Éxito, como 'manjar de leche'

Actualizado
  • 21/09/2019 01:47
Creado
  • 21/09/2019 01:47
La receta es sencilla: a la leche entera, agregas azúcar, vainilla y lo demás... ¡revolver!

El placer de degustar este manjar puede hacerse solo o acompañado y lo mismo sucede con tu vida, con tu trabajo… con tu éxito.

Está claro que uno de los secretos para llegar a la cima es amar lo que haces y amarlo con pasión desbordante, así como cuando la cucharita cargada de manjar inunda tu paladar.

De ti depende elegir los mejores ingredientes, balancear asertivamente la receta para que todo esté en su punto; si cocinas, sabes que el exceso o la falta de algún ingrediente puede alterar el sabor.

Pero te recuerdo algo, una receta no tiene alma, es el chef quien debe darle ese toque misterioso a la receta, generalmente es: amor, pasión, excelencia, compromiso con el detalle, perseverancia, interés y dar el 200% para que el resultado final sea algo distinto. El profesional se hace artista cuando tiene valores que compartir a través de sus resultados, así como lo hace un pintor con sus cuadros. ¿Quieres ser el artista en tu área? ¿Quieres saborear el dulce sabor del éxito como un manjar de leche? ¡Anota!

Destapa el frasquito

Cuando te pones en modo “manjar de leche” y vas sacando la cuchara de la gaveta, tu paladar, tu mente y tu ser ya está degustando el sabor. Destapar el frasco y ver cómo la cuchara se hunde y sale cargada de dulce lentamente se te hace eterno, su aroma es todo un placer sin igual… ¿Ya se te antoja?

Lo mismo debes hacer cada mañana antes de ir a trabajar. Date tiempo por las mañanas elige una actividad (gimnasio, leer, bailar, cantar, hacer el desayuno, cerrar los ojos en cada sorbo de café deleitando su aroma). Todo este proceso te permitirá comenzar el día con mejores ánimos y una sonrisa.

¡Nadie se come un majar de leche molesto!

Si todas las mañanas protestas porque vas a trabajar, ¡mejor quédate en casa!

Paulo Coelho dice en su libro El Alquimista que “cuando deseas algo con intensidad el universo conspira y te lo regala…”. O sea, si maldices tu trabajo, seguro lo pierdes; y si lo amas, lograrás alcanzar las mejores oportunidades.

Disponte a trabajar. Ve a tu trabajo con la idea de que puedes hacer algo nuevo, algo creativo, y que puedes ser muy útil para la empresa y para el mundo. Estudia tu negocio, conoce tu mercado, tu cliente, tu competencia; propón, sé líder, no seas seguidor… ¡Lee! Te cuento, Santa Teresa de Jesús tiene una frase maravillosa: “Lee y conducirás, no leas y serás conducido”.

¡Si el manjar no te satisface solo, combínalo!

Generalmente una galleta es su compañera inseparable, el pan también… Recuerda, hasta el manjar más sabroso necesita ayuda.

Únete a los mejores, dale el día libre a la experiencia y aprende con ellos, arma tu equipo ideal, busca a los excelentes y no a los mediocres. Rodéate de los que quieren llegar a la cima y estarás en la punta de la montaña. Te recuerdo, el éxito del manjar de leche es que se mezcló con varios ingredientes.

Si no es manjar de leche… ¡no lo es, no te engañes!

Lo dulce de trabajar en lo que amas es que jamás tendrás que valerte de recursos engañosos para lograr el éxito y además, respetarás tu forma de ganarte la vida.

Que yo sepa, ¡nadie le pone condimentos raros al manjar para que sepa a manjar!

Roy Disney, el hermano de Walt, dice: “Cuando tus valores son claros para ti, tomar decisiones se vuelve sencillo”. Te voy a compartir algo, “tus creencias se convierten en tus pensamientos, tus pensamientos se convierten en tus palabras, tus palabras se convierten en tus acciones, tus acciones se convierten en tus hábitos, tus hábitos se convierten en tus valores, tus valores se convierten en tu destino”; Gandhi así lo expresó.

Y cierro… abre tus brazos para saborear el dulce sabor del manjar llamado vida y cuando los abras, no dejes ir tus valores.

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