Caspan y fundaciones que ofrecen apoyo y orientación sobre el trastorno del espectro autista

En Panamá, familiares y personas con autismo pueden buscar apoyo y orientación en instituciones como el Centro Ann Sullivan Panamá (Caspan).
Caspan y fundaciones que ofrecen apoyo y orientación sobre el trastorno del espectro autista

En Panamá, familiares y personas con autismo pueden buscar apoyo y orientación en instituciones como el Centro Ann Sullivan Panamá (Caspan). Caspan es una entidad pública y social, sin fines de lucro, dirigida por un patronato, que ofrece recursos, servicios y apoyos para la población con condición de autismo y otras condiciones de discapacidad cognitiva, sus familias y la comunidad. En el lugar “se capacita a las personas con condición de autismo y otra discapacidad cognitiva severa, se educa a las familias para que puedan convertirse en los mejores padres-maestros de sus hijos, se capacita a los profesionales, a las familias y a la comunidad en el currículum funcional-natural y se desarrollan acciones de investigación, innovación tecnológica y educativa”, asegura el Centro en su página web.

La Fundación Enséñame a Vivir es otro grupo que puede orientar a quien solicite información. Su misión es la atención de personas con autismo por medio de programas que le permitan integrarse a la sociedad de forma productiva. Fue fundada en 2010, empezó a operar en 2012.

Otra opción de apoyo y orientación es la Fundación Soy Capaz. “El nombre de la fundación fue escogido, dándole voz a las personas con autismo que nos quieren decir que son personas capaces y que desean oportunidades que nosotros les hemos negado por desconocer el potencial que tienen, fijándonos más en sus debilidades que en sus fortalezas”, anota la fundación en su sitio web. Está enfocada en la educación de los adultos con autismo. En el año 2006 en el comedor de su casa, Dabaiba Conte de Nilipour contrató una maestra para que iniciara con tres jóvenes adultos, ya graduados de secundaria, el primer taller de bisutería.

Para 2007 los talleres se trasladaron a una nueva sede en San Francisco donde se abrieron cursos de arte, actividades de la vida diaria, lenguaje y educación física. En el año 2011 abrió el único Centro para Adultos con Autismo dándole continuidad a los estudios de estos talentosos jóvenes y brindándoles actividades sociales y recreativas para evitar que se aíslen y pierdan las habilidades ganadas en la etapa escolar. Luego de nueve años, la fundación se traslada a su sede actual en Altos del Romeral.

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