Bernardo Stamateas: 'El refugio en lo virtual es la ausencia del disfrute en lo presencial'

  • 21/10/2019 00:00
Para el escritor argentino es necesario diferenciar el lenguaje real de la comunicación digital. Cree que la tecnología ha creado islas al utilizarse como un escape para eludir vacíos, lejos de la solución real y consciente de conflictos

Bernardo Stamateas tiene un compromiso con la correcta administración de las emociones. Desde la exploración de las personalidades tóxicas, hasta el autoboicot y los nudos mentales, dibuja a través de obras como 'Calma emocional', las claves para entender la complejidad del pensamiento humano. Para el conferencista y escritor de bestsellers argentino —más de 40 publicaciones en su haber— una estructura que se corresponde con la inteligencia emocional pasa inevitablemente por “conectar con fuentes de placer sin monopolizar la felicidad”. Formado como psicólogo y con un doctorado en el mismo campo, disfruta comunicándole a las masas desde diferentes espacios como el rotativo La Nación o las conferencias internacionales. Es un hombre familiar, creyente en Dios, ágil con la pluma y con oído musical para el clarinete y el saxofón. Durante su reciente visita a Panamá, conversó con nuestro diario y confesó estar convencido de que “la ansiedad es la enfermedad de este siglo”, sobre todo en un mundo en el que la tecnología se ha convertido en “el disfraz de la estima”.

En su último libro, usted dibuja una hoja de ruta para superar los miedos y las inseguridades...

Así es. Luego de dar charlas en muchos lugares y de preguntar a la gente cuántos comen en cinco minutos, cuántos tienen menos de ocho horas para dormir y cuántos son ansiosos, teniendo una respuesta afirmativa del 90%, entendí que la ansiedad es la enfermedad de este siglo, un fenómeno que sucede cuando el reloj interno va más rápido que el externo. A propósito de esto, muchas personas sufren. Para el libro busqué herramientas prácticas para hacer frente a los miedos, la ansiedad, las crisis de pánico, todo el cuadro de lo que llamamos trastornos de ansiedad.

¿Qué tanto engaña la ansiedad a nuestro cerebro?

La ansiedad es un circuito de dos cosas, primero, la pregunta hipotética: “y si me enfermo, y si me va mal en el trabajo, y si no me quieren, y si no consigo una pareja”, y segundo, la respuesta catastrófica a esa pregunta. Es una cadena de preocupaciones entrelazadas. Lo que ocasiona la pregunta hipotética y la respuesta catastrófica es huir en una vida acelerada donde se logran cosas pero no se disfruta ninguna. Vamos más rápido pero con irritabilidad y problemas para dormir; así armamos toda una cadena.

Entiendo que en 'Calma Emocional' aborda las inquietudes en torno a los miedos. Estos son como vampiros emocionales...

Cuando el peligro está en la mente, vivimos estresados y el estrés es la plataforma de todas las enfermedades que existen. El miedo número uno es la fobia social; es el miedo a ser rechazado, juzgado. Después tenemos las fobias focalizadas, mientras que la ansiedad es una sensación de incertidumbre general. Es importante distinguir entre miedo y fobia: el primero es normal cuando se trata de la emoción frente a un peligro. Tenemos gente con miedos y gente con fobias. Cuando el miedo es ocasional, también paraliza, pero es circunstancial, a diferencia de una fobia, que es racional y persistente frente a algo que no debería existir.

¿Qué tanto nos condiciona la estima?

La estima es saber qué podemos y qué no, qué sabemos y qué no. Reconocer las propias debilidades es una fortaleza al momento de negociar. Esa capacidad nos permite pedir ayuda a otros, lo que nos hace más fuertes y seguros. La diferencia entre el héroe y el cobarde es que, aunque ambos tienen miedo, el héroe se anima y administra el miedo inteligentemente. Tenemos que aprender a reconocer nuestras vulnerabilidades; esa capacidad es la que nos permite armar el plan para enfrentar los miedos. Con la estima, voy a aumentar mi voz interna.

