El 28 de noviembre, nuestra verdadera fecha de independencia

Actualizado
  • 29/11/2020 00:00
Creado
  • 29/11/2020 00:00
La gesta separatista del 3 de noviembre se roba el mayor protagonismo del mes de la patria, sin embargo, nuestra independencia de España representa un profundo cambio en la sociedad istmeña y la forma de hacer política, no solo en el país sino en todo el continente

Noviembre empieza sus celebraciones con mucho brío. El 2 de noviembre, una romería solemne recuerda a los próceres difuntos. El día 3, que marca el inicio de la vida republicana arranca desde muy temprano con dianas y largos desfiles. Le sigue el día 4 que honra los símbolos patrios y el 5 no pasa desapercibido en Colón. Para La Villa de Los Santos, el 10 es la fecha más importante, la del primer grito, pero para el día 28, ya merma la intensidad del entusiasmo.

Grabado de la ciudad de Panamá en la segunda mitad del siglo XVIII.

Este año, pese a las circunstancias, se ha tenido más presente la fecha, pues marca la cuenta regresiva de un año para la celebración de nuestro Bicentenario, pero justamente la excusa debe impulsar a los panameños a interesarse, investigar y conocer la importancia de nuestra independencia de España.

“Si nosotros nos ponemos a pensar en qué independencia nos cambió más, como sociedad, definitivamente es la independencia de España”, sostiene la historiadora Marixa Lasso. En aquel momento, toda América, no solo Panamá, se embarcaba en un cambio muy profundo. “Pasamos, no solo de ser colonias sino de un sistema monárquico a ser repúblicas independientes. Y esa es una manera de vivir en sociedad que es completamente diferente”, detalla.

Los americanos “pasamos de ser súbditos a ciudadanos, pasamos de ser una sociedad que estaba profundamente jerarquizada donde había una nobleza, donde había artesanos y donde había esclavos, cada una con sus estamentos, sus reglas sus leyes, a una sociedad en la cual ante la ley (al menos así lo decía) todos los hombres libres eran iguales”, explica. Además, con ello se inicia el proceso de abolición de la esclavitud que culminaría unos 30 años después. “Es un cambio profundo de mentalidad”, agrega.

En términos políticos, Dejamos de ser una sociedad en la cual el soberano es el rey a ser una sociedad en la que el soberano es el pueblo. “Pasamos a ser una sociedad que se rige por constituciones y que elige a sus representantes. Es un cambio enorme en nuestra manera de ver el mundo y de vivir juntos. Es el origen de la manera de organizarnos políticamente”, establece la historiadora.

Pero estos cambios se vieron opacados por una segunda independencia, la de 1903, cuando el Istmo decidió separarse de Colombia. “Uno de los motivos es que teníamos que enfatizar que no éramos parte de Colombia”, explica Lasso. Y es que, de acuerdo con la especialista, cada vez que hay un proceso de independencia, tanto el primero de España, como el segundo, de Colombia, hay una negación de lo que vino antes, par romper ese vínculo. “En esa negación que es normal en estos procesos de la creación de una nación independiente, tú creas una nueva historia que comienza. Y eso es lo que pasó con 1903, por eso es que el Siglo XIX, se cuenta desde la opresión colombiana”.

La política del Siglo XIX

No es hasta ahora que tenemos más de 100 años de vida independiente, que podemos reevaluar la importancia de ese siglo XIX bajo un sistema político republicano, que fue muy importante para nuestra formación política, aunque no fuéramos una república independiente.

“Los políticos que surgen después de 1903 y que van a tener un enorme impacto en la formación de Panamá en las primeras décadas del Siglo XX, incluyendo a Belisario Porras, se forman en la política del Siglo XIX, son políticos del Siglo XIX”, nos recuerda Lasso.

Se reconoce a Panamá como una república joven, en el sentido de que su vida independiente arranca en el Siglo XX, pero todas estas instituciones ya estaban formadas. “De hecho, eran parte de una de las repúblicas más viejas del mundo, que es Colombia”, recalca. Las repúblicas americanas son las más antiguas. A Europa las repúblicas llegan después.

“Ahora que no tenemos que probarle a nadie que somos una nación, ya podemos analizar en profundidad ese Siglo XIX con toda su riqueza política”, indica Lasso.

