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- 20/02/2019 01:01
Hace treinta años, los cuenta chistes eran los reyes de los ratings de televisión.
Programas como ‘El que ríe de último ríe mejor' convirtieron a figuras como Andrés Poveda en celebridades locales.
Esa generación de comediantes utilizaba mitos sobre la sexualidad femenina y la ignorancia sobre la orientación sexual para hacer reír a su público.
Aunque los canales de televisión locales aún transmiten programas estancados en esta fórmula, hay una corriente alternativa de comediantes en Panamá que en sus recorridos por un valiente circuito de restaurantes y bares de todo el país reta estos estereotipos.
Estos stand-ups no necesariamente cuentan chistes sueltos, sino que escriben sus propios monólogos sobre temas sociales, políticos o personales con una gran dosis de perspicacia y humor.
Entre estos, se encuentra el stand-up show ‘San Valentín sin tanta cursilería', que se presentó recientemente en Mika Bazar & Café con Roberto Thomas-Díaz y Alejandra Araúz, como los stand-ups principales, y Michelle Alpízar, como la presentadora del show .
De principio a fin, la experiencia para el público fue altamente disruptiva.
Aunque hacer estas intervenciones en espacios alternativos tiene una larga tradición en Panamá, el que unos artistas irrumpan en un espacio diseñado para comer no deja de retar al público.
Los comensales tuvieron que adaptar las normas sobre cómo comportarse en un restaurante y dividir su atención entre sus acompañantes, los artistas, los meseros y la comida.
Para los artistas, el espacio de Mika también representó un difícil reto que influyó en la fluidez de sus intervenciones. Ellos adaptaron y ajustaron sus voces, movimientos y contenidos durante el show , para poder responder a la acústica del lugar, las conversaciones de los comensales y los meseros caminando enfrente de ellos.
Pero lo más disruptivo de la noche fue, sin duda, el contenido de los monólogos. Roberto Thomas-Díaz compartió sus experiencias como un hombre homosexual, sin dramáticas salidas del armario ni estereotipos.
Su monólogo nos presentó a un hombre que culpa a ‘Patria', de Rubén Blades, de nuestros problemas sociales, y que se queda dormido del cansancio en medio de una cita romántica.
Una de las ventajas de este tipo de espacios alternativos es que puedes ver cara a cara la reacción del público.
En este caso, muchas personas mostraban confusión al tratar de determinar la orientación sexual de un comediante que no utiliza las vestimentas ni movimientos corporales que nuestros medios de comunicación insisten en asociar con los gays.
Alejandra Araúz, por su parte, presentó una rutina altamente provocadora.
A pesar de todo el caos que la rodeaba, la artista mostraba un completo control de su público y de la historia que quería contar: los mitos letales sobre las mujeres y su papel en la sociedad.
En una serie de monólogos, ella abordó los mitos del instinto maternal, del amor eterno y del hombre que sabe encontrar el clítoris. Este explícito y crudo monólogo sobre el sexo oral femenino muestra las grandes destrezas de la artista como escritora, intérprete de personajes y dominio de escena.
Su impacto se triplicaba con la tensión e incomodidad en las caras de los hombres en el público que evitaban el contacto visual de sus acompañantes femeninas.
El próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, Mika presentará otra ronda de stand-ups con Michelle Alpízar, Alejandra Araúz y Carolina Duque.
Para los que creemos que estas historias deberían mostrarse en horarios estelares de televisión, el primer paso para lograrlo es asistir a este tipo de intervenciones en estos valientes espacios alternativos.