Usted ha planteado que es necesario reforzar la confianza personal desatendiendo los estímulos externos...

El gran error de mucha gente es no darle importancia a esta voz interna y creer que la externa construye la estima. Los chicos de ahora se sacan 20,000 fotos y buscan seguidores que les aplaudan… es verdad que a todos nos interesa la mirada de ciertas personas, y eso está bien porque son un punto de significación para nosotros, pero lo que no es correcto es que esa mirada me condicione o que salga a buscar la atención de cualquiera. Si quedo a merced de la mirada del otro, sufriré mucho.

¿Conviven la tecnología y la paz emocional?

La tecnología es un disfraz de la estima, es un carnaval, no es la verdadera estima. No hay que confundir el lenguaje virtual con el real, son dos cosas totalmente distintas. El refugio en lo virtual ocurre por la ausencia del disfrute en lo presencial.

Entonces se crean brechas en las relaciones...

Cuando no podemos disfrutar de estar con el otro, lo que hacemos es refugiarnos en lo virtual. La solución no es limitar la tecnología, sino mejorar lo presencial.

Ha comentado la necesidad de reemplazar el 'no me animo' por el 'sí puedo', pero... ¿cómo acabar con el autosaboteo y la inacción?

Tenemos que bloquear las preguntas hipotéticas y las respuestas catastróficas. Esa es la manera de resolver la ansiedad. El ansioso confunde probabilidad con posibilidad. Es necesario frenar la respuesta catastrófica, no anticiparnos, no fantasear y aprender a ver las interpretaciones alternativas; el ampliar el abanico de posibilidades ante los acontecimientos hace que no nos quedemos con la respuesta catastrófica y disminuye la ansiedad.

Así como un buen libro, ¿qué otra herramienta es clave para cultivar la inteligencia emocional?

Tener proyectos, buenos amigos y leer; si esto no alcanza, hacer terapia. Tenemos que conectar con fuentes de placer sin monopolizar la felicidad. No poner toda la felicidad en la pareja, en el trabajo o en los hijos, hay que diversificar las fuentes de placer y saber que tenemos un cartel invisible que dice: estoy en construcción. El proceso de crecimiento es el placer más extraordinario que un ser humano puede tener en su mente, es aprender la realidad.

¿Cómo se prepara Bernardo Stamateas para el contacto con las audiencias?

La fuente es la misma desde hace 30 años. En mi caso, leer e investigar ha sido muy importante. Al charlar con la gente también hay una fuente de riqueza y sabiduría inmensa, tanto en el consultorio como con los amigos. Y claro, hacer una buena terapia también es una fuente de enriquecimiento importante.

¿Por qué siguen tan estigmatizados los libros de autoayuda?

Porque todos los libros cuya función se desconoce con exactitud, van a parar a la autoayuda; como en todos los géneros, tienen de todo, desde amarte, cuidarte, abrazarte, quererte, valorarte o unirte al cosmos, hasta aquellos que cuentan con fundamentación científica pero están hechos en un lenguaje llano para el lector popular. Lo mismo pasa con la historia novelada; un historiador te dirá que hay libros de historia que son una porquería y otros muy buenos, sucede en todos los géneros. La autoayuda tiene un lenguaje cotidiano, normal y a un sector del mundo académico eso no le gusta mucho; entonces, hay que sacrificar cierto narcisismo del lenguaje académico si le quieres hablar a todos y eso a la gente le molesta. La crítica ha venido desde ese lugar. Los americanos, por ejemplo, tienen algo interesante, tienen un manual de libros de autoayuda donde clasifican cuáles tienen fundamentos científicos y cuáles no.

Algunos los venden como la solución a grandes problemas...

El libro no le cambia la vida a nadie, no es una varita mágica, pero es un disparador que puede ayudar a repensar las cosas.

¿Deberían sumarse más autores a este género?

La gente busca cualquier recurso para estar mejor. Y los libros, la educación, la información y el conocimiento, siempre son buenos aliados.

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