Juan Vereecken: 'Me encantaría crear un mundo de respeto, aprecio y reconocimiento entre todos'

  • 29/04/2023 00:00
El orador de liderazgo reconoce que el verdadero poder que tiene el ser humano es tomar control sobre su vida. En una conversación con el diario, explica qué lo llevó a tomar un nuevo rumbo, sus retos, logros y lecciones
Juan Vereecken resalta que lo más importante para ser un verdadero líder es tener valores, y la influencia de cada persona con los demás.

Juan Vereecken es prueba de que la vida te puede dar sorpresas buenas y malas, pero depende de cada persona, y de un verdadero líder, tomar el control de las situaciones y decidir de qué manera actuar.

Conversar con un orador de liderazgo deja muchas enseñanzas sobre quién se desea ser en la vida y es que Vereecken es un personaje de mucha energía, que refleja su amor por la vida en cada palabra y cada sonrisa que comparte con su público. A pesar de las cámaras alrededor, su mensaje es dirigido estrictamente a su entrevistador y se atreve a tomar control de la conversación de manera libre para que ambas personas disfruten de una charla a gusto.

El gurú del liderazgo agradece muchas de sus enseñanzas a John Maxwell, escritor y conferencista estadounidense con quien aprendió mucho sobre el liderazgo y una manera sana de cómo llevar su vida. Sin embargo, Vereecken también atravesó por muchos obstáculos que pusieron a prueba su determinación y su verdadero ser.

En una conversación con La Estrella de Panamá, comparte sobre el camino a tomar el poder de su vida, sus retos, enseñanzas y qué significa en realidad ser un verdadero líder.

Superando distintos obstáculos en su vida, el gurú del liderazgo en América Latina sabía que debía tomar control de quien deseaba ser.
¿Cómo se define Juan Vereecken?

Soy un hombre de 58 años, quien actualmente tiene 38 años de casado junto a mi esposa, Carla. A nuestros 20 años decidimos dedicar nuestras vidas al liderazgo de América Latina, el mundo de habla hispana. A pesar de haber nacido y vivido por 21 años en Estados Unidos, mis hijos y nietos nacieron y crecieron en México, por lo cual yo me considero más mexicano que estadounidense.

Creo que después de 10 años de estar en una búsqueda de crecimiento personal, tuve la oportunidad y el gran privilegio de encontrarme con el liderazgo y con el gurú más reconocido de esta idea de vida, John Maxwell, quien con sus libros y contenidos me enseñó a mí a entender en qué consiste esto y practicarlo en mi vida.

Muchas personas me preguntan, ¿qué es lo más difícil en el liderazgo? Mirarnos al espejo y entender que somos nuestro mayor reto es algo difícil y debemos liberarnos de eso para tomar control de nuestra vida.

Hablando un poquito sobre John Maxwell y el impacto que ha tenido en tu vida, ¿cuáles son esas lecciones que él te ha dado que destacarías?

Yo creo que el liderazgo es algo que uno capta y no algo que uno aprende. Leemos libros, vamos a conferencias, consumimos contenido sobre liderazgo, lo cual funciona como un buen arranque, pero la mejor manera de aprender sobre liderazgo es estar con líderes. Verdaderos líderes que no solo son quienes son por su nombre, título o posición, sino por su forma de ser.

Estando con John la mejor lección que recibí de él es cómo se lidera a sí mismo. Al conocerlo me di cuenta de que no esconde nada de sí mismo, es una persona auténtica, y eso te inspira confianza. Entender que todos somos personas con defectos pero podemos ser buenos lideres y esto es lo que capto de él.

¿Qué tiene Juan Vereecken de su padre y de su madre?

Mi papá es un caos (risas), pero es mi mejor amigo en este momento. A pesar de sus defectos, siempre creyó en mí y siempre decía que yo era capaz de hacer lo que me propusiera. Esto me inspiró confianza, y cuando fui creciendo, tuve esa mentalidad de que era capaz de vencer cualquier obstáculo en mi vida.

Mi mamá es una persona maravillosa y espectacular. El hecho que haya aguantado a mi padre, que tiene 81 años, es impresionante porque se merece una corona del cielo (risas). Es una mujer alegre y hermosa. Es una mujer que admiro porque ha superado grandes obstáculos en su vida.

¿En qué crees que se basa el verdadero liderazgo?

