el rostro es a veces el menos comprendido, sin embargo y gracias a las emociones, es el más delator. Ahora bien, hay personas que culturalmente son difíciles de leer y tienen rostros de piedra, y para ello los expertos contamos con una rama del lenguaje no verbal llamada “microexpresiones”. Con ellas podemos detectar detalles que a veces un ojo no experto no capta, y solo con una observación aguda se han podido capturar a mentirosos, estafadores y hasta asesinos seriales.

Los gestos ilustradores: el latino suele hablar mucho con las manos y los gestos ilustradores refuerzan el mensaje que sale de nuestra boca, en especial si el mensaje es legítimo; pero si ese mensaje no se conecta con nuestras emociones, nuestros gestos estarán sin rumbo y es aquí donde solemos ver en acción una mentira... ¿Le cuento un secreto? El cuerpo no le miente al cuerpo y, como no fuimos diseñados para mentir, estos gestos irán por un camino diferente cuando nuestras palabras decidan elegir otro.

Tono y volumen de voz: no es lo que decimos, sino el cómo. No se imagina a cuántos políticos he podido analizar con detalle cuyos tonos y volúmenes de voz delatan sus verdaderas intenciones. También he visto a periodistas que, al ser arrogantes y solo escucharse ellos y estar metidos en sus celulares, pierden momentos clave y no prestan atención a estos detalles de la comunicación en el entrevistado, perdiendo así instantes de oro para cuestionarlos y lograr la verdad. Es a través de las palabras, el tono y el volumen como se pierden o ganan clientes, inician o terminan matrimonios, se abren o cierran puertas laborales, y en los casos extremos, se preserva o pierde la vida.

Gestos manipuladores: a consciencia o no, existen gestos que solemos usar para manipular a la otra persona, estos pueden ir desde un coqueteo espontáneo y sin malicia hasta abrazos fríos y calculados. Tanto una persona normal como un psicópata pueden usarlos para fines puntuales.

Gestos delatores: estos nos han preservado como especie desde el día uno y, gracias a ellos, estamos a la punta de la pirámide evolutiva. Estos gestos pueden ser defensivos, agresivos o instintivos y todos, lo quiera o no, son involuntarios.

Ropa y accesorios: vestirnos de un color determinado, ponernos la ropa de cierto modo y el cómo nos vemos ha influido en nuestras relaciones humanas. Con ello hemos ganado adeptos, fans, detractores, envidiosos, parejas, y hasta puestos políticos. Es raro que esto lo dejemos al azar, y gracias a estos se han creado industrias de millones.

Secreto de los ojos: son las ventanas del alma y con ellos tenemos el acceso a mucha información. En estos tiempos, el celular y, sobre todo, la falta de educación y empatía, han sido los responsables de tantos problemas como sociedad y la desconexión con el mundo que nos rodea.

La distancia en acción: en tiempos de pandemia se ha puesto de moda, pero esta forma de comunicación no verbal ha estado con nosotros desde que nacimos y son pocos quienes saben guardar los debidos espacios y respetar el ajeno.

Gestos emblemáticos: cada cual es único, así como lo es una huella digital, y estos gesto nos hacer ser quienes somos. Con ellos nos formamos como individuos. En este punto, las neuronas espejo que vienen en nuestro ADN juegan un rol fundamental.

Espacio personal: sea en casa o en el trabajo nuestro espacio y su distribución habla de nuestra personalidad. Delatan lo que somos, pensamos y cómo interactuamos.

Cómo nos acercamos a los demás: hay quienes son tocones y otros detestan ser tocados, por tal motivo, el cómo interactuemos con nuestro entorno y con el resto del mundo puede delatar nuestras intenciones.

Reacciones físicas: si ha escuchado la frase “últimamente la gente está agresiva” es producto de cómo nos estamos comunicando y también habla de quiénes somos, nuestros valores y cómo reaccionamos antes hechos y momentos puntuales.

Son estas acciones las que hablan por nosotros aunque guardemos silencio, son estas las que dicen la verdad, solo y nada más que la verdad.

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