La filosofía del 'city marketing'

Actualizado
  • 26/06/2021 00:00
Creado
  • 26/06/2021 00:00
Se trata de un movimiento de venta que surge de una necesidad de encontrar una identidad propia con los recursos, valores y cualidades de una ciudad, permitiendo llegar tanto a públicos internos como externos

Partamos de esto: si la publicidad y el mercadeo deberían ser las ciencias comerciales que crean lazos emocionales que cambian vidas entre una marca y su consumidor... ¿A qué le debería sonar el city marketing? Más ahora en la pandemia, usted sabe, con ese singular bichito que reinventó el mundo.

El 'city marketing' se lleva a cabo por medio de una configuración física de la zona, resaltando su identidad, rasgos y dimensión histórica.

Estamos claros de que una ciudad donde impera el mal servicio, hay tranques a toda hora e inundaciones, donde son evidentes las calles rotas y sin alcantarillas, donde los conductores “juega vivo” tienen más poder que la policía, donde la falta de servicios turísticos de apoyo en las calles es notoria, los semáforos están descoordinados, hay ausencia de estacionamientos, ni hablar de las rampas para discapacitados, comercios invadiendo zonas residenciales, habitantes que no hablan más de un idioma está muy lejos del concepto de city marketing.

El city marketing es un movimiento de venta que surge de una necesidad de encontrar una identidad propia con los recursos, valores y cualidades de una ciudad, permitiendo llegar tanto a públicos internos como externos. Busca promocionar de manera equitativa y accesible una ciudad para construir una imagen positiva y más atrayente, y de esta manera también crear nuevos negocios y fomentar el turismo. Curiosamente, esta pandemia nos ha dado una patada brutal para recapacitar en lo que somos como ciudad para lograr el éxito en todo... en especial en sus ciudadanos.

Está claro que la ciudad perfecta no existe, pero podríamos hacer un mejor esfuerzo para encontrarla, si es que los ciudadanos y sus dirigentes, quieren crearla. Y como siempre, y aunque suene trillado, todo comienza por la educación y la cultura.

Este concepto pasa por crear una cultura de ciudad inclusiva no solo a nivel de desarrollo urbano y de infraestructura, sino cultural; con respeto y aceptación hacia el prójimo; como importantes capitales del mundo, tal es el caso de Ottawa, en Canadá, donde convergen ciudadanos de Asia, Europa y Latinoamérica en armonía, dando vida a una economía pujante.

Todo esto pasa factura, y muy dura; la primera de ellas es cuando en la ciudad se hace sentir una disminución de visitantes y cuando la oferta hotelera se agarra la cabeza con las dos manos al igual que otros renglones que viven del turismo. Y si ahora sumamos el hecho de que la industria aérea debe hacer magia para repuntar sus ventas pasado el SARS-CoV-2... ¡Vaya reto!

El city marketing se lleva a cabo por medio de una configuración física de la zona, resaltando su identidad, rasgos y dimensión histórica.

También se puede tender a la publicidad mediante un buen anuncio que resalte lo mejor de la ciudad por medio de un concepto comprensible, pero diferenciador. Se deben tener en cuenta todos los conceptos, además de las imágenes y lenguaje, de manera que lleguen a todos los que se pueda.

¿Por qué es conveniente el modelo de 'city marketing'?

Son muchas las ventajas que aporta el city marketing. Algunas de ellas son: dar mayor identidad a los ciudadanos que viven allí, incrementa los negocios y las inversiones, fomenta el desarrollo cultural y financiero, atrae el turismo y más. Por medio del mercadeo se logra un mayor valor de ciudad y país.

Colombia, Perú y Costa Rica son algunos países que apostaron por el city marketing y debido a esto, muchos prefieren pasar sus días libres en Bogotá, Barranquilla, Cartagena de Indias, Lima o San José.

El city marketing serio y de calidad comienza con mayores atractivos e incentivos para el turismo, la educación y la cultura; al hacerlo, más turistas visitan la ciudad, lo que da un mayor poderío a la zona, pero también, y muy importante, deriva en más ingresos para sus habitantes y las empresas existentes. Se crean nuevos mercados y negocios para la economía, todos accesibles y no sangrantes, y nacen nuevos inversores en la ciudad; se crean servicios variados.

Todo esto produce una nueva imagen de marca para la ciudad y sus residentes, por ende hay una mejor difusión de las ventajas comparativas de la ciudad, lo que lleva a una mejor vida para los ciudadanos.

Entendamos algo, la economía digital es una rama del árbol y puede que sea la luna de miel, pero no el matrimonio completo. Creer que porque está de moda, es lo ideal para mi marca o mi ciudad es un gran error, si no invertimos primero en cultura y educación para crear un país más competitivo económicamente hablando y accesible a todos los bolsillos.

Es una estrategia muy interesante para muchas ciudades por todas las ventajas que esto supone. Por eso, muchos países que aún siguen parados por el nuevo coronavirus ya se están acogiendo a esta modalidad, al menos en planes futuros.

Las ciudades con visión futurista lo están considerando dentro de sus planes de estado... ¿Y Panamá?

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