La difícil edad de la adolescencia

H oy más que nunca los adolescentes se encuentran en riesgo de cometer fechorías, muchos de ellos ya participan en actividades peligrosa...

H oy más que nunca los adolescentes se encuentran en riesgo de cometer fechorías, muchos de ellos ya participan en actividades peligrosas en detrimento de su salud y bienestar. Como padres, Uds. pueden prevenirlo. Sus pensamientos, palabras, conductas y ejemplo harán la GRAN diferencia y ejercerán un impacto positivo para toda la vida en sus hijos.

Creo firmemente que se pueden obtener resultados favorables si en casa los adultos los apoyan y orientan amorosamente. Les aseguro que si sus hijos se alejan y se encierran en sí mismos, empezarán a ser impulsivos y cometer actos riesgosos bajo la presión de sus amigos. Esto los hace más agresivos y violentos cayendo en el abuso de drogas y alcohol.

Para prevenirlo:

Fortalezca los lazos La clave radica en establecer lazos fuertes, saludables y amorosos. Empiece desde temprano y paso a paso construya confianza y respeto. Los padres exitosos han creado el ambiente y las condiciones correctas para sus niños. Cuando hay armonía y mutuo respeto entre los adultos, los niños aprenden a serlo. No pierdan la vista de todo el marco familiar, observen los conflictos que aparezcan de vez en cuando.

Sea incondicional. El amor a sus hijos implica dedicarles tiempo. Sin embargo, esto no significa que asuma el papel de amigo y no de padre. Acéptelo como es y viste; sin importar como se comporte o actúe. Cuando no es aceptado se siente inadecuado, inseguro e incompetente desarrollando baja autoestima y mal comportamiento. Anímelo a ser independiente.

Comparta tiempo. Ofrézcale buena compañía, aún pequeños lapsos de atención e intimidad producirán milagros. Así influirá poderosamente en sus hijos en lugar de sus amigos. Involúcrese en todas las áreas de la vida de su hijo con solo hacer preguntas, mostrando interés y monitoreando sus actividades y amistades. Esto le hará ver que es merecedor de su tiempo y atención.

Establezca Reglas. Establezca fuertes límites, asigne tareas en casa, observe lo que ven en la TV y señale los CDs que no pueden comprarse. Explíqueles el porqué de sus restricciones. Le respetarán por este proceso ya que el mal comportamiento tiene sus consecuencias.

Delegue responsabilidad. Permita que su hijo elija los oficios en la casa. Sin duda, habrá actividades de alto riesgo que no quiere que experimente como manejar, beber o sexo casual. Discuta con él las consecuencias de estos actos para que aprenda a evaluar las malas acciones. Déjele saber a su hijo que él puede resolver sus problemas si toma las decisiones correctas. Anímelo a que desarrolle habilidades para resolver los problemas.

Bríndele alternativas. Estimúlelos a practicar diversiones sanas para alejarlos de las conductas agresivas. Sugiérales participar en deportes como lo son: esquiar, bucear, nadar, trekking, ciclismo; e invíteles a que expandan sus habilidades mentales con libros, música, caminatas, viajes, teatros, conciertos y museos.

Conclusión. Recuerde las claves para prevenir el mal comportamiento: comparta tiempo, establezca límites, refuerce reglas y sea un modelo de padre, eso le simplificará la necesidad del adolescente de crecer y aprender. El camino para lograr la relación armoniosa con los hijos en la adolescencia es un proceso que cuesta pero también llena de satisfacciones al padre en cuanto a la madurez de los no ya tan pequeños de casa.

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