Humanidad

Cuando la gente habla de humildad no lo debe hacer para sí misma… es espantosamente soberbio. Según el diccionario de la Real Academia E...

Cuando la gente habla de humildad no lo debe hacer para sí misma… es espantosamente soberbio. Según el diccionario de la Real Academia Española la humildad es una virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades. Luego dice que también significa en otros contextos bajeza de nacimiento o de otra cualquier especie; o sumisión. Revisando las últimas décadas de respuestas de las participantes de concursos de belleza, me encuentro con que siempre sale a relucir esta virtud… (‘… gracias por su pregunta. ¿Puede repetirla? Gracias. Yo mostraría al mundo que las mujeres de mi país son humildes, sencillas, blah blah blah.’). A ver, desmenucemos: La bella ha querido decir alguna de estas tres cosas: que la mujer de su país conoce sus limitaciones y debilidades y obra de acuerdo con este conocimiento, que la mujer de su país adolece en general de bajeza de nacimiento o de otra cualquier especie, o que la mujer de su país es sumisa y sabe rendirse. Acerca de la Mujer panameña, quizás yo he vivido toda mi vida en un país que no conozco, porque lo único de humilde que tienen la mayoría de las mujeres panameñas es que han nacido en condiciones de pobreza (definición número dos, y a mi gusto feamente construida por los Reales Académicos). Si me pidieran hablar en un Miss Universo, frente a la ONU, o en un Concejo Extraterrestre, ni siquiera entre las primeras 20 descripciones de la Mujer Panameña diría humilde. Jamás. No sólo porque no quiero que ninguna de mis compatriotas crea realmente que es una virtud etiquetarse como limitada según los estándares de otros, y mucho menos dejar de soñar y hacer cosas de acuerdo con esta etiqueta; no sólo porque la sumisión y el rendimiento no se conjugan con mujer, sino porque, ¡por favor! ¿En qué cabeza cabe que una mujer que es papá y mamá en este país, que se aguanta las condiciones vergonzosas del transporte nacional, que sí debe enfrentar la realidad de la desigualdad de género, que sabe que la boleta no es un escudo antibalas en contra de un ex, enajenado por los celos y el alcohol, que sale a caminar, a exigir, a pelear... es humilde? Por favor. En todo caso, tiene miedo, pero no es humilde. La mujer panameña está en pleno proceso de batalla.

‘Gracias por su pregunta señor jurado No. 5, buenas noches a todos. Si yo llevara la corona de Miss Panamá a Miss Universo, me gustaría que el mundo conociera a la mujer panameña a través de mí: pudiéndoles contar un poco acerca de nuestro particular sabor tropical producto de siglos de mezclas de razas venidas de todo el planeta donde hoy en día predomina la belleza integral; de una, que brilla con un título profesional en la mano, hermosos hijos que está criando mientras baila al son del tambor con la pollera, el traje más bello del mundo…. Y mira hacia ambos océanos, sabiendo que es dueña de su futuro y artífice de sus sueños.

Muchas gracias ‘.

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