Aquel momento en Panamá, como de América hispana y América, en general, fue de gran experimentación política, porque vivir bajo constituciones en el siglo XIX era nuevo en todas partes del mundo. “Y aquí, éramos de los primeros y estábamos experimentando con eso y es un momento de muchos teóricos, entre ellos, nuestro querido Justo Arosemena, que es además uno de los grandes especialistas y pensadores del sistema constitucional, y junto con él, otros que estaban pensando cómo vivir este sistema de representantes y representados”, comenta.

En ese espacio de tiempo, ya los políticos tenían sus identidades, fuesen liberales o conservadoras, que continuaron las primeras décadas del siglo XX, hasta que se fueron incorporando otros partidos.

Nuevos elementos para un panorama más completo

Para conocer más fondo este y otros períodos de nuestra historia se requiere de más historiadores que tengan el tiempo y la posibilidad de ir a investigar en los archivos. Y no es que no haya, dice la investigadora, pero no son tantos. Y esto debe hacerse porque “si no lo hacemos, repetimos las mismas cosas una y otra vez, y nos quedaremos con las mismas versiones del pasado y una cosa que hace cada sociedad es que le hace preguntas diferentes al pasado, dependiendo de qué es lo que le interese saber de su presente”, afirma.

“En este momento, tal ve las cosas que estamos viviendo nos pueden llevar a entender esos orígenes de nuestra institucionalidad”, opina. Para Panamá, el siglo XX fue una época en que nuestro principal medio económico estaba en manos de otros. Fue un momento de recuperación sobre el control de nuestro territorio -el Canal de Panamá-. “Ya lo hemos recuperado y esa realidad tal vez nos hace que nos parezcamos un poquito más al siglo XIX aunque fuéramos parte de otra república, esa vía pertenecía a esa república. Y, por más que en el siglo XIX estuviéramos bajo otro gobierno, éramos parte de ese gobierno. Éramos una región de una república. Una región con unas peculiaridades y con un espíritu fuerte”, destaca.

Para una mejor comprensión, hay que considerar que en el Siglo XIX los límites nacionales eran muy fluidos y tuvieron muchos cambios. No se establecen y no se fortalecen realmente hasta finales del siglo XIX e inicios del XX. “Muchas regiones van a cambiar: México va a perder la mitad del territorio, Bolivia va a perder una parte; las fronteras de 1821 no son las mismas que van a estar a principios del siglo XX”, y obviamente esta realidad también se reflejó en Panamá. “Hubo muchos autonomismos regionales, muchos conflictos sobre cuáles serían las relaciones entre el centro y los estados, hubo federales y centralistas; las naciones se estaban definiendo. Y Panamá fue parte de ese proceso de definición de la relación entre las regiones y el centro”, nos recuerda la historiadora.

Con la creación del Estado Federal del Istmo, Panamá se convierte en una región muy autonomista, pero cuando ese autonomismo se asfixia, resultado de la regeneración colombiana en los años ochenta, estalla la Guerra de los Mil Días tratando de recuperar esa autonomía y empieza a gestarse la independencia de Colombia.

Pero, volviendo a 1821 y la próxima celebración de nuestro Bicentenario, este puede ser un buen momento para estudiar mejor nuestra independencia. “Ha sido un suceso muy poco estudiado en Panamá y en general muy poco estudiado en todas partes porque se pensaba como una cuestión de algunos próceres aburridos y en realidad, lo que hemos descubierto es un período fascinante”, considera Lasso.

Y ha habido muchos estudios recientes, en varios países de América Latina. “Ha habido toda una ebullición de estudios sobre la independencia en México, en Argentina, Perú, Colombia, y hemos descubierto un período, colectivamente, de una enorme creatividad política donde las clases populares lejos de ser carne de cañón, participaron activamente en la conformación del estado y la república.”, destaca.

Elementos que tendríamos que preguntarnos los panameños sobre cómo sucedió la independencia en Panamá, cómo se vivieron esos cambios importantes por los diferentes grupos que estaban en el país incluyendo a los indígenas, los afros, los esclavos. El mayor pendiente, en camino hacia nuestro bicentenario es cuestionarnos más sobre nuestra historia.

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