El FAE presenta ‘Halfway to Dawn', el número inspirado en un ‘antihéroe' del jazz

Actualizado
  • 20/03/2019 01:03
Creado
  • 20/03/2019 01:03
La compañía estadounidense de danza contemporánea Reality interpreta la pieza dirigida por el coreógrafo David Roussève, basada en el mundo interior del jazzista gay y afroamericano Billy Strayhorn, compañero del recordado Duke Ellington

Esta noche el Festival de Artes Escénicas (FAE) presenta en el Teatro Balboa la obra ‘Halfway To Dawn', del coreógrafo estadounidense David Roussève, una pieza interdisciplinaria interpretada por la compañía Reality que utiliza el videoarte, el diseño sonoro y la danza contemporánea para rendir tributo al compositor y arreglista del jazz gay, afroamericano, Billy Strayhorn, quien ‘no fue celebrado en su momento', según el autor. Roussève relata cómo nace esta obra, inspirada en un ‘antihéroe' cuyo crédito casi siempre fue atribuido a otra leyenda del género, su compañero Duke Ellington.

¿CUÁL ES TU PRIMER RECUERDO CON BILLY STRAYHORN?

Yo conocía la música de Billy Strayhorn desde una edad bien temprana —‘Take The ‘A' Train', ‘Lush Life'—, pero no sabía que era él, pensaba que era Duke Ellington. Cuando vivía en Nueva York, en 1999, un productor me comentó sobre un musical que quería que yo trabajara el cual había empezado a escribir un tipo llamado Billy Strayhorn, en 1956, pero nunca lo terminó. Era un musical de jazz. Hasta ese momento jamás había escuchado su nombre, pero para trabajar en este proyecto musical investigué mucho quién era y me di cuenta de que conocía toda su música, pero no sabía quién era la persona detrás. Fue un musical que no fue llevado a las tablas, era un proyecto comercial y cuando finalizó en 2002, me dije: ‘Algún día voy a volver a Billy Strayhorn, pero para hacerlo bajo mis propios términos'.

‘Creo que esta pieza hace un montón de preguntas a través de la vida de Billy Strayhorn que deberíamos estar haciéndonos a nosotros mismos. Alguien dijo: ‘No quiero ser famoso, quiero ser fiel a mí mismo', y creo que todos podemos aprender algo de eso',

DAVID ROUSSÈVE

COREÓGRAFO, DIRECTOR DE LA COMPAÑÍA REALITY

COMO COREÓGRAFO, ¿BAJO QUÉ PARÁMETROS CREASTE LA PIEZA QUE PRESENTAS HOY EN EL FAE?

Billy Strayhorn era muy aventurero con su música. Para su tiempo era conocido casi como un compositor y arreglista experimental. ‘Lush life' es una canción avant garde a su manera, incluyendo su estructura. Él estaba interesado en nuevos sonidos, no lo hacía por ser comercial, sino solo por el arte, y el proyecto en el que yo estaba trabajado antes era definitivamente comercial y eso no es a lo que me dedico. Yo estoy más interesado —al igual que Strayhorn— en la profundidad de hacer arte, mi estética es más aventurera, alternativa y experimental que un musical de Broadway.

‘HALFWAY TO DAWN' ES UNA PIEZA INTERDISCIPLINARIA, ¿DE QUÉ MANERA SE MEZCLAN TANTAS RAMAS DEL ARTE EN UNA SOLA OBRA?

Parte del experimento de la pieza fue capturar la verdad o el significado de la vida más allá de los hechos —el nacimiento y la muerte— así que tenemos este cuerpo de música compuesta por Billy Strayhorn que para mí encarna su terreno emocional interno. Su música es conocida por ser emocional y tónicamente complicada, muy agridulce, así que eso habla de su vida interior. Sobre el escenario bailamos su música, pero también proyectamos sobre las cabezas de los bailarines su línea de tiempo biográfica, desde su nacimiento en 1817 hasta su muerte en 1967. También unas cajas pequeñas son usadas para la proyección de otras imágenes de contexto histórico. Nunca salen ni Strayhorn ni Ellington, se trata de una armonización de hechos biográficos, fantasía surreal —a través de la danza— y el mundo real.

