Semana Santa en Familia

Diseñen un centro de mesa familiar para la Semana Santa utilizando las palmas que obtuvieron en la misa del Domingo de Ramos como punto de referencia. Organicen una cena familiar especial para estar juntos el día Jueves Santo y piensen de que manera pueden en familia, ‘lavar los pies’ de las personas necesitadas de su iglesia o comunidad.

En familia, tomen libre el día Viernes Santo y asistan a los servicios de su parroquia.

Acompañen a sus hijos a la iglesia y participen en las Estaciones de la Cruz a un nivel en el que ellos puedan entender –como una unidad familiar pueden ‘hacer’ sus propias Estaciones- permanezcan contemplando cada estación, y discútanlo en voz baja y con el debido respeto con sus hijos, el verdadero significado de cada Estación. Alaben al Señor con una oración silenciosa al final de cada Estación.

¿Han asistido a la Iglesia para beneficiarse del Sacramento de la Reconciliación, con el fin de prepararse completamente para la Semana Santa de este año? Si su parroquia ofrece el servicio de la confesión, lleven a sus hijos y explíquenles el Sacramento. Inclusive los niños pequeños que aún no han recibido los Sacramentos, se beneficiaran al asistir al servicio de oración y hacer un examen de conciencia trazado para ellos en condiciones que lo puedan entender. Cuando vayan a la confesión, pídanles a sus hijos que oren por ustedes… ¡necesitamos todas las oraciones que podamos!

Para el Sábado de Gloria les invito a que inicien la tradición de colorear los huevos de Pascua reflexionando en la maravilla y belleza de una vida nueva. Enlacen esta tradición a la alegría que tiene la Iglesia en la Resurrección de Nuestro Salvador Jesucristo y nuestro atesoramiento de la santidad de toda la vida nueva. Recen en familia para que muchísima gente entre a nuestra Iglesia en la Misa de Vigilia. Contacten al sacerdote de su parroquia y ‘adopten’ a un candidato a quién toda su familia rezara en Semana Santa. Enciendan una vela cada tarde y recen por esta persona y todas las que serán bautizadas y entrarán en comunión total con la Iglesia. En familia, asistan a la Misa de Domingo de Pascua y conviértanlo en el día destacado de su celebración. ¡Regocíjense en la Resurrección de Nuestro Salvador! Lean el Evangelio en familia como el momento culminante durante la comida Pascual.

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