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- 12/10/2015 02:00
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Alondra Badano tiene una mirada incisiva, pero que reconcilia con su lado más sensible: el artístico.
Dos elementos que ha sabido entrelazar en sus obras. La más reciente, ‘Sospecha de sospechas', galardonada en el 2013 con el Premio Ricardo Miró, estará en escena del 21 al 29 de octubre, en el Teatro Anita Villalaz.
EL PÁLPITO Y LA PLUMA
En conversación con Ego sobre el tema de la obra, la dramaturga cuenta que nació en el 2011, en Europa, justo cuando estaba en discusión el uso del ‘hiyab' por las mujeres musulmanas en los lugares públicos de París.
Mientras estuvo en Francia presenció debates, leyó diarios del país y se empapó de un sinfín de opiniones sobre el tema. El pálpito llegó acompañado por preguntas. ¿Y si ellas quieren usarlo? ¿Y si esconden dolor detrás de su vestimenta? ¿Qué sabemos nosotros los occidentales de ellas?
‘Desde mi mirada de mujer occidental, creo que el velo esconde muchas más cosas y son mundos que no conocemos, aunque están muy presentes. Ante esta realidad velada, desde nuestro lugar podemos tener un enfoque equivocado ante aquella cultura que desconocemos', explica Badano.
Luego la pluma se apoderó de las preguntas, ideas y escenas vistas por la uruguaya-panameña, ganadora dos veces del Premio Ricardo Miró, trasladando estas discusiones al conflictivo mundo de hoy.
‘La discusión era parte de un conflicto enorme y de una humanidad que vive en una guerra feroz. La discusión en sí misma del uso o no del velo era estéril, porque nadie pensaba que quizás el uso de esa vestimenta era el fruto de una guerra atroz que violenta y destruye a la mujer con velo o sin velo', advierte la escritora.
Es un tema universal. Detrás del velo no está solo una mujer, sino un ser vulnerable a la guerra. ‘He visto a mujeres que usan la burka por razones de guerra, porque no tienen piernas, que tienen rostros desfigurados por estallidos de bombas, que han tenido que huir de sus lugares de orígenes hacia un mundo ajeno a ellas: el occidental', recuerda Alondra, quien además es docente universitaria de la Universidad de Panamá.
LO FEMENINO OLVIDADO
Pero no es solo el uso de un pañuelo que tapa sus cabezas o esconde sus rostros. Es la guerra, las violaciones, la migración forzosa y la muerte el manto fatal que envuelve las vidas de millones de mujeres de medio oriente.
Sobre ellas también está la mirada prejuiciosa de quienes no comprenden otras lógicas de vida.
‘Desde mi obra intento mostrar una verdad, no sobre el uso del pañuelo, sino sobre la guerra. Traslado la discusión a otro mundo para reflexionar sobre las guerras y las consecuencias de esta en la mujer', denuncia Badano.
Si bien es una obra que nació hace cuatro años, ‘Sospecha de sospechas' es un documento contundente de la realidad de hoy, cuando vemos a miles de refugiados sirios enfrentándose a la fatalidad en las aguas del Mediterráneo. Huyendo de la guerra que han exportado a sus países, buscan refugio y solo encuentran estigmas y cámaras de televisión. ‘Estamos ante una situación de emergencia, porque el mundo está en guerra, los palestinos se mueren de hambre, los sirios huyen de ISIS. Estamos ante las víctimas de proyectos belicistas de las grandes potencias occidentales, ¿acaso este mundo no está en guerra?', se pregunta la dramaturga.
Una obra compleja y vigente que desde el teatro intenta sensibilizar posturas, erradicar miras que menosprecian a los habitantes de aquella zona del mundo. En la misma línea se encuentra el director Raúl Martín Ríos, quien decidió no realizar casting para la obra, eligiendo directamente a Carlos Montúfar, Roxana Uribe, Gloryana Reyes, Luigi Lescure, Meredith Carley y Rámiro Cárdenas. ‘Queremos provocar sensaciones analíticas en el público. El teatro es una herramienta efectiva, para meditar una verdad', arguye el director cubano.
Con una larga trayectoria artística a nivel internacional, Ríos explica que la puesta en escena es un ‘intento de mostrar los matices de los conflictos bélicos, a través de un personaje que sufre la xenofobia, el racismo, la migración obligada y el machismo profundizando en la psicología de los personajes'.
La imagen de Aylan, de 3 años, muerto sobre las arenas de una playa turca, repetida incesantemente en las redes sociales y medios de comunicación, dio pie a discutir la situación del conflicto sirio, pero sin abordarlo y desmenuzarlo de forma adecuada. ‘Nuestra sociedad está lejos de tratar estos temas, y cuando lo hace son tratados desde una perspectiva satelital, siendo el eco de un discurso de Hollywood, y vemos como resultado el desconocimiento de los conflictos, la discriminación ante una situación de crisis humanitaria', reflexiona Montúfar.
‘Esta obra nos va a permitir a los panameños ver una realidad desde otro ángulo. Al menos desde un costado humano y sin la mirada pesada y prejuiciosa occidental. Debemos dejar de involucionar', enfatizó el actor, quien hace alusión a la hipocresía y la arrogancia occidental en la obra.
Es un análisis compartido por Badano. ‘Y es que son conflictos que nos van a tocar como país, el mundo se está reestructurando y no somos conscientes de ello. Creo que Panamá, así como todos los países debió acoger a refugiados sirios, incluso contra la opinión de sectores reaccionarios del país, porque están estigmatizados, gracias a los medios que señalaron que con muchos refugiados vienen terroristas. ¡A mí no me digan que esos niños muertos en el mar son terroristas!'.