¿CUÁL HA SIDO EL MAYOR DESAFÍO DE PRODUCIR UNA PIEZA COMO ESTA?

La compañía fue fundada en 1988

DANZA CONTEMPORÁNEA

La compañía Reality, de David Roussève, empezó en 1988. Según el fundador, el elenco cambia con cada proyecto, porque uno es totalmente distinto del siguiente. La mitad de los actuales miembros del elenco —presentes en Panamá para el montaje de ‘Halfway To Dawn' dentro del Festival de Artes Escénicas (FAE)— llevan diez años trabajando con el coreógrafo y director. De hecho, la escritura y producción de cada pieza, detalla Roussève, le toma entre cuatro y cinco años. Para ‘Halfway To Dawn' no recuerda haber hecho audiciones, sino que cada bailarín llegó por recomendaciones individuales. ‘En términos de danza, diría que es la compañía más fuerte que he tenido hasta ahora. Son bailarines realmente increíbles', dice el también cineasta. Panamá es el sexto lugar donde se monta su más reciente creación, que estrenó en octubre del año pasado en Los Ángeles, Estados Unidos.

La tecnología es una pesadilla. Tenemos cinco proyectores y dos proyectores de mano, así que crear la sinergia entre las imágenes y el sonido —tenemos quince canciones de Strayhorn de principio a fin y aparte un diseño de sonido en marcha durante la obra— diría que es lo más difícil; lograr que todo sea coherente y, por último, que sea honesto con el significado de la vida de Strayhorn.

¿QUIÉN CURÓ LA MÚSICA DE STRAYHORN QUE ARTICULA LA OBRA?

Yo me encargué de escoger toda la música y decidimos utilizar grabaciones existentes de las canciones reales, así que se escuchan grabaciones desde la década de los 40 hasta el presente. Se oyen pequeños combos de jazz y grandes orquestas, grabaciones viejas y chirriantes combinadas con lo mejor de la tecnología utilizada últimamente. Entendimos que todas esas texturas eran vitales para la pieza, pero también un compositor contemporáneo creó un mundo sonoro cuyas texturas, especialmente en el acto dos, están basadas en lo que pasaba por la cabeza de Billy Strayhorn cuando su vida empezaba a deteriorarse. En el acto dos no hay un solo silencio hasta su muerte y entre canciones se escucha un diseño de sonido muy sutil de fondo.

LA PIEZA HA SIDO MUY BIEN RECIBIDA POR LA CRÍTICA. ¿CONSIDERAS QUE ESTE TIPO DE PRENSA ES NECESARIA PARA LA INDUSTRIA?

Creo que es importante por la visibilidad. Lo que ahora es difícil en Estados Unidos es que la mayoría de los periódicos importantes no tienen críticos de danza. Hay una frase que dice: ‘Incluso una mala reseña es una buena reseña porque obtienes visibilidad', así que la danza, por lo menos en Estados Unidos, es la menos visibilizada de todas las artes. La música, e incluso el cine experimental, tiene una audiencia mucho más grande que algunos tipos de danza. No creo que la crítica ayude en términos de la calidad de la obra, pero sí en cuanto a darle visibilidad.

¿QUÉ CUALIDADES BUSCASTE EN CADA INTEGRANTE DEL ELENCO?

Lo que estamos viendo es que todos traen un tipo de personalidad diferente. Julio, por ejemplo, practica danza moderna, pero también es un bailarín de hip-hop muy fuerte; Kevin también hace danza moderna, hip-hop y jazz , así que el vocabulario que manejamos es una fusión entre danza moderna y jazz , con algo de hip-hop , aunque muy poco. Creo que el aporte más importante de todos es un sentido del ritmo y un sentido de fluidez del movimiento. Cuando ves la pieza, te das cuenta de que trabajamos mucho por lograr un vocabulario grupal constante, uno que pueda sostener diferentes tipos de cuerpos y personalidades en la danza. Para mí el hacer arte y la danza es como un microcosmos del mundo, esa es la pregunta para el planeta: cómo tener un mundo globalizado en que haya espacio para todos, y no creo que eso sea algo que estemos haciendo bien en los Estados Unidos ahora mismo. Es un movimiento en retroceso y creo que lo que nosotros estamos haciendo sobre el escenario es, de alguna manera, la gran pregunta para el mundo en estos momentos.

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