El liderazgo es influencia y la credibilidad que ganas en las personas que te rodean: La integridad, el carácter, y la forma de vivir la vida que otros puedan modelar. Muchas personas creen que el liderazgo se basa en la posición que tenemos o el título que llevamos, y claro, tener títulos no tiene nada de malo. Pero algo importante es que el título puede darte la plataforma, pero luego tú debes hacer algo con eso y llevar una vida ejemplar formada de valores.

¿Crees que se hace o se nace líder?

El líder se hace. Claro, hay personas que nacen con una personalidad que les ayuda o les da un empujón en esa dirección, pero el liderazgo se aprende. Cualquier persona puede liderar sin importar de dónde venga y eso es lo mejor de todo este tema. Las estadísticas señalan que en la vida, una persona puede influenciar a un mínimo de 85 personas. Entonces, todos podemos ser líderes porque tenemos ese poder de influencia dentro de nosotros. El tema es, ¿cómo vas a usar esa influencia? Eso se hace a través del aprendizaje.

¿Qué opina Juan Vereecken sobre el liderazgo femenino en Latinoamérica?

Ver a mujeres liderando y armándose de valor para demostrar de lo que son capaces es completamente maravilloso.

Creo que aunque un hombre y una mujer tengan el mismo nivel de educación, la mujer siempre será mejor líder. Porque ella tiene atributos natos que le ayudan en este campo que quizás el género opuesto no los tenga, y lo reconozco. El mundo está abierto para todos y en una sociedad donde las mujeres han tenido que luchar para poder estar al lado de un hombre, ellas lo han hecho y lo han logrado. Han superado tanto y me encanta poder ayudarlas y enseñarles a levantarse para darse cuenta de que pueden lograr tanto o más que un hombre.

¿Crees que el liderazgo femenino contribuye a la economía en Latinoamérica?

Basado en lo que acabo de ver aquí, si quitamos a las mujeres, yo creo que este país no va a funcionar (se ríe). Te doy de ejemplo a mi esposa y a mí. Carla tiene un rol y un papel que juega en nuestra familia, y yo también, pero debemos de entender que al final somos un equipo. Siempre hablamos de eso, somos un equipo hasta cuando tenemos nuestros desacuerdos.

Me encantaría crear un mundo en el que hubiese ese nivel de respeto, aprecio y de reconocimiento del uno al otro. Al fin de cuentas, estamos aquí juntos, ¿por qué pelear?

¿Cuáles son esas lecciones que la vida te ha dado y te han marcado, que te gustaría compartirles a tu público y a tus seguidores?

Como jóvenes soñamos con el futuro de nuestra vida, pero ella nos lanzará una curva en algún momento que estropee nuestros planes. Armamos ideas de todo lo que queremos en nuestra vida, pero hasta ahora no he conocido a ninguna persona que haya vivido lo que exactamente soñó. Vivimos en un mundo en que existen tragedias, crisis y ocurren diferentes cosas. Pero de eso se trata: el hecho que no resulta exactamente como tú pensabas, no significa que no puede ser una vida de ensueño. Y eso es maravilloso.

La vida nos enseñó esto a mi esposa y a mí. Al irnos a México para querer dedicarnos a esta nueva forma de vida con base en el liderazgo, nació nuestro tercer hijo, Timmy. A los cinco meses lo encontramos inconsciente en su cuna y después de un mes de convulsiones y complicaciones, sufrió muchos daños en su cerebro.

Los doctores nos dijeron que no podrá ver, no comerá, nunca hablará, y que vivirá su vida como si siempre tuviese cinco meses. Esto nos sacudió el mundo.

Las estadísticas nos decían que había un 93% de probabilidad de divorcio entre parejas, que nuestros hijos tendrían trastornos emocionales porque toda nuestra atención se dirigiría a nuestro hijo especial. Mi pensamiento fue: yo no quiero ser una estadística más.

Pasé de ser un hombre que no sabía cómo ser un marido o un padre, a aprender, mejorar y crecer como persona. Timmy vivió hasta los 32 años y falleció hace un año y medio. Su condición nunca mejoró, pero esto fue lo que nos impulsó a mi esposa y a mí a entender nuestro propósito de liderar y llevar una vida correcta.

Llegó a ser la herramienta que ha producido liderazgo en mi vida y que me ha dado la habilidad de tener una relación espectacular con las personas que me rodean.

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