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- 02/10/2016 02:00
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Avanzado el mediodía, un grupo de poetas ingresaba a una escuela del distrito de San Miguelito. El lirismo permeaba en uno de los territorios del país con mayor índice de violencia.
En el interior del centro educativo, un uniformado con un parche en el brazo —‘Policía de niñez y adolescencia'— lo vigilaba todo. Es parte de nuestra realidad, dice Consuelo Tomás, poeta que estaba en el grupo. Pero es justamente en estos espacios donde el festival Ars Amandi ha decidido llevar los versos.
‘Los chicos tienen cosas para expresar solo que no los dejan, no los estimulan, uno les da la oportunidad y salen cosas muy interesantes', añade. La receptividad de los escolares se convertiría luego en poema colectivo.
CREACIÓN DE PÚBLICO
Esa fue solo una de las intervenciones Festival Internacional de Poesía Ars Amandi, a la que se sumaron micrófonos abiertos, recitales de poesía y talleres.
‘NECESITAMOS GENTE QUE ENTIENDA QUE UN FESTIVAL ES MÁS QUE DARLE ESCENARIO Y BRILLO A UN POETA, ES CREAR PÚBLICOS, Y PARA HACERLO HAY QUE IR A LAS ESCUELAS, A LAS COMUNIDADES, CÁRCELES Y DEJAR QUE LA GENTE SE DEJE TOCAR POR LA POESÍA',
CONSUELTO TOMÁS
POETA COFUNDADORA DEL FESTIVAL ARS AMANDI
El único festival que celebra los versos en Panamá, lo hizo este año bajo el lema ‘Poesía de costa a costa': aquel escenario de San Miguelito —en Ciudad de Panamá—, se repetiría en otras escuelas de la ciudad de Panamá y Colón, en el Caribe.
‘Creemos mucho en la juventud', añade Tomás. ‘Sabemos que es en ese momento en el que podemos marcar a alguno para toda la vida, en términos del arte'.
La poeta recuerda la mixtura étnico-racial-cultural de la escuela. Cada alumno con su propia voz, su postura, su personalidad.
‘Muchas gracias por venir, aquí nunca viene nadie a hablar con nosotros', recuerda le dijeron en uno de los centros educativos.
Hubo poetas de Colombia, Cuba, El Salvador y Jamaica. Consuelo Tomás, autora del poemario Agonía de la reina y una de las fundadoras del Ars Amandi, cuenta cómo escogen a los invitados del festival.
‘Necesitamos gente que entienda que un festival es más que darle escenario y brillo a un poeta, es crear públicos y para hacerlo hay que ir a las escuelas, a las comunidades, cárceles y dejar que la gente se deje tocar por la poesía, que es una opción para conectarse humanamente con otras realidades', dilucida.
CORRIENTE POÉTICA LOCAL
Según cifras de la Biblioteca Nacional(Binal) de Panamá, en el país hay alrededor de 4 mil publicaciones poéticas, que pueden ser escritos, revistas o diarios.
En cuanto a libros de poesía se refiere, en la Biblioteca Nacional Ernesto J. Castillero se encuentran 2 mil 56.
En cuanto a la formación de poetas en Panamá, de acuerdo con Tomás este proceso toma un tiempo aproximado de diez años. Además, resalta que hoy en el país hay muchas oportunidades de formación en el género. Incluso hay poetas formando poetas.
Sobre este último fenómeno, por ejemplo, está el caso, de Jhavier Romero, uno de los referentes jóvenes de la poesía panameña.
Romero —también presente en las jornadas del Ars Amandi— aclara las corrientes que enmarcan la poesía panameña contemporánea.
‘Hay una poesía que está muy conectada con el realismo coloquial, que es una poesía que intenta elevar el lenguaje cotidiano a la categoría de poesía', describe el autor de Lluvia inflamable .
Esta corriente, que señala como un fenómeno no solo istmeño sino también latinoamericano, tiene auge con poetas como el mexicano José Emilio Pacheco, el argentino Juan Gelman y el panameño Dimas Lidio Pitti. Se trata de un discurso que pretende llegar a un mayor número de lectores, explica.
‘La otra vertiente está más conectada con otras vanguardias que se ocuparon más por la creación de un lenguaje poético desde la metáfora', añade Romero.
En este estilo emergen poetas como el chileno Gonzalo Rojas o el joven vate panameño múltiples veces premiado, Javier Alvarado, cuya obra poética ha sido catalogada como ‘neobarroca'.
‘Creo que estamos en un momento en el que hay un gran entusiasmo por el género poético. Pero este entusiasmo debe ser pasado por el tamiz del rigor', sentencia.
Para Romero, quien también se desenvuelve en el campo de la dramaturgia, es necesario que todos los poetas que ahora están dando sus primeros pasos puedan ahondar en el conocimiento del género, en los procedimientos discursivos y evitar ‘caer en lugares comunes', o sea, copiar sin querer a otros poetas.
CONTEXTO ACTUAL
Consuelo Tomás explica, por su parte, que la formación de una ‘generación de poetas' tiene que ver con la situación del país.
Sus contemporáneos, ejemplifica, estaban marcados por los Tratados Torrijos-Carter (1977). Fue una generación de transición, con un discurso sobre la soberanía nacional y cultivada
FESTIVAL
IMPULSOR DE VERSOS EN EL ISTMO
El Ars Amandi es un festival internacional de poesía, que fue fundado en 2010 por un grupo de poetas locales. En distintas versiones, han celebrado a autores como Amelia Denis, Demetrio Herrera Sevillano, Diana Morán, Aristeydes Turpana y este año a Raúl Leis. El festival se realiza entre talleres, recitales e intervenciones a escuelas.
dentro de la Universidad de Panamá. ‘En ese momento era otra universidad', subraya.
En cambio el contexto que enmarca a los poetas contemporáneos es la hiperconectividad. Internet.
‘Hay tanta información que es muy fácil perderse en ella. Pero tenemos que ver cómo saltamos esos obstáculos y nos damos a conocer. A la gente que viene surgiendo, darle lo que necesitan: lectura, formación, apoyos tutoriales, micrófonos abiertos, antologías, hay que darles apoyo porque sino nos vamos a quedar en silencio', dice la poeta.
Por su parte, Romero cita al dramaturgo José Sánchez Sinisterra para referirse al contexto actual en el que vivimos: una época de anestesia social e individual. Un todo contra todos.
En ese sentido, continúa, la poesía juega un papel importante como la posibilidad de volver a ese paraíso perdido de ideal de humanidad. Sin embargo, menciona la ausencia de un personaje vital.
‘Nos hace falta la figura de crítico, con una formación sólida y una perspectiva imparcial acerca del fenómeno literario y su desarrollo', detalla el autor.
Al igual que otras ramas artísticas, Romero considera que un crítico serio, con profundos conocimientos en el tema, ayudaría a perfilar la calidad de la producción poética del país. Hay muy buenos poetas, agrega, pero deberíamos pasar de la excepción a la norma.
‘Esto se podría lograr en la medida que estemos dispuestos a entender que no solo necesitamos la instrumentalización del género, sino también la disciplina. Me parece que estamos en un excelente momento para dar el salto a asumir la dedicación', puntualiza.
UN ESPACIO PARA POESÍA
‘En el público, en los organizadores, se observa muchos jóvenes. Es decir, está asegurado el porvenir de la poesía en Panamá', asevera el poeta cubano Roberto Manzano, quien dictó el taller ‘Mecánica de la poesía' en el marco del Ars Amandi.
Con él concuerda la poeta Consuelo Hernández. ‘Yo digo que en lugar de Ars Amandi es Ars Armandi, porque están armando tremendo suceso, de mucho impacto para la juventud. Esa labor es el primer piso de la cultura en un país', describe a este diario.
Este año el festival retomó con fuerza su objetivo. El año pasado, debido a la ausencia de fondos, no se pudieron realizar tantos eventos como los de este año.
Pero durante el festival de 2016, que culminó esta semana, presentaron la antología ‘Poesía de Costa a Costa'. Un recordatorio de todas las plumas que participaron en el Ars Amandi: William Alfaro, Yashika Graham, Consuelo Hernández, Joab Huc Headley, Roberto Manzano, Salvador Medina Barahona, Zakira Pineda, Corina Rueda, Rafael Ruiloba y Luis Wong.
Con estas letras, quedó documentada la presencia de autores de distintas generaciones, que se unieron para compartir experiencias y buscar público para el género que cultivó en su momento Ricardo Miró.
Una lengua indígena en la poesía istmeña
‘Panamá es una tierra de poetas', dice Maninaindi Roldán, un joven poeta guna que asistió al festival Ars Amandi. Junto a Manigmemigdinapi Stanley, publicaron una antología de poesía guna en 2015. Se trataba de versos de autores que aún no habían sido publicados.
‘El poeta Aristeydes Turpana menciona que Guna Yala es una tierra gobernada por poetas', añade Stanley. Toda la tradición guna, de hecho, es oral, cantada, con una fuerte presencia metafórica.
‘Son historias míticas de luchas en defensa de la madre tierra y la protección del medio ambiente', explica. Las autoridades de esta comarca indígena, llamados saglas (sáhilas), son para ellos sabios que cantan durante las ceremonias.
La antología de 2015 marcó un precedente en la poesía panameña: por primera vez, se puso en escrito la poesía de autores gunas, un pueblo que tradicionalmente se desenvuelve de forma oral.
Hay filósofos, educadores, antropólogos y hasta cocineros que se atrevieron a escribir por primera vez. ‘Nuestra cultura no es escrita, es parte de una adaptación a la modernidad, plasmar lo que queremos decir de forma escrita y poder documentar la poesía guna', dice Stanley.
Solo en la introducción, el vate Aristeydes Turpana hace referencia a los cantos de la cultura en Guna Yala. Desde cantos de cuna hasta los de ‘la hora final de nuestra existencia'.
Están contemplados 13 poetas guna en la antología. En el libro está incluida la traducción de cada uno de los poemas.
Los versos que se incluyeron en esta edición giran alrededor de un eje temático: el agua. Se dibuja a través de las palabras las imágenes de la escasez, el desaprovechamiento del agua y casos polémicos como el de la hidroeléctrica en Barro Blanco.
‘No existe una definición de poesía en guna porque ya es inherente a nosotros', comenta Roldán. ‘Tampoco decimos gracias, por ejemplo, porque cuando haces algo lo haces porque nace de ti'.
Un año antes a esta publicación, el Festival Internacional de Poesía Ars Amandi estuvo dedicado a la integración de la poesía en pueblos indígenas y afrodescendientes. Una forma de reconocer la gama que integra la poesía